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1.  Aprende a ser tu propio mejor amigo. Procura paz interior y no hagas depender ni tu felicidad ni tu equilibrio psíquico de la opinión de los demás ni de las circunstancias, ya que son variables que no puedes controlar.

 

2.  Jamás pierdas el respeto a ti mismo, ni se lo pierdas a los demás. Sus acciones pueden ser lamentables, pero como per­sonas jamás deben ser menospreciados ni condenados.

 

3.  Las virtudes más rentables son la bon­dad, la benevolencia y la generosidad. Está en tus manos ser bondadoso con toda persona con quien trates y desearle lo mejor.

 

4.  Cualquier meta, logro u objetivo impor­tante te exigirá grandes dosis de ilusión, de entusiasmo y de tesón.

 

5.  La descalificación, el chismorreo, y espe­cialmente la calumnia y los falsos testimonios, acaban siempre por denigrar, descalificar y perjudicar más al ofensor que al ofendido. Puesto que toda perso­na tiene algo digno de mención, recono­cimiento y alabanza, haz lo posible por resaltar lo mejor en tu prójimo y le ayuda­rás a superarse y, además, te harás un gran bien a ti mismo.

 

6.  La expresión afable, alegre y sonriente y los gestos y modales de respeto, deferencia y consideración para con los demás, la naturalidad y la cortesía, son la mejor car­ta de presentación y crean el ambiente más propicio para resolver cualquier conflicto.

 

7. Haz buen uso del sentido del humor, in­cluso en las situaciones más críticas y preocupantes, pero jamás lo confundas con mofa o burla encubierta de otros.

 

8.  Adelántate siempre en las acciones de respeto y de ‘bondad. Sé tú el primero en romper el hielo y en mostrar gestos de acogida.

 

9.  En caso de duda, piensa mejor con tu mente emocional (con el corazón) que con tu mente racional. Estoy más del lado de Erich Fromm cuando afirma que «sólo podrá crearse una nueva sociedad si ocu­rre un cambio profundo en el corazón hu­mano».

 

10. Que la actitud mental positiva sea una .. constante en tu vida. Y mantén siempre abierta una puerta a la esperanza.

Bernabé Tierno

“Reinado Social” 789 (Mayo, 1997)

PARA HACER

 

1.  Estos puntos los formuló el autor a petición de un joven universitario que le pidió «unos consejos o ideas fundamentales para aplicar a mi propia vida en el futuro», con la promesa de hacerlos realidad. Leerlos y ordenarlos por orden de importancia según lo que a cada uno le vaya mejor.
2.  Hablar sobre cada uno de ellos y concretar cómo ponerlos en práctica.
3.  Focopiarlos, ampliarlos y colocarlos en un lugar visible donde se puedan revisar de vez en cuando.

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