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- Transgredir.Antes de los veinte hay que ser rebelde, proclaman. Claro que hoy la rebeldía suena a cosa de márketing, a anuncio de vaqueros. En cualquier caso, es el momento de romper moldes de forma divertida y con un poco de mala intención.
- Sacar tiempo.En el momento en que uno siente que es demasiado viejo para hacer una cosa, hay ._ que hacerla.
- Viajar,y quedarse una temporada.Aupair en Londres, pinche de cocina en París, okupa en Berlín, camarera en Nueva York… Es la mejor escuela. Siempre habrá tiempo de volver a casa por Navidad. También sirve tirar de Interrail.
- Leer.La mejor (y más barata) forma de comenzar a expandir la mente. No hay que hacerle ascos a nada: cómics, best-sellers, superclásicos… Los primeros libros se recuerdan toda la vida.
- Aprenderun idioma o idiomas. Cuanto más joven, mayor capacidad de aprendizaje. ¿Quién ha visto a un alto ejecutivo en una clase de inglés? Aplicar el cuento a la informática.
- Encauzarla vocación. No conviene despistarse; hay que descubrirla a tiempo. Si no, uno nunca sabrá lo que hubiera podido llegar a ser. Y si la dura realidad deshace los sueños profesionales, aún quedan opciones. Todo con tal de no arrastrar una frustración.
- Viviruna aventura. Aunque sea de mentirijillas. Visitar un paraje con leyenda, ir a un cementerio de noche… El rito iniciático por excelencia.
- Tantearla sexualidad. Información, información y más información. El sexo antes de los veinte es, ante todo, experimental pero, cuando uno menos se lo espere, la curiosidad habrá dado paso a la diversión. Eso sí, que sea siempre segura.
- Posicionarseante Dios. A muchos les lleva toda la vida, por eso hay que empezar cuanto antes. Es recomendable ir pensando cómo se va a alimentar el espíritu.
- iA mojarse!No se trata de salvar el mundo, pero al menos sí revolucionarlo un poco. Hay que preguntar, reivindicar, denunciar. Es el momento de montarla.
- Darlecancha a la adrenalina. Pero, ojo, sin llegar a la sobredosis. Riesgo, pero con inteligencia: puenting, raffting, carreras de coches en el Jarama…
- Soloen casa. Tomarse un respiro de la familia y en su propio terreno, vaya una hazaña. La ocasión la pintan calva para invitar a los amigos. ¡Fiesta! Otro gran momento iniciático, sí señor.
- Montárselode artista. Enrolarse en un grupo de teatro, montar un grupo de música, hacer cortometrajes, fotografía…
- Decorarse.Los ingleses dicen «vístete según tu edad, no según tu número de zapatos». Pues eso, a lucir como elmas pintón de la ciudad.
- Hacerun fanzine. El propio universo, al descubierto y publicado por uno mismo, aunque sea en una cutre revista hecha a base de fotocopias y fotocopias.
- Disfrutarla noche. El Dr. Jeckyll encuentra a Mr. Hyde en la pista de una discoteca, y se hacen amigos, que el fragor decibélico no significa incomunicación.
- Encontrara los amigos. A los de verdad, claro. Los de estos años son los que suelen durar para siempre.
- Sergregario y codearse con las multitudes. Para eso están los conciertos, las manifestaciones, loshappenings, las fiestas… Conectarse, esa es la cuestión.
- Pasarun día de sol a sol. Aunque sólo sea uno, sin dormir, ahora que el organismo aguanta. El día tiene 24 horas.
- Equivocarse.Una y otra vez. La perfección es un aburrimiento. Al fin y al cabo, se está en edad de aprender.
Rafa Rodríguez y Sara Sáez
PARA HACER
- Esta 20 propuestas han sido elaboradas porRafa Rodríguez y Sara Saéz dentro de «los 100 mandamientos» («La Revista», 25.2.96): claves, modas y vivencias que proponen vivir en cada edad para no quedar con asignaturas pendientes. ¿Estamos de acuerdo con esas propuestas para los jóvenes? Confrontarlas, criticarlas, ver qué valores hay por debajo de cada una de ellas, etc. (Nosotros las traemos aquí como documento sociológico… y material de trabajo para no dejarnos influir por las corrientes al uso).
- ¿Cuáles serían nuestras 20 propuestas para antes de los 20? ¿Y nuestras propuestas cristianas?
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