Descríbenos la actividad en la que estás implicado/a.
Como vecina de Ciudad Meridiana, y educadora de la entidad Salesians Sant Jordi PES Cruïlla, centro de referencia e importancia para el barrio, intento acudir a algunos desahucios para poder acompañar a las familias y niños y niñas. Algunas veces coincide que estas son de la entidad y de uno de los proyectos en los que trabajo, que es el Centre Obert.
¿Cuál es tu papel en esta actividad?
Mi papel en los desahucios es acompañar a los vecinos, vecinas, y agentes comunitarios y educativos organizados para apoyar a la familia e intentar parar el desahucio. Estar presente, alzar la voz junto a las demás personas, acompañar a los menores a nivel emocional y social, para que vivan la situación de la mejor manera posible, e intentar entre todas resistir de forma pacífica.
Esta actividad responde a una problemática de nuestra sociedad, qué nos puedes decir de esta situación y de las personas a las que afecta.
Es una problemática de nuestra sociedad que tiene un impacto muy fuerte a nivel emocional, social y de desarrollo en las personas que lo sufren. Es una situación que vulnera derechos humanos fundamentales, el derecho a la vivienda, a un lugar en el que poder vivir y desarrollarse como persona, y sobre todo como niño, niña o adolescente.
En Ciudad Meridiana hay desahucios diarios y es una situación muy violenta para todas las personas. La mayoría de niños, niñas y adolescentes que tenemos en el Centro Abierto han vivido esto, o están pendiente de vivirlo.
¿Qué te ha llevado a implicarte en dar respuesta a esta situación?
En estas situaciones y en los momentos en que se va a ejecutar un desahucio es muy importante que haya personas resistiendo pacíficamente y acompañando a las familias. Sentir que tienes personas que están a tu lado y ayudando a hacer la situación menos difícil es importante.
Dentro de las viviendas normalmente hay menores, y por lo tanto es imprescindible que haya personas, agentes sociales y educativos para poder acompañarles y minimizar el impacto emocional, y reducir dentro de lo que se pueda la violencia ejercida y la vivencia tan desagradable. Se intenta que estén presentes los o las referentes de los niños, niñas o adolescentes, personas de confianza que puedan estar con ellas, jugar, acompañarles a nivel emocional y social.
A menudo se dice que los/as jóvenes no sois conscientes de lo que pasa a vuestro alrededor y que os implicáis poco en la transformación de la realidad social ¿Qué tienes que decir ante esta afirmación?
Valoro que los y las jóvenes se implican en la realidad social de diferentes maneras y cada persona lo hace como puede. Opino que como en todo, hay personas más conscientes y personas menos conscientes, depende de muchos factores y también del grado de intervención e implicación que quieras tener.
Ante esta afirmación creo que las personas jóvenes en general están muy conectadas con lo que pasa en el mundo y des de diferentes miradas y formas, luchan por un mundo mejor.
Nuestra campaña de este año tiene como lema “Jóvenes en positivo que abrimos caminos”, ¿te sientes identificada con este lema? ¿crees que l@s jóvenes de tu entorno están en esta onda?
Valoro que las personas, para poder caminar en la vida, poder aprender y tener experiencias positivas, necesitamos de acompañamiento, de amor, recursos y espacios para desarrollarnos a nivel integral. Poder confiar, ofrecer oportunidades y caminos a los jóvenes es clave para que ellos estén en esta onda.
Explícanos quién eres: edad, trabajo, aficiones, obra salesiana con la que estás implicada, qué haces en esta obra….
Mi nombre es Maria Gómez Rubio, hija de dos personas maravillosas, educadoras y participantes desde siempre en espacios educativos, de ocio y aprendizaje desde los valores y pedagogía salesiana.
Tengo 26 años, he nacido y crecido como persona y educadora social en Ciudad Meridiana, un barrio lleno de potencialidades y de mucha lucha.
Desde pequeña me ha encantado bailar, hacer teatro, enseñar y estar al lado de las personas. Tengo una hermana, para mí mi gran referente de vida, con la que comparto tanto, incluido profesión, la Educación Social.
Desde los 18 años, al inicio de la carrera, empecé de voluntaria en Salesians Sant Jordi PES Cruïlla, entidad del barrio, muy cercana a mí y a mi familia. Aquí he crecido como niña, adolescente, joven, persona, monitora y educadora social.
Del voluntariado seguí con las prácticas de monitora, después empecé a trabajar dando soporte en los grupos del proyecto Centro Abierto, hasta que fui referente del grupo de pequeños y pequeñas.
Actualmente sigo en el proyecto de Centro Abierto, referente del grupo de grandes, también estoy en el proyecto de SAF (Servicio de Atención a Familias) y soy coordinadora de Pastoral.