Dirección: Antonio Mercero (2003). Guión: Albert Espinosa y Antonio Mercero, con la colaboración especial de Ignacio del Moral; basado en la obra teatral «Los pelones» de Albert Espinosa.
 
El director Antonio Mercero cuenta con una larga experiencia, tanto en el mundo de las comedias para el cine –La guerra de papá (1977), Tobi (1978)– como en el de las televisivas –La cabina, Crónicas de un pueblo, Farmacia de guardia–. Destaca especialmente su atención a los niños y a los adolescentes. Aquí narra las peripecias de tres chicos que llevan ya tiempo internados en el hospital, enfermos de cáncer de huesos. Pero su vida, lejos de estar marcada por la angustia, está llena de correrías por el hospital, entrenamientos de baloncesto y escapadas al sol del patio. Lo que no les impide recibir con cariño al nuevo chico que llega a la planta con la sospecha de que la enfermedad se cierne sobre él.
► «A los directores siempre les gusta su película. Es mucho trabajo como para que al final no te guste, pero eso mismo te vincula profundamente y pierdes objetividad. Aunque yo creo que con ésta me pasa más que con otras, quizá porque la escritura del guión fue muy intensa y porque el tema es muy delicado. Me he metido mucho y me siento más vinculado que otras veces.» (Antonio Mercero, director)
Esa vinculación especial lo ha llevado al guión de Albert Espinosa, plagado de referencias autobiográficas: cómo afecta una grave enfermedad a los más jóvenes, los «pelones».
► «A un actor le hablas racionalmente, mientras que con un niño tienes que jugar, porque a veces ni siquiera saben leer ni escribir, como el protagonista de La guerra de papá, así que cómo van a aprenderse un guión. En aquel caso, con Lolo García, nos hicimos muy amigos antes de empezar la película, íbamos al parque de atracciones con su madre, para que el niño me cogiera cariño. Luego yo iba al rodaje con los bolsillos llenos de caramelos y con cuentos que les cogía a mis hijos, y jugaba con él: mira, si dices esto bien, te doy un cuento. ¿Sí? Sí (y va poniendo distintas voces en directo). Y él era listo, y como aquello era un juego, lo hacía muy bien, no perdía espontaneidad: yo me sentía como una especie de domador en el circo. Y ahora con Cuarta planta se han dado escenas similares, con mucha ternura, por ejemplo la de un chaval que le pregunta a Juanjo Ballesta («El bola»): ¿Por qué no tienes pierna?» (Antonio Mercero)
Miguel Ángel, Izan, Dani y Jorge campan a sus anchas por las habitaciones, las salas y los largos pasillos del edificio. Se gastan bromas, comentan las últimas novedades, se intercambian los platos de comida, esperan lograr vencer a los rivales. ¿Se diferencian en algo de otros grupos de su edad? Las cabezas rasuradas, los «pelones», y las batas de quienes los cuidan nos sitúan en un hospital.
► «Cuando los llamé no sabían de qué iba la cosa. Fui haciendo pruebas y al final les tuve que decir, mira, tenéis que cortaros el pelo, y ellos, ¿por qué? (voz de adolescente). Pero lo asimilaron muy bien, no se asustaron, aprendieron a andar en silla de ruedas con toda naturalidad, no hemos necesitado ni un extra, los chavales aprenden todo rapidísimo.» (Antonio Mercero)

Augusto Fernández

 
Pistas para la reflexión

1. ¿En qué se nota que la obra original es un libreto de teatro: espacios, escenas, personajes, diálogos? ¿Se enriquece con los medios cinematográficos o se queda en mera ilustración? ¿Cuáles son las secuencias mejor resueltas? ¿Y las peores?
   2. ¿La película trata adecuadamente el problema de la enfermedad? ¿Qué aspectos desarrolla mejor? ¿En qué otros resulta insuficiente?
   3. ¿Predomina el tratamiento dramático o el cómico? ¿Qué secuencias incluiríamos en cada uno de esos apartados? ¿Es el mismo tono que hubiéramos utilizado nosotros? ¿Por qué?
2. ¿Cómo están caracterizados los enfermos? ¿Qué rasgos individuales destaca en cada uno? ¿Hay alguno que ejerza el liderazgo? ¿De qué manera?
3. ¿Qué opinan los adultos de los enfermos? ¿Cuál de ellos aborda mejor el problema? ¿Los ayudan a superar la enfermedad?
   6. ¿El final de la película es abierto o cerrado? ¿Qué imaginamos que sucederá después en el hospital?