En el mes de junio, que es el final de curso para la mayoría de nuestro alumnado [en el hemisferio norte] es interesante ir despejando dudas e incertidumbres que pueden aparecer al acabar una etapa escolar.
Cambios de horario: El “paso” de Primaria a Secundaria supone un gran cambio en el alumnado. En nuestro centro se nota mucho en el horario de entrada y de salida del colegio: los de Secundaria entran una hora y media antes que los de Primaria y salen del centro por la mañana cuarenta minutos más tarde. Además tienen cuatro tardes “libres” sin necesidad de pasar por el centro escolar.
Otros cambios: Pero además hay otros cambios, grandes cambios, que ellos notan y los tutores y tutoras de 1º de ESO [Enseñanza Secundaria Obligatoria] también sufren con su alumnado:
- De un profesor-tutor que está con ellos en el tercer ciclo de Primaria entre 15 y 18 horas, se pasa a un tutoro tutora que está de 2 a 8 horas (¡de cincuenta minutos!) con ellos en toda la semana.
- Tienen que adaptarse a bloques de trabajo de 50 minutos, diferentes materias y diferente profesorado…, cada uno con sus normas y “manías”.
- Son considerarlos ya mayores y han de elegir más opciones, desde optativas hasta actividades extraescolares y complementarias…, en las que ya no se responde como “curso” sino como “alumno”.
- La relación con la familia es mucho menor (o mejor, menos continua) que en Primaria…
Podríamos escribir largas páginas de los cambios que se perciben en el cambio de etapa, pero el objetivo de esta lista es justificar lo que vive nuestro alumnado al cambiar de etapa que conlleva en muchas ocasiones cambio de edificio, de entrada al centro…
Acciones para facilitar el cambio: En nuestro colegio salesiano María Auxiliadora de Ourense, venimos percibiendo desde hace años este “salto”, de ahí que trabajemos con varias acciones para que el cambio sea lo menos perjudicial posible:
- Reunión de alumnos
En junio tenemos una reunión, dentro del horario escolar, con todo el alumnado del cole que está en 6º de Primaria, una representación de alumnos y alumnas de los mayores de la ESO (3º y 4º) y una representación del profesorado (algún tutor de 1º de ESO, el coordinador de pastoral y la orientadora). Hay una sencilla y breve presentación en la que participamos todos los nombrados anteriormente y, después de dejar unos minutos de comentario libre entre ellos, viene la auténtica lluvia de preguntas (¡estos sí que preguntan y de todo!). Algunas preguntas sorprenden y otras son las habituales. Se trata de eliminar ansiedades que se notan al hacer determinadas preguntas. Que esté presente alumnado mayor nos ayuda mucho a hablar el mismo lenguaje, a matizar y a relativizar lo que parecen grandes obstáculos.
- Convivencia entre alumnos
En primer día de clase entera, en septiembre, se tiene una convivencia escolar de tres horas con cada grupo de 1º de ESO con su tutor o tutora en un lugar distinto al aula. Con técnicas y juegos de conocimiento del grupo, del centro y de la etapa, vamos ayudando a formar grupo y eliminar problemáticas.
- Reunión con las familias
A finales de septiembre se organiza una reunión con todas las familias de cada grupo de 1º de ESO con su tutor o tutora para ayudar a las familias a resituarse y poder realizar todo tipo de preguntas prácticas para poder motivarlo, una vez que su hijo o hija experimentó la ESO durante más de dos semanas.
- Reunión de profesores
A mediados de la primera evaluación, a finales de octubre, el equipo docente de cada grupo de 1º de ESO tiene una reunión expresa en la que se pretende no hablar de notas (de hecho las que ya hay no son significativas) y sí de alumnos y dificultades que van apareciendo, para tener una respuesta globalizadora en cada curso.
Creemos que tratar de hacer más habitable nuestro centro educativo partiendo de una problemática concreta escolar puede ser, ¡es!, buena nueva para el nuevo alumnado de Secundaria… En junio ya estamos preparando septiembre. ¡Así da gusto!
Xulio C. Iglesias