Trabajando por la naturaleza

1 marzo 1997

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El día 21 de marzo se celebra el «Día del árbol». Marzo, por otra parte, es un mes muy pro­picio para realizar actividades relacionadas con la defensa de la naturaleza. Presentamos aquí, respetando sus mismas palabras, la sencilla experiencia de un grupo de chicos y chicas de Vi go que forman el «Club Ecologista» del Colegio de las Calasancias. Cuanto sigue, por tanto, ex­presa el interesante intento de este grupo para sensibilizarse y sensibilizar a los demás respec­to a la educación medioambiental.
 
«El Club Ecologista de las Calasancias fue creado por Miryam Garabal -su presidenta-, Ma­ría Bóveda -la vicepresidenta- y nuestra secretaria, Alba Bello. Inicialmente pensábamos que se trataría de un pequeño pasatiempo que se desharía a la semana siguiente. Pero no fue así. Han pasado dos años desde la primera reunión y todavía seguimos al pie del cañón, como se suele decir.
Por nuestra parte, la única meta y objetivo del club consiste en concienciar a las personas de nuestro entorno, enseñar a compañeros y compañeras a amar y respetar nuestro mayor te­soro: la tierra, la madre naturaleza. No obstante, la labor no es tan fácil como pudiera suponer se; siempre existen socios un poco ruidosos y alborotadores… De ahí que fijáramos tres reglas de oro: 1 / No molestar cuando los demás están hablando; 2/ Levantar la mano si se quiere ha­blar; 3/ Avisar con antelación de las ausencias previstas a cualquiera de las reuniones progra­madas.
 
Otro problema, además del que se esconde en lo apuntado, toca a la trivial realidad del abu­rrimiento. Teníamos que pensar en otras personas y en actividades. Nos pusimos manos a la obra intentado crear iniciativas para los niños y las niñas. Se nos ocurrió, por ejemplo, la idea de limpiar el pequeño jardín del colegio. Cargados de palas, rastrillos, bolsas de basura, etc., empezamos a descubrir la alegría que llevaba dentro el trabajo y, sobre todo, el ambiente de cooperación que se creaba a través de aquel sencillo trabajo. Después plantamos en el jardín los árboles de Navidad que quedaban tirados tras las fiestas.
De entre el conjunto de actividades que llevamos adelante, merece destacarse la revista que editamos cada año (Koala): la solemos sacar a mediados de abril y contiene datos de eco­logía, información sobre «experimentos ecológicos caseros», pasatiempos, etc. También incluimos en ella la publicación de los trabajos hechos por los socios y socias del club. Por cier­to, repartimos gratuitamente nuestro Koala a los niños y niñas con los que compartimos la educación medioambiental.
 
La marcha ordinaria de nuestro club se organiza en tomo a las reuniones semanales, los deba­tes y juegos. De vez en cuando, también celebramos nuestras fiestecillas. Al final, nuestra sensa­ción podría resumirse así: «nos sentimos bien, nos divertimos». Las pequeñas metas que orientan esta parte de nuestra vida nos están permitiendo unirnos a la naturaleza y a la gente, entre todos cada vez descubrimos más claramente la importancia de amar y respetar nuestro planeta».
 
Cordialmente,
Club Ecologista / Calasancias de Vigo[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

También te puede interesar…