[vc_row][vc_column][vc_column_text]José Luis Chinchilla
José Luis Chinchilla es Doctor y Profesor Titular en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga.
Síntesis del Articulo.
El deporte, como todo fenómeno humano, es fiel reflejo de la sociedad en la que nace y se desarrolla. De un modo especial en nuestras sociedades modernas está al servicio del interés y de los beneficios económicos de unos pocos.
Sin embargo hay otra visión y otro uso del deporte, orientado mas bien hacia la consecución de un mundo y una sociedad mejores. El juego y los deportes poseen la virtud de desarrollar capacidades en los niños y jóvenes de gran importancia: el sentido cooperativo de la actividad humana, el disfrute personal y grupal por encima y al margen del éxito, la integración de los más desfavorecidos, el respeto y la valoración de los demás y de las reglas que rigen las relaciones humanas etc. Como puede verse hay otra cara del deporte distinta a la que nos presenta el consumo desmesurado actual.
- Realidad actual del deporte
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l deporte como tal, se inicia en el mundo anglosajón con la idea de favorecer y compensar el déficit de actividad física que los estudios producían en los estudiantes.
En una sociedad donde las clases sociales aparecían claramente diferenciadas, la clase dominante, que disponía de mayor tiempo libre, necesitaba realizar otras actividades que compensaran y que justificaran la necesidad de realizar actividades físicas compensatorias.
Es entonces cuando de una necesidad de recreación y diversión van apareciendo determinados deportes que se extenderán por todo el imperio anglosajón y países de su entorno.
El medio fundamental fue a través de las colonias y de los grupos de poder y militar. Son estos últimos los que más necesitan de las actividades físicas para mantenerse en forma durante los periodos de paz, a la vez que necesitaron de los propios nativos del lugar para el mejor desarrollo de estas actividades.
En muchos de los casos estos deportes, como por ejemplo el fútbol, en sus inicios fueron prohibidos en los lugares públicos ya que la agresividad que provocaban entre los jugadores proporcionaba situaciones de verdadero conflicto social.
Tras la creación de clubes deportivos y la normalización de estos deportes con reglas y organismos que estableciesen unos parámetros apropiados en el juego, se alcanzó una situación idónea para la extensión de éstos por todo el mundo, hasta llegar a las cuotas de participación actuales. Al ser una actividad colectiva permite, por lógica, desarrollar las mismas virtudes y defectos que en cualquier sociedad. Esto significa que a lo largo de la historia deportiva estas actividades tuviesen los mismos defectos que sus propios entornos donde se desarrollan.
La realidad actual no es diferente a la de otros momentos de la historia, todo lo contrario, en cada uno de los contextos en los que se ha situado el deporte, allí se ha usado por cada sociedad en su propio beneficio y para lograr los intereses de la sociedad en la que tenía que convivir.
Cierto es que aunque hubo sus detractores, también existieron aquellos que lucharon por los principios que en su nacimiento inicial el deporte trajo como esperanza de un mundo mejor. Desde los principios de mejorar la salud que fue de los primeros que se desarrollaron en las escuelas, hasta los de relación con los iguales y con los más diferentes, pasando por el respeto a los demás, y otros que más adelante veremos. Por lo que nos hacemos las siguientes preguntas:
- Cuál es la actual situación del deporte en nuestra sociedad?
- Alcanza los objetivos que todos deseamos?
- Está rindiendo honores sólo a los que viven de él?
- En que medida somos todos culpable de esta situación?
- Participamos de forma directa en que el deporte sea un beneficio para esta sociedad?
- 1. El deporte en la sociedad moderna.
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l analizar los pormenores por lo que el actual deporte transcurre, sería sobre todo muy atrevido por mí parte, ya que son muchos los factores que inciden en el que no podrían ser analizados de forma real ya que la extensión y la polémica de cada uno de los temas así lo requeriría. Por ello en mí modesta opinión es más aconsejable analizar el estado de la situación y que cada uno extraiga sus propias conclusiones.
En nuestra sociedad, prevalece desgraciadamente, los intereses económicos a los humanos, los individuales a los colectivos y el desarrollo industrial, tecnológico y competitivo al cooperador y natural.
Por otra parte debemos de observar que el deporte posee todos estos aspectos y por tanto aquella sociedad que se preste a utilizarlo como un medio de consumo puede reflejar solo los más perversos y arriesgados de la actividad deportiva, como son:
- La competición pura y dura es vencer al hombre sobre el hombre. En vez de ser usada como el medio de lograr aprender los unos de los otros con el fin de la superación y no de la destrucción y el olvido o la humillación.
- La lucha de poder. Permanente desarrollo técnico para vencer y ser el mejor. En vez de encontrar el camino del encuentro con los demás y de su cooperación.
- El gran negocio. El deportista se convierte en un gran mercenario donde se es del color que más paga. El deporte sirve para algo más que para servir de negocio es una actividad lúdica dónde el hombre desarrolla sus mejores cualidades humanas y participa con los suyos en bien de todos.
La sociedad actual ha entendido mal el mensaje pero no es culpable sino víctima de la utilización de los medios como negocio especulativo. Semejante contexto impide ver el verdadero sentido que se le puede dar al deporte, y si me apuran, se bloquean los sentidos para hacer bueno lo que no es correcto.
Realmente solo se observa un problema de interferencia, ésta aparece entre la sociedad que recibe una información orientada hacia los intereses políticos y económicos y aquellos que desean que el deporte sea un beneficio para todos, en cuanto salud y respeto a los valores educativos y sociales que puede llegar a generar.
Existen otras formas de hacer deporte que son más cotidianas sobre todo en algunas zonas rurales. Son los deportes y juegos populares autóctonos y tradicionales, los transmitidos de generación en generación, por regla general de forma oral. Los juegos tradicionales de reglas constituyen un modelo de juego que se configura por la tradición y el convenio. Son juegos transmitidos entre generaciones y que sirven para colaborar al aprendizaje de las pautas culturales, las cuales comportan las normas sociales y, entre ellas, las reglas de los juegos son una expresión más de la dinámica de organización social.
Estas ventajas que el juego popular puede aportar, son suficientes para que podamos comprender la importancia que éstos pueden tener dentro del desarrollo educativo. Sólo en este campo el juego popular y tradicional, se relaciona con el conocimiento y desarrollo del propio cuerpo, y a través de éste, con el dominio que los niños y jóvenes van ejerciendo progresivamente sobre el medio que les rodea. El juego involucra aspectos perceptivos, expresivos, comunicativos, afectivos y cognitivos.
- El deporte oportunidad para la convivencia
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l deporte por sus características universales permite desde una perspectiva general la integración de los diferentes grupos sociales, étnicos, profesionales y de un desarrollo psíquico y físico diferenciados. Podemos observar que cuando se estudia la realidad del deporte, la tendencia es a realizarlo desde una perspectiva etnográfica. Pero nos olvidamos de los grandes protagonistas, los niños y niñas, sujetos que poseen sus propias percepciones y pensamientos sobre el juego tradicional en el contexto social y en el contexto escolar, y que deben tener también su espacio de expresión; por ello debemos indagar en el concepto de juego que poseen los niños y niñas de cada región y contexto.
Retomando el tema de los juegos tradicionales, ellos son el primer contacto con los demás y nos permiten desarrollar mejor los lazos de unión entre los pueblos y las personas. Éstos acompañan al ser humano desde la infancia hasta la vejez. Se juega a cualquier edad. Los juegos se adaptan al crecimiento del individuo ayudándole a cubrir de forma natural las necesidades que se le plantean tanto físicas (motrices) como sociales (de relación) individuales o colectivas.
Pero la adaptación de los deportes y juegos tradicionales y populares no es exclusiva de sus protagonistas ya que el tipo de juego lo determinará, no sólo la edad y el género de los jugadores, sino los entornos que “manipulan” ¿a qué?, ¿con quién?, ¿dónde ?, ¿cuándo y cómo se juega? Esto hace que los deporte y los juegos formen parte inseparable de la propia evolución de la sociedad, convirtiéndose en hechos cotidianos de carácter cultural.
La sociedad actual necesita reconocer una serie de valores que gracias a los nuevos hábitos de relación han sido sustituidos por otros bien distintos, y que conducen a la indiferencia ante los demás, declarando el egocentrismo como lo esencial.
Es curioso como antes podíamos hablar de lo nuestro con plena sinceridad y es ahora, cuando más libertad hay, cuando escondemos nuestros sentimientos, inducidos por la generación de valores donde prima lo estético y superficial. Es por eso que el juego de forma inicial sea rechazado por aquellos que tienen esa rara costumbre de no participar con los demás de sus vidas. El juego y el deporte en su esencia, despiertan las más profundas sensaciones del hombre y de la mujer, así como la posibilidad de establecer lazos de relación humana. Todos hablamos de las buenas cualidades que posee el juego y el deporte pero pocas veces analizamos cuales son de forma concreta.
El deporte y el juego desarrollan elementos de relación fundamentalmente. Existen unas normas que todos debemos de respetar, al igual que en nuestra sociedad y en todas en general, también nos exige un continuo esfuerzo, una permanente relación con los demás, tanto como componentes de nuestro grupo como del adversario. Adversario que otro día puede ser nuestro compañero de equipo, como ocurre cuando sorteamos los equipos en juego. A nivel personal encontramos las mejoras de la autoestima, de la capacidad en el esfuerzo, y sobre todo de la participación y el estar con todos.
- El Deporte y el juego como medio educativo.
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l deporte y el juego en los niños no debe quedar a una actividad aislada, sino que deben servir al proceso educativo y liberador de energía y de autoestima.
No debe reducirse a un recurso, sino que debe emplearse de forma coherente dentro del proceso educativo. Cuando ponemos en práctica un deporte o un juego debemos intentar desarrollar una serie de objetivos de carácter general que permitan proporcionar a dicha actividad una intervención pedagógica acertada. Destacamos las siguientes:
- Proporcionar momentos de alegría, placer y diversión.
- Favorecer la integración y la socialización de la persona a través de su participación en juegos y actividades de tipo lúdico.
- Ofrecer un medio de ocupación del tiempo libre para los niños.
- Intentar acercarse a esos deportes y juegos tradicionales de cada región que son un bien cultural y una expresión de las formas recreativas de cada rincón de la geografía mundial.
- Desarrollar la creatividad de los niños a través de la invención de nuevos juegos.
- Potenciar las dimensiones de los deportes y juegos dentro del desarrollo infantil y juvenil.
- Fomentar el espíritu crítico frente a la manipulación de los medios de comunicación y de las personas que distorsionan de alguna manera el ideario deportivo y el verdadero refuerzo de los juegos.
- Inculcar actitudes de participación, cooperación y respeto hacia el adversario, intentando evitar las situaciones de competitividad.
- Aprender a utilizar todos los medios y recursos disponibles a la hora de realizar un deporte o de un juego.
- Intentar desarrollar como educadores la investigación, análisis y creación de formas más adaptadas en los deportes y en los juegos.
- Aprovechar el deporte y el juego como uno de los elementos esenciales para mejorar la coeducación, con modificaciones de deportes y juegos que faciliten el desarrollo de los mismos sin diferencias de sexo.
Como podemos observar las posibilidades educativas de los deportes y de los juegos son muy variadas y extensas, por lo que hemos recogido un numero limitado de las mismas pero que han tenido un gran éxito en nuestras acciones pedagógicas.
- Directrices básicas para el uso y disfrute de los deportes y de los juegos
4.1. Condiciones «educativas» del deporte y el juego
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l conocimiento de juegos populares y tradicionales de su comarca y la práctica de los mismos se completa con la descripción oral, gráfica y escrita.
La práctica de juegos de campo, de exploración, de orientación y de aventura en el entorno próximo y medio podrá favorecer el reconocimiento de los recursos y posibilidades del entorno inmediato para la práctica del juego.
La elaboración de normas y reglas para diferentes juegos podrá acompañarse de la anteposición del placer de jugar al de ganar, así como el habituarse a ganar y a perder con naturalidad, favoreciendo la posibilidad de discernir entre oposición y rivalidad o menosprecio.
En los diferentes juegos y actividades predeportivas y deportivas serán de interés tratar la aceptación del nivel de destreza y reconocimiento de las propias limitaciones.
El reconocimiento y la comprensión del juego como fenómeno social y cultural podrá basarse en la recopilación de información relativa a los juegos populares, tradicionales y autóctonos de la comarca y analizando la incidencia en las relaciones personales y sociales. Ello introducirá la valoración de las posibilidades que el juego posee en el empleo del tiempo de ocio y recreo.
En juegos predeportivos y adaptados se podrá favorecer la utilización de las habilidades genéricas y específicas (botes, conducciones,…)
A modo de información, vemos interesante saber cuáles son las características de los alumnos de entre los 6-10 años para poder aplicar los contenidos y procedimientos con una mayor eficacia y precisión. De este modo podemos decir que éstos toman conciencia global de su cuerpo, tanto en reposo como en movimiento. Mediante el desarrollo de sus posibilidades por medio del juego llega a valorar su realidad corporal, adquiere toma de conciencia del tono y relajación muscular, en definitiva, se consolida el esquema corporal, que implica que ambos sexos están preparados para la incorporación de tareas técnico-deportivas, siempre que cuenten con experiencias variadas de movimiento.
Es capaz de apreciar correctamente las trayectorias y velocidades de móviles en situaciones de juego. (Estructura espacio-temporal)
Sistematiza todos los hábitos de higiene corporal y postural, así como la correcta utilización de espacios y materiales.
Reproduce escenas cotidianas o representa modelos de conducta previamente establecidos, es capaz de transmitir sensaciones, ideas y estados de ánimo a través del gesto.
En estas edades existe un buen desarrollo de la coordinación, habilidad y velocidad. Aproximadamente desde la edad de los 11 años comienza a marcarse los perfiles motores diferenciales de cada sexo, así como un crecimiento rápido de los huesos a lo largo; retrasando el desarrollo muscular, esto va a producir una discordancia entre estatura y fuerza muscular.
Se da cuenta de lo que supone el esfuerzo prolongado, corto e intenso y, por tanto, es capaz de dosificarlo y adaptarlo a sus posibilidades tanto físicas como motrices.
Puede adaptar sus capacidades de movimiento y utilizar la estrategia adecuada a las diferentes situaciones que se le presentan en la actividad física o con diferentes materiales.
Es sociable y, por tanto, gusta de participar en las actividades jugadas con el resto de compañeros; esto sirve de apoyo para conseguir que no sean rechazados algunos compañeros en los juegos por sus características personales.
4.2. ¿Qué pretendemos con el juego?
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ntes de hablar de los conceptos, procedimientos y actitudes, vamos a especificar los objetivos generales del juego.
Con respecto al conocimiento y desarrollo corporal nos encontramos con los siguientes objetivos:
- Resolver situaciones que exijan una percepción espacio-temporal más compleja mediante la introducción de elementos nuevos y en mayor movimiento.
- Resolver problemas motrices que exijan el análisis de los estímulos del entorno, la selección de las conductas más eficaces, el dominio de destrezas motoras y análisis de los resultados producidos.
- Transmitir sensaciones, ideas, estados de ánimo y mensajes sencillos a través del lenguaje corporal y ser capaz de entender y contestar los de los demás aumentando la complejidad de los mensajes expresados.
Con relación a la salud corporal los objetivos que podemos observar son:
- Adoptar hábitos higiénicos y posturales concretos en la vida cotidiana y en la propia actividad física en consonancia con los ciclos anteriores.
- Valorar la actividad física como fuente de salud.
- Participar en diversos tipos de juegos, aceptando las normas y el hecho de ganar o perder como algo propio de la actividad, cooperando con sus compañeros u oponiéndose a ellos en las ocasiones necesarias, de forma no agresiva.
Con respecto al desarrollo de los juegos en estas edades tenemos que diferenciar entre conceptos, procedimientos y actitudes.
Los conceptos que deben ser tratados son:
- Juegos adaptados y de iniciación deportiva.
- Reglas básicas de los deportes adaptados y de iniciación deportiva.
- Juegos populares y tradicionales. Conocimiento de los más característicos de su región.
En relación con los procedimientos, debemos citar:
- Práctica de juegos en los que el reglamento presente mayor dificultad en factores de espacio y tiempo de acción. ( Ejemplo: por grupo, un grupo de niños deberá coger al resto de la clase, en el menor tiempo posible y dentro de un espacio determinado).
- Práctica de juegos en los que el individuo elabore diferentes estrategias de juego y adopte la más apropiada a la circunstancia.
- Habilidades básicas de iniciación deportiva en situaciones de juego: desplazamientos y cambios de dirección, adaptación y manejo de balones, lanzamiento y recepción de balón, marcaje, desmarque y bloqueo.
- Práctica de deportes adaptados: mediante flexibilización de las normas de juego. Ejemplo: minivolei, futbito, etc.
- Recopilar información sobre los juegos populares y tradicionales, además de continuar practicándolos de forma habitual.
- Práctica de juegos de campo, de exploración y aventura: Ejemplo: «El rastreador», circuitos de orientación.
Con respecto a las actitudes que se deberían fomentar:
- Participación en diferentes tipos de juegos considerando su valor funcional o recreativo por encima de los estereotipos. Por ejemplo: aceptación y participación en los juegos de iniciación deportiva y adaptados, que son necesarios antes que los deportes.
- Sensibilidad y aceptación ante los diferentes niveles de destreza, tanto en sí mismo como en los otros en la práctica de juegos de todo tipo.
- Respeto al reglamento de los juegos de iniciación deportiva y adaptados. (Ejemplo: delimitaciones de tiempo en el juego. Actitud de respeto hacia el árbitro y las decisiones tomadas por él).
- Aceptación, dentro de una organización en equipo, del papel que corresponda desempeñar como jugador, independientemente de su capacidad y habilidad motriz.
- Valoración de las posibilidades como equipo y de la participación de cada uno de sus miembros con independencia del resultado obtenido.
- Confianza en las propias posibilidades y valoración de las mismas en la elección de las actividades para el empleo del tiempo de ocio y recreo.
- Aceptación del reto que supone oponerse a otros en situaciones de juego sin que ello derive en actitudes de rivalidad y menosprecio.
Como podemos observar el juego y el deporte son fuentes de cultura, y deben unir a los jóvenes estableciendo fórmulas de solidaridad y de humanismo, huyendo del consumo desmesurado y de los muchos despropósitos con los que, desde él, se estimula a la sociedad. q
José Luis Chinchilla
estudios@misionjoven.org
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