“Sin nombre” (2009). Dirección y guión: Cary Joji Fukunaga. Producción: Amy Kaufman. Música: Marcelo Zarvos |
Se trata de los azarosos viajes y la llegada a los Estados Unidos de unos emigrantes ilegales. La pertenencia a las bandas y las despiadadas reglas a las que son sometidos los miembros en favor de los dirigentes. Problemas que se entremezclan y arrastran a las víctimas a un destino inexorable.
“Al hacer el corto Victoria para Chino, que trataba de un camión lleno de emigrantes a los que abandonan y mueren sofocados en Victoria, Texas, cuando me documenté para el corto y rodé en México, entré en contacto con los emigrantes centroamericanos. Solemos pensar que la emigración se limita a México-Estados Unidos. Pero hay hondureños, guatemaltecos y nicaragüenses que viajan hacia el norte para entrar en México, y desde allí ir a Estados Unidos. Supe enseguida que quería contar en un largo todo lo que pasaba. Se convirtió en algo personal. El público tenía que verlo desde un punto de vista humano que nada tiene que ver con la política ni con el significado que dan a la emigración. El corto participó en el Festival de Sundance 2005 y me pidieron que presentara un guión al Laboratorio Sundance. Sólo disponía de dos semanas para escribir la primera versión. Me basé en la documentación que había conseguido para el corto, pero siempre supe que me faltaba mucha información y que pasaría por numerosas versiones. Sobre todo porque quería realismo.”
Sayra, Willy, Smiley, Lil’ Mago, Martha, el Sol, Leche, Mara Salvatrucha… Apodos y nombres. O, simplemente, los “Sin nombre”.
“La película habla de personas actuales, del momento. Viven su vida y han decidido buscar algo mejor. El Smiley quiere vivir en un círculo masculino. Se ha criado con su abuela y carece de imagen paterna. Casper, como miembro de los Mara, es su modelo. Puede que haya casos estándares entre los miembros de las bandas, pero creo que cada uno se une a la banda por motivos personales… Casper y Sayra intentan reconstruir la familia que nunca han tenido sobre el trasfondo de la emigración y de las bandas. Poco a poco desarrollan una confianza mutua, están muy unidos, pero al final de la película van a lugares muy diferentes.”
Son vidas jóvenes que se presentan brevemente ante nosotros en la pantalla y nos dejan con el malestar de lo que nunca tendría que haber sucedido.
“No era posible escribir Sin nombre sin saber lo que pasaba realmente. En el verano de 2005 me fui a Chiapas y a Tapachula con un par de amigos que habían trabajado en el corto para documentarnos. Hablamos con la policía. Fuimos a la cárcel para visitar a miembros de las bandas que se dedican al contrabando de emigrantes. Estuvimos en la frontera y vimos cómo cruzan el río Suchiate, que separa Guatemala de México. Hablamos con emigrantes en estaciones de tren y en refugios especiales. Hay uno reservado para las personas que se han hecho daño en los trenes, chicos de 16 años que han perdido una o las dos piernas, por ejemplo. Son personas que iban al norte en busca de una vida mejor para sus familias y ellos mismos, pero que ahora nunca irán más allá de donde están… Una noche, a las dos de la mañana en la estación de Tapachula, salté al techo de un vagón de mercancías con dos hondureños a los que había conocido la noche anterior. Les había invitado a quedarse unas horas en mi hotel en vez de esperar en la estación, un lugar peligroso. El tren cruzó Chiapas, y mucho de lo que transcurrió durante esas 27 horas, sobre todo durante las dos primeras, sirvió de base a los acontecimientos que se viven encima del vagón de Sin nombre. El atraco que tuvo lugar un par de vagones más allá, la camaradería de los emigrantes, todo eso enriqueció mi perspectiva.”
“Bueno, hay momentos dramáticos, de locura, pero ocurre en un instante, y desaparece como ha venido. Me sorprendió que fuera un viaje tan normal, tan como la vida diaria. Aprendí a verlo desde el punto de vista de los emigrantes; pueden pasar cosas buenas o malas, pero sólo es otro día y todos estamos en manos de Dios.
Los emigrantes con los que hablé sabían que el viaje y la vida que les esperaba serían duros. Ninguno creía que las calles tendrían adoquines de oro en Estados Unidos. Esa idea ya no existe. Se van para poder sobrevivir. En su país ganan 45 lempiras al día, pero una botella de leche cuesta 15. Mucha gente no gana bastante para alimentar a la familia en un país donde la economía se derrumba.”
Pistas para la reflexión 1. ¿Cómo es la vida en las bandas? ¿Qué leyes imperan? ¿Qué tipo de jerarquía se establece? ¿Qué ventajas proporcionan? ¿A qué precio? ¿Cuáles se dan en nuestra sociedad? ¿Qué semejanza guardan con lo que vemos en la pantalla? ¿Cómo influyen en la vida cotidiana? 2. ¿Qué buscan los emigrantes ilegales en los Estados Unidos? ¿Qué riesgos corren? ¿Cómo los tratan las autoridades y los habitantes de las poblaciones que atraviesan? 3. ¿Qué les sucede a Sayra, a Smiley, a Lil’ Mago, a Martha y a Willy? ¿Qué historias han vivido? ¿Cómo les ha influido en la forma de ser? ¿Qué lugar ocupan en la banda Mara Salvatrucha? ¿Qué nos indica el título Sin nombre? Augusto Fernández |