
“A veces no hay trofeos. Pero hay partidos que cambian una vida.”
España
30 años | Estudios básicos | futbolista
no reconocido a nivel profesional
Motivo migración:
Búsqueda de mejores oportunidades
El que juega para que otras personas también jueguen
En tres países, en seis equipos y en decenas de campos sin gradas.
Pero el partido más difícil no fue en la cancha.
Descubrí que la liga donde jugaba no era solo deporte.
Había apuestas sucias, amenazas, tráfico de personas.
Intenté denunciar.
Y empezaron a buscarme a mí.
Migré por miedo.
Y por dignidad.
Porque no quería callar ni jugar con las reglas del miedo.
Hoy entreno en un barrio donde también hay historias duras.
Pero aquí nadie se queda en el banquillo.
Jugamos con lo que hay.
Y con lo que somos.
Mi trato es con la comunidad.
No dejar a nadie fuera del juego.
Ni por idioma.
Ni por papeles.
Ni por haber tenido que empezar de nuevo.