Marina es educadora en dos proyectos de la Fundación JuanSoñador en Valladolid; Despega y Caixa Proinfancia. Ambos proyectos enfocados en la infancia y juventud.

¿Cuál es tu papel en esta actividad?

Mi papel es ofrecer formación orientación y acompañamiento a jóvenes en riesgo de exclusión y acompañar a niños y niñas de educación primaria en actividades de ocio y apoyo escolar con el fin de favorecer su éxito escolar y participación en actividades de ocio y tiempo libre.

Esta actividad responde a una problemática de nuestra sociedad, qué nos puedes decir de esta situación y de las personas a las que afecta.

Desde la Fundación JuanSoñador queremos dar respuesta a través de estos proyectos a problemas como son el abandono escolar, el desempleo, la falta de autonomía, la baja autoestima y autoconfianza, la necesidad de ofrecer diferentes opciones formativas que se adapten a perfiles diferentes, etc.

 La infancia y juventud son etapas en las cuales los jóvenes, niños y niñas necesitan orientación, apoyo, asesoramiento… al mismo tiempo que se les ofrece un entorno de seguridad y confianza en el cual puedan relacionarse con los demás y crecer a nivel personal, educativo y profesional. Desde la Fundación la labor educativa se lleva a cabo siguiendo el sistema preventivo de Don Bosco, en el cual es imprescindible la acogida y acompañamiento, trabajando con la persona como centro del proceso.

¿Qué te ha llevado a implicarte en dar respuesta a esta situación?

Como profesional del ámbito educativo creo que es imprescindible implicarse en el proceso de transformación social. La educación es una herramienta muy importante para lograrlo y poder trabajar con personas y acompañarlas es una gran oportunidad.

A menudo se dice que los/as jóvenes no sois conscientes de lo que pasa a vuestro alrededor y que os implicáis poco en la transformación de la realidad social ¿Qué tienes que decir ante esta afirmación?

Creo que esa afirmación es errónea, la juventud, en una gran medida, sí está enfocada en la transformación social y concienciada con las problemáticas que nos impiden avanzar como sociedad en su conjunto; sin embargo, todavía queda mucho por hacer. Considero que este trabajo que aún nos queda para conseguir esa transformación es tarea de todas y todos, siendo necesaria la implicación de los jóvenes, dado que es el futuro de este cambio. Para conseguir un cambio tenemos que implicarnos todas y todos.

Te identificas con el lema “Jóvenes en positivo que abrimos caminos”, ¿te sientes identificada con este lema? ¿crees que l@s jóvenes de tu entorno están en esta onda?

Sí, me siento identificada con ese lema. Creo que tanto a nivel personal como laboral todas las personas jóvenes podemos aportar nuestro grano de arena para ir abriendo poco a poco caminos. Las personas jóvenes de mi entorno actúan, generalmente, acorde a este lema, ya sea desde su labor profesional o personal en su día a día.

Explícanos quién eres: edad, trabajo, aficiones, obra salesiana con la que estás implicada, qué haces en esta obra….

Mi nombre es Marina, tengo 26 años y trabajo en la Fundación JuanSoñador desde diciembre de 2020. Conocí la Fundación a principios de ese año en mis prácticas del Máster en Psicopedagogía y tiempo después tuve la oportunidad de desarrollarme profesionalmente en esta entidad. A lo largo de estos dos años he tenido la suerte de poder formar parte de varios proyectos diferentes, pero a su vez, muy similares. Todo lo que hacemos desde la Fundación se centra en las personas, en el acompañamiento, en la búsqueda de nuevas oportunidades, en ser apoyo, en ofrecer entornos seguros y en promover desarrollo personal.