“Y el séptimo día… Dios creó las vacaciones”

1 julio 2003

Cuando en el día primero Dios creó el cielo y la tierra el hombre empezó a comprender que solo Alguien que les amara mucho podía realizar semejante obra.
Al siguiente día cuando Dios llenó la tierra de semillas y frutales el hombre quedó absorto al contemplar las maravillas de su Creador.
Todo iba vierto en popa y el día tercero creó Dios el día y la noche para poder compaginar el trabajo con el descanso; el hombre lo entendió y aplaudió el buen hacer de su Señor.
El día cuarto una multitud de aves aparecieron en el cielo y miles y miles de peces llenaron las aguas marinas; el hombre se sobresaltó, pero la sonrisa de su Creador les hizo entender que nada, nada de lo que Dios creara podía ser malo.
Cuando en el día quinto Dios llenó la Tierra de ganados, reptiles y bestias salvajes, el hombre se adelantó a su Señor con una mirada llena de ternura, confianza y agradecimiento.
Había llegado el momento.., Dios que tenía preparada su gran obra se moría de ganas.., por lo que no aguantó más: sacó fuera a los hombres regalándoles dos maravillosos prodigios: todo lo creado y su amor que permanecería por siempre con ellos. El hombre prometió a cambio que cuidaría la tierra, la compartiría con sus hermanos y haría de todo lo creado una continua alabanza a su Creador.
Y así fue.., y Dios orgulloso de su obra dedicó el día séptimo a descansar.. y creó las vacaciones y el tiempo libre.., de esta manera -pensaba- el hombre dedicaría más tiempo a sus hermanos, a su familia, haría cosas que en otros momentos serían incompatibles con sus dedicaciones..; y sobre todo en este tiempo el hombre podría amar, amar descansando o, ¡qué lo mismo daba!, descansar amando. Dios sabía muy bien que amando se desterraba todo tipo de aburrimiento; y entonces el hombre, el hombre.. ¡eh!, dónde os habéis metido.., el hombre no se percató de lo último que le regalaba su Creador.

José Mª Escudero

 
PARA HACER

  1. ¿Cómo nos planteamos nuestras vacaciones?
  2. Concretar lo que queremos hacer y sobre todo cómo vamos a vivir cada día…
  3. Leer esta parábola: ¿Qué nos aporta?

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