Como atajar la violencia escolar

1 abril 1997

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La alarma por la inseguridad de alumnos y profesores, creciente en algunos países comu­nitarios, como el Reino Unido o Francia, ha im­pulsado a la presidencia holandesa de la Unión Europea (UE) a organizar, en cooperación con la Comisión Europea, la primera conferencia comunitaria sobre la violencia escolar. Más seguridad en la escuela, celebrada en Utrecht (Holanda), del 24 al 26 de febrero de 1997.
En el informe español, titulado La cara ocul­ta de la escuela y elaborado por el profesor de la UNED Juan Manuel Moreno, se afirma que el comportamiento antisocial en cole­gios e institutos tiene «un profundo arraigo en el entorno social y de la comunidad».
El creciente impacto social de los inciden­tes violentos cuyas víctimas o verdugos son alumnado impide que la situación en España siga razonablemente controlada en términos generales. De los datos más actualizados pueden obtenerse las siguientes pautas:

  • Cuatro de cada diez alumnos de 8 a 16 años se ha sentido alguna vez intimidado o maltratado por sus compañeros. La víctima suele elegir como confidente a un compa­ñero más a menudo que la profesor o a los mismos padres.
  • Los incidentes están causados por chicos mucho más a menudo que por chicas, pero las víctimas suelen ser tanto alumnos como alumnas. Si se trata de docentes, predomi­nan los ataques a profesoras.
  • El maltrato entre compañeros se da entre alumnos de todas las capas sociales.
  • La ofensa verbal y la intimidación abundar mucho más que la agresión física. Las víctimas de ataques físicos lo son frecuentemente por circunstancias arbitrarias o fortuitas. Hay escasas informaciones sobre agresiones de carácter sexual.
  • Los estudiantes son mayoritariamente conscientes de la existencia de malos tra­tos y agresiones, especialmente en ense­ñanza primaria. A partir de los 16 años, los incidentes son escasos, pero más graves.
  • Los profesores que sufren agresiones tien­den a ocultar los hechos para que no se ponga en duda su competencia profesional.

Para Juan Manuel Moreno, lo que se conoce sobre la violencia escolar «es sólo la punta de un enorme iceberg» que reproduce el sistema de valores y los modelos del entorno más cercano y de la sociedad. En la mayoría de los casos, «las víctimas sufren en silencio, los agresores quedar impunes y los demás alumnos están informados de lo que ocurre, pero no intervienen».
En la ponencia española se reconoce que «el hecho de que los centros, especialmente los de secundaria, hayan descuidado tradicional­mente los aspectos no académicos de la educación (desarrollo moral, integración so­cial, etc.) y hayan desatendido los procesos interpersonales de la convivencia provoca graves dificultades para dar una respuesta educativa al comportamiento antisocial».
PARA HACER

  1. Leer estos datos y propuestas tomados de «El País» (25.2.97). ¿Qué pensamos de ello?
  2. El texto no responde al título que hemos puesto. Responder nosotros: realizar diez propuestas para atajar la violencia escolar. Hacerlas públicas después: revistas escolares, cartas al director, en esteCuaderno Joven.

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