Las Plataformas Sociales Salesianas lanzan la campaña “Hagamos realidad la infancia que soñamos” para concienciar sobre las problemáticas actuales del colectivo.
- El riesgo de pobreza infantil en España ha aumentado del 27,4% de 2020 al 28,9% de 2021, representando la cifra más alta de los últimos 5 años. El 31,1% de la infancia se encuentra en situación de pobreza y/o exclusión social y el 14,9% de los niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza severa.
20 de noviembre de 2022. Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Infancia, la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas, a través de su Proyecto de Sensibilización “Déjame que te Cuente” propone una campaña de información y concienciación sobre la vulneración de los derechos de la infancia.
Para la elaboración de la campaña, han sido analizadas las principales situaciones cotidianas que vulneran los derechos del colectivo, recogidas por los equipos educativos de los proyectos de infancia y juventud de las Plataformas Sociales Salesianas.
– Desde las Plataformas Sociales Salesianas se acompañó en 2021 a 8.214 niños, niñas y adolescentes, a través de 169 proyectos, 758 profesionales y 505 personas voluntarias.
Como resultado, se han definido vulneraciones clave de los derechos de la infancia recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño como son la falta de protección, apego y entornos seguros, la falta de libertad de opinión, la ausencia de vivienda digna o de alimentación saludable, entre otros. Además, en el caso de niños, niñas y adolescentes migrantes, estas situaciones se agravan por los obstáculos burocráticos derivados de la Ley de Extranjería.
La campaña, que se pone en marcha bajo el lema “Hagamos realidad la infancia que soñamos” tiene por objeto acercar la mirada a las problemáticas concretas que en el día a día vulneran los derechos de las niñas, niños y adolescentes y propone, a través de diversos mensajes de sensibilización, una acción individual para que cada persona, desde su ámbito, sea capaz de transformar esas realidades cotidianas de vulneración.
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