{"id":744,"date":"2023-05-29T06:46:42","date_gmt":"2023-05-29T06:46:42","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/jovenesenpositivo\/?p=744"},"modified":"2023-05-29T06:46:46","modified_gmt":"2023-05-29T06:46:46","slug":"testimonio-sobre-voluntariado-de-soy-haizea-ramos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/jovenesenpositivo\/testimonio-sobre-voluntariado-de-soy-haizea-ramos\/","title":{"rendered":"Testimonio sobre Voluntariado de Soy Haizea Ramos."},"content":{"rendered":"
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Compartir tu tiempo con los dem\u00e1s, sobre todo con personas que m\u00e1s lo necesitan, es una de las cosas m\u00e1s enriquecedoras. Durante a\u00f1os pens\u00e9 en realizar un voluntariado internacional, donde poder conocer realidades muy diferentes, pero no tan lejanas como pensamos. Pero por falta de tiempo, pandemia\u2026 no fue posible realizarlo hasta este verano.\u00a0<\/span><\/p>\n As\u00ed, despu\u00e9s de un a\u00f1o de preparaci\u00f3n junto con otros voluntarios, en marzo me comunicaron que finalmente viajar\u00eda junto con una compa\u00f1era y amiga a realizar nuestro voluntariado, y el pa\u00eds de destino fue Ecuador. M\u00e1s concretamente a Guayaquil, a un centro de acogida perteneciente a la fundaci\u00f3n Don Bosco, Ecuador.\u00a0<\/span><\/p>\n Durante nuestras cinco semanas de estancia en Guayaquil se nos ha brindado la oportunidad de colaborar en distintos proyectos, la mayor\u00eda de ellos ligados a nuestra labor profesional diaria, como es aquella que tiene que ver con el \u00e1mbito educativo.<\/span><\/p>\n En este tiempo, nos hemos alojado en Casa Don Bosco, un centro de acogida de menores que se ha convertido en el hogar de muchos ni\u00f1os de la calle, y es precisamente all\u00ed donde pudimos echar una mano. M\u00e1s concretamente, en la escuela que se encuentra inserta en el propio centro de acogida, y donde cada ni\u00f1o que acude a diario arrastra consigo la mochila del analfabetismo y la pobreza. Con ello, se ha convertido en un verdadero reto ense\u00f1ar a leer y escribir a ni\u00f1os de entre 12 y 16 a\u00f1os, que adem\u00e1s, a duras penas consiguen encontrarle el sentido a adquirir tal conocimiento, dado que hasta ahora sus esfuerzos se han centrado en sobrevivir en la calle, y all\u00ed, las letras no eran su principal preocupaci\u00f3n.<\/span><\/p>\n Pero no solo hemos colaborado en la escuela, tambi\u00e9n hemos podido convivir con los menores d\u00eda a d\u00eda en su casa de acogida, donde nos han recibido con ilusi\u00f3n y cari\u00f1o. As\u00ed, les hemos ayudado en sus tareas diarias: preparar la comida, realizar las encomiendas de limpieza y cuidado de la casa, participar con ellos en su ocio y tiempo libre, etc.\u00a0 Para ellos, todas las personas que participan en la fundaci\u00f3n son su \u201c segunda familia\u201d, los que les acompa\u00f1an y cuidan . Al fin y al cabo, los chicos sufren la pena de no estar con sus familias verdaderas, ya que por diversas circunstancias han tenido que salir de ellas. Con ello, ha sido muy esperanzador ver la ilusi\u00f3n y la fe de todos los trabajadores y voluntarios que se vuelcan d\u00eda a d\u00eda en el quehacer diario de los menores. Entre todos, estoy segura que abr\u00edamos caminos de esperanza a muchos j\u00f3venes. Todos ellos creen en ellos y se esfuerzan por darles oportunidades para poder tener una vida mejor, ya que la que intentan dejan atr\u00e1s no lo era.\u00a0<\/span><\/p>\n Adem\u00e1s, en nuestro periodo como voluntarias tambi\u00e9n hemos podido colaborar dentro de otro proyecto en la casa \u201cJuanito Bosco\u201d, que brindaba un espacio para que los ni\u00f1os y ni\u00f1as acudieran a llevar a cabo sus tareas escolares, jugaran y recibieran un plato de comida diario. Todo ello en el seno de una comunidad afroamericana con muy bajos recursos econ\u00f3micos instalada y asentada desde hace a\u00f1os en barrio Nigeria, dentro de Guayaquil (Ecuador). Los ni\u00f1os que acuden a la fundaci\u00f3n, viven, con suerte, bajo techos de familias desestructuradas y donde la droga, el sicariato, la delincuencia y el narcotr\u00e1fico son su pan de cada d\u00eda. Es aqu\u00ed donde te das cuenta de que de poco o nada sirven tus conocimientos en el \u00e1mbito educativo o todo lo que t\u00fa les quieras ense\u00f1ar, si su realidad es la de que apenas cuentan con ropa para vestirse, l\u00e1pices para realizar las tareas o comida que llevarse diariamente a la boca.\u00a0<\/span><\/p>\n Pero no solo eso, tambi\u00e9n pudimos conocer y participar en diferentes proyectos que llevan a cabo los salesianos que se encuentran en casa Don Bosco, como es la entrega de comida una vez por semana a chicos drogodependientes que viven en las calles o la construcci\u00f3n de una casa para un chico del centro de acogida, de modo que pueda regresar con su familia.\u00a0<\/span><\/p>\n Todo ello, le recoloca a uno en el sitio, y le hace sentir, en primer lugar, afortunado de su realidad en el pa\u00eds de origen y en segundo lugar, tremendamente vulnerable y emp\u00e1tico ante la situaci\u00f3n de sus iguales. Uno siente que nunca puede dar ni hacer lo suficiente para echar una mano, pero toda ayuda es agradecida de coraz\u00f3n por ellos.<\/span><\/p>\n Con ello, podemos concluir que ha sido una experiencia muy enriquecedora y positiva. Estando all\u00ed, sentimos el cari\u00f1o y afecto de todas las personas con las que convivimos y trabajamos y nos ha parecido vital, dar testimonio aqu\u00ed, de todo aquello que pudimos sentir en primera persona. Sin duda, nuestra estancia en Guayaquil nos hizo reflexionar sobre la dura realidad que viven y sufren a diario injustamente estos menores y, aunque suene a t\u00f3pico, nos hizo valorar, m\u00e1s si cabe, todo lo que nos rodea. Todo ello nos ha motivado a seguir colaborando con diferentes proyectos solidarios en nuestra casa de origen y a involucrarnos en peque\u00f1as acciones para ayudar desde aqu\u00ed a conseguir una mejor calidad de vida para ellos. Animamos a todas las personas que tengan la ilusi\u00f3n de realizar un voluntariado, porque verdaderamente ha sido un privilegio poder vivir est\u00e1 experiencia.\u00a0<\/span><\/p>\n Soy Haizea Ramos de 27 a\u00f1os y vive en Barakaldo ( Bizkaia).\u00a0 <\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":745,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"on","_et_pb_old_content":" Soy Haizea Ramos y tengo 27 a\u00f1os y vivo en Barakaldo ( Bizkaia).\u00a0 Trabajo como profesora de pedagog\u00eda terap\u00e9utica en el centro de Salesianos Deusto y llevo trabajando en el centro desde hace cinco a\u00f1os.\u00a0<\/span><\/p> A lo largo de mi vida, he hecho diferentes voluntariados con diferentes asociaciones y entidades, en las que he conocido la satisfacci\u00f3n de dar lo mejor de ti a los dem\u00e1s, sin esperar nada m\u00e1s a cambio que su agradecimiento. Compartir tu tiempo con los dem\u00e1s, sobre todo con personas que m\u00e1s lo necesitan, es una de las cosas m\u00e1s enriquecedoras. Durante a\u00f1os pens\u00e9 en realizar un voluntariado internacional, donde poder conocer realidades muy diferentes, pero no tan lejanas como pensamos. Pero por falta de tiempo, pandemia\u2026 no fue posible realizarlo hasta este verano.\u00a0<\/span><\/p> As\u00ed, despu\u00e9s de un a\u00f1o de preparaci\u00f3n junto con otros voluntarios, en marzo me comunicaron que finalmente viajar\u00eda junto con una compa\u00f1era y amiga a realizar nuestro voluntariado, y el pa\u00eds de destino fue Ecuador. M\u00e1s concretamente a Guayaquil, a un centro de acogida perteneciente a la fundaci\u00f3n Don Bosco, Ecuador.\u00a0<\/span><\/p> Durante nuestras cinco semanas de estancia en Guayaquil se nos ha brindado la oportunidad de colaborar en distintos proyectos, la mayor\u00eda de ellos ligados a nuestra labor profesional diaria, como es aquella que tiene que ver con el \u00e1mbito educativo.<\/span><\/p> En este tiempo, nos hemos alojado en Casa Don Bosco, un centro de acogida de menores que se ha convertido en el hogar de muchos ni\u00f1os de la calle, y es precisamente all\u00ed donde pudimos echar una mano. M\u00e1s concretamente, en la escuela que se encuentra inserta en el propio centro de acogida, y donde cada ni\u00f1o que acude a diario arrastra consigo la mochila del analfabetismo y la pobreza. Con ello, se ha convertido en un verdadero reto ense\u00f1ar a leer y escribir a ni\u00f1os de entre 12 y 16 a\u00f1os, que adem\u00e1s, a duras penas consiguen encontrarle el sentido a adquirir tal conocimiento, dado que hasta ahora sus esfuerzos se han centrado en sobrevivir en la calle, y all\u00ed, las letras no eran su principal preocupaci\u00f3n.<\/span><\/p> Pero no solo hemos colaborado en la escuela, tambi\u00e9n hemos podido convivir con los menores d\u00eda a d\u00eda en su casa de acogida, donde nos han recibido con ilusi\u00f3n y cari\u00f1o. As\u00ed, les hemos ayudado en sus tareas diarias: preparar la comida, realizar las encomiendas de limpieza y cuidado de la casa, participar con ellos en su ocio y tiempo libre, etc.\u00a0 Para ellos, todas las personas que participan en la fundaci\u00f3n son su \u201c segunda familia\u201d, los que les acompa\u00f1an y cuidan . Al fin y al cabo, los chicos sufren la pena de no estar con sus familias verdaderas, ya que por diversas circunstancias han tenido que salir de ellas. Con ello, ha sido muy esperanzador ver la ilusi\u00f3n y la fe de todos los trabajadores y voluntarios que se vuelcan d\u00eda a d\u00eda en el quehacer diario de los menores. Entre todos, estoy segura que abr\u00edamos caminos de esperanza a muchos j\u00f3venes. Todos ellos creen en ellos y se esfuerzan por darles oportunidades para poder tener una vida mejor, ya que la que intentan dejan atr\u00e1s no lo era.\u00a0<\/span><\/p> Adem\u00e1s, en nuestro periodo como voluntarias tambi\u00e9n hemos podido colaborar dentro de otro proyecto en la casa \u201cJuanito Bosco\u201d, que brindaba un espacio para que los ni\u00f1os y ni\u00f1as acudieran a llevar a cabo sus tareas escolares, jugaran y recibieran un plato de comida diario. Todo ello en el seno de una comunidad afroamericana con muy bajos recursos econ\u00f3micos instalada y asentada desde hace a\u00f1os en barrio Nigeria, dentro de Guayaquil (Ecuador). Los ni\u00f1os que acuden a la fundaci\u00f3n, viven, con suerte, bajo techos de familias desestructuradas y donde la droga, el sicariato, la delincuencia y el narcotr\u00e1fico son su pan de cada d\u00eda. Es aqu\u00ed donde te das cuenta de que de poco o nada sirven tus conocimientos en el \u00e1mbito educativo o todo lo que t\u00fa les quieras ense\u00f1ar, si su realidad es la de que apenas cuentan con ropa para vestirse, l\u00e1pices para realizar las tareas o comida que llevarse diariamente a la boca.\u00a0<\/span><\/p> Pero no solo eso, tambi\u00e9n pudimos conocer y participar en diferentes proyectos que llevan a cabo los salesianos que se encuentran en casa Don Bosco, como es la entrega de comida una vez por semana a chicos drogodependientes que viven en las calles o la construcci\u00f3n de una casa para un chico del centro de acogida, de modo que pueda regresar con su familia.\u00a0<\/span><\/p> Todo ello, le recoloca a uno en el sitio, y le hace sentir, en primer lugar, afortunado de su realidad en el pa\u00eds de origen y en segundo lugar, tremendamente vulnerable y emp\u00e1tico ante la situaci\u00f3n de sus iguales. Uno siente que nunca puede dar ni hacer lo suficiente para echar una mano, pero toda ayuda es agradecida de coraz\u00f3n por ellos.<\/span><\/p> Con ello, podemos concluir que ha sido una experiencia muy enriquecedora y positiva. Estando all\u00ed, sentimos el cari\u00f1o y afecto de todas las personas con las que convivimos y trabajamos y nos ha parecido vital, dar testimonio aqu\u00ed, de todo aquello que pudimos sentir en primera persona. Sin duda, nuestra estancia en Guayaquil nos hizo reflexionar sobre la dura realidad que viven y sufren a diario injustamente estos menores y, aunque suene a t\u00f3pico, nos hizo valorar, m\u00e1s si cabe, todo lo que nos rodea. Todo ello nos ha motivado a seguir colaborando con diferentes proyectos solidarios en nuestra casa de origen y a involucrarnos en peque\u00f1as acciones para ayudar desde aqu\u00ed a conseguir una mejor calidad de vida para ellos. 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