An education

1 abril 2011

“An education” (2009). Dirección: Lone Scherfig. Guión: Nick Hornby; basado en las memorias de Lynn Barber. Actores: Peter Sarsgaard (David), Carey Mulligan (Jenny), Alfred Molina (Jack), Rosamund Pike (Helen), Dominic Cooper (Danny), Olivia Williams (Srta. Stubbs), Emma Thompson (directora), Cara Seymour (Marjorie), Matthew Beard (Graham), Sally Hawkins (Sarah).

[Una joven de 17 años (Mulligan) vive en los tranquilos suburbios londinenses. En plena efervescencia de la cultura de los 60. Su mundo se tambalea después de conocer a Brit (Sarsgaard), un conductor de 35 años. El tipo comenzará a cortejarla con cenas elegantes, clubs y viajes, poniendo en peligro su futuro en la Universidad de Oxford. El padre de la niña (Molina) y la directora de su escuela (Thompson) harán lo imposible para que la joven prosiga con sus estudios.]
“Quería que fuera, en su forma y maneras, una película muy británica, pero sin caer en lo esquemático y lo estereotipado. Trabajé mucho con los actores, especialmente con los más jóvenes, para aproximarme con naturalidad a los diálogos y el espíritu de los años 60, con una voluntad estilística muy clara y muy alejada de los clichés. Anoté en una gran pizarra todo lo relativo –vestuario, complementos, gustos, etc…– a cada personaje del film; eso me sirvió de guía. Alfred Molina vio esa pizarra y me felicitó. También hizo sus sugerencias, como asegurarme que su personaje jamás tendría en su hogar una primera edición de 007 contra el doctor No, la novela de Ian Fleming. No soy inglesa, así que agradezco estas puntualizaciones. Lo que sí quise dejarles bien claro es que no todo se circunscribía a un mero conflicto de clases, sino a un conflicto educacional.”
Londres sufrió al final de los años sesenta, como tantos otros lugares de Europa, una gran convulsión en los valores y en las costumbres sociales. Los gérmenes ya estaban incubados antes y las grietas se iban abriendo en los sucesos cotidianos.
“(¿Comedia romántica?) Es lo que esperas como espectador, pero no es el caso. Es algo que va más allá de la historia de Pigmalión. También trata de clases sociales, aunque no solo de eso. Jenny tiene esa edad en la cual se abren ante ella muchas posibilidades: ser un ama de casa en un mundo que no le presta atención o sucumbir a otra vida de lujo y ocio, a esos momentos vacíos en los que su madre, una mantenida, se pasa tres horas pintándose las uñas de los pies. Esa es su ocupación, su hobby, su educación, nada de leer u otras cosas.”
Lynn Barber, basándose en su propia experiencia, abordó lo que suponía para una chica de diecisiete años enamorarse de un hombre mayor, David. ¿Qué hacer entonces? ¿Proseguir los estudios para labrarse un futuro mejor que el vivido por los padres? ¿Romper con todo y emprender un nuevo rumbo?
“Tenía algo en común con ella, como su apetito por los libros, películas, música y todo lo que a ella le gusta y no puede hacer en la escuela, pero que yo sí podía hacer en la escuela. Yo podía ir a París a estudiar cuando tenía diecisiete años y lo hice. Estudié cinematografía y vi muchas de las películas que se citan en la obra. Tenía quince años menos que Lynn Barber, que escribió la historia. Porque provenía de un país en el que la educación es libre… Por eso, era una privilegiada. No tuve que hacer la elección que Jenny hizo.”

Augusto Fernández

Pistas para la reflexión
1. ¿El conflicto vivido por Lynn Barber responde a una época del pasado o pervive en la actualidad? ¿Qué se mantiene de esos años? ¿Qué ha cambiado desde entonces?
2. ¿Qué expectativas tienen los padres para Jenny? ¿Los profesores? ¿Ella misma?
3. ¿Qué provoca la crisis? ¿Cómo influye en la conducta de la protagonista? ¿En la familia? ¿Entre las amigas? ¿En el ambiente escolar?
4. ¿Qué valor le damos al amor en nuestras vidas? ¿Tomaríamos la decisión de Jenny si nos encontráramos en una situación similar? ¿Qué otros valores son más importantes para nosotros?

 
 

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