Poemas para orar en Navidad

1 diciembre 2001

Letrilla de la Virgen María esperando la Navidad Nanas de la patera
«Levántate, toma al niño y a su madre
Cuando venga, ay, yo no sé y huye a Egipto…» (Mt 2,13)
con qué le envolveré yo,
                        con qué. A la nanita, nana,
duérmete cielo,
Ay, dímelo tú, la luna, la patera es chiquita,
cuando en tus brazos de hechizo grandes los sueños,
tomas el roble macizo que Jesús y María
y lo acunas en tu cuna. también se fueron
Dímelo, que no lo sé huyendo de un Herodes
con qué le tocaré yo, al extranjero…
                   con qué. Huyendo de un Herodes
el Dios Eterno…,
Ay, dímelo tú, la brisa, nosotros por el hambre,
que con tus besos tan leves él por el miedo,
la hoja más alta remueves, nosotros en patera,
peinas la pluma más lisa. él en jumento…
Dímelo y no lo diré Tu papá va remando
con qué le besaré yo, y yo te velo…
                   con qué. Los Herodes y el hambre
quedaron lejos…,
Pues dímelo tú, arroyuelo, que se duerme mi niño,
tú que con labios de plata se está durmiendo,
le cantas una sonata que lo arrullen la luna
de azul música del cielo. y los luceros,
Cuéntame, susúrrame que se callen las olas,
con qué le cantaré yo, que calle el viento…
                     con qué. Cuando lleguemos, niño,
cuando lleguemos,
Y ahora que me acordaba, comerás pan de trigo
Ángel del Señor, de ti, y hasta cordero…,
dímelo, pues recibí que es Navidad, mi vida
tu mensaje: «He aquí la esclava», y el Dios del cielo
Sí, dímelo por tu fe, sólo quiere una cosa:
con qué le abrazaré yo, que nos amemos…,
                      con qué. que Jesús y María
también se fueron
O dímelo tú, si no, huyendo de un Herodes
si es que lo sabes, José, al extranjero…
y yo te obedeceré, A la nanita, nana,
que soy una niña yo, duérmete, cielo…
con qué manos le tendré
que no se me rompa, no,
                       con qué.

 

 

 

 

 

 

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