Para los que vivimos en los márgenes de la sociedad es casi normal encontrarse con escenas como la que hoy traigo. Hace unos meses se formó un gran revuelo porque el New York Times publicó una foto de un hombre buscando en un contenedor… Desde las autoridades españolas se dijo que esa situación no era generalizada y que solo servía para dar una imagen negativa de España. Pues bien, en mi barrio, sí es una situación que cada vez se da con más frecuencia.
La imagen que ves en la portada de este número es real, no está preparada y se dio justamente a la puerta de mi casa. Una mañana cualquiera al salir para el centro en el que trabajo me topé con ella y móvil en mano inmortalicé el momento. He querido dar a la imagen ese toque de cómic para expresar lo que muchos creen, que estas situaciones no son reales, que forman parte de la ficción de cada día. Así, de este modo, realidad y ficción se entremezclan. En mi corazón me gustaría que fuese al revés, que la ficción superara a la realidad y que sólo hubiera que poner estas imágenes en los cómic, al igual que V de vendetta refleja una sociedad negra y sórdida.
Pero hay algo más de fondo en la imagen que quiero destacar, y espero que para el espectador no pase desapercibida. Y es la niña que está en el suelo. Ella hace lo que ve hacer a sus padres, que son los que buscan en los contenedores. Ella hace vida lo que es la vida de sus padres y lo hace de un modo normal, primero como juego, después como un modo de subsistencia, aunque sueño que no sea así. Ella ha sido educada así en la vida.
Por otro lado, muchos se refieren a la justicia social como algo que unos pocos hacen y que es de alabar. Mientras vivo mi vida de bienestar y estoy calentito en mi sofá, alabo la labor de muchas personas que trabajan, y en algunos casos pierden la vida, por los demás. Pero esa no es una actitud que surge espontánea: es algo que debe ser educado. Y, al igual que la niña de la foto hace lo que ve hacer a sus padres, ojalá nuestros hijos copien lo que nos ven hacer a nosotros. Si es estar tirados en el sofá, pues seguirán estando en el sofá de mayores; si es comprometerse por un mundo más justo y más humano, tal vez en unas generaciones no haga falta escribir líneas como esta.
Jotallorente