EDUCADORES “ARRAIGADOS Y EDIFICADOS EN CRISTO”

1 mayo 2011

SOBRE LA IDENTIDAD

Angel Miranda
 
Este material que ofrecemos es la segunda entrega de unos materiales elaborados para cursos de formación de educadores y educadoras de las religiosas de María Inmaculada.
Son materiales que tienen como finalidad prepararnos como educadores para la Jornada Mundial de la Juventud. Así podremos ayudar mejor a nuestros jóvenes en su preparación e invitaremos como más determinación para este acontecimiento eclesial y juvenil.
 
IDENTIDAD
Hace no muchos años, era normal que al plantear a los equipos de educadores la pregunta sobre la identidad de la estructura educativa donde realizaban su trabajo, nos encontrásemos con formulaciones basadas, fundamentalmente en la identidad carismática de la misma, que era lo que determinaba la acción educativa concreta, en muchos casos motivado por la abundancia de miembros de la entidad titula en el grupo de educadores.
Hoy día, la mentalidad va avanzando y es cada vez más frecuente encontrar respuestas desde la triple clave definitoria de esa identidad que se concreta en

  • La misión,
  • La visión,
  • Los valores

que constituyen una referencia básica de toda la organización, la gestión y la actividad educativa y pastoral que se desarrolla en esa plataforma educativa.
 
La luz de la JMJ
Por eso, nos parece que estos tres elementos pueden constituir la base de nuestra reflexión sobre el significado que adquiere el lema de la JMJ 2011 para la misma.
Echando mano de la experiencia  de Jesús que es el fundamento de la identidad cristiana de nuestra presencia, encontraremos algunas referencias básicas que mediante un conjunto de indicadores nos ayuden a constatar hasta qué punto hacemos visible ese enraizamiento y ese anclaje de nuestra oferta educativa “en” Cristo, que dice el slogan de la JMJ.
 
En la sinagoga de Nazareth
Existe un acuerdo bastante amplio en que la misión de Jesús queda definida en la Sinagoga de Nazareth cuando “le entregaron el libro del profeta Isaías y, al desenrollarlo encontró el pasaje donde está escrito:
 
“El espíritu del Señor está sobre mi porque me ha ungido
para anunciar la buena noticia a los pobres,
me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos
y a proclamar un año de gracia del Señor.
Después […] comenzó a decirles:
Hoy se ha cumplido el pasaje de la Escritura que acabáis de escuchar”.
 
Sin forzar las cosas, este pasaje nos ofrece varios elementos para analizar las raíces de nuestra propia misión educativa que se nutre y alimenta del convencimiento de responder a una vocación, a una llamada –ungidos – para anunciar, para proclamar la liberación y para hacer de nuestra acción educativa un espacio que se hace “buena noticia”, anuncio de liberación y experiencia de la gracias del Señor.
¿Podremos afirmar que todo ello es algo que se cumple en el “hoy” de nuestro quehacer diario?
 
Visión
La visión, el enfoque de lo que quiere plantear, la meta que propone o los rasgos que quiere que la gente perciba en su oferta y que determina la acción de Jesús se concreta para nosotros en su mensaje del Reino de Dios, un reino que tiene unas características específicas, que Él hace visible entre la gente admirada por lo que hace o lo que dice y que declara que “ya está entre vosotros” (Mc. 1, 14) y que concretará en la ley nueva de las Bienaventuranzas  (Mt. 5,1-11) que dan entrada al discurso sobre el Reinado de Dios – el sermón de la Montaña donde se sintetizan las grandes novedades que concretan esa “visión” de Jesús sobre la ley, las relaciones humanas, la familia, el amor a los enemigos, la limosna, la oración, etc. como planteamiento de un nuevo modo de vivir en una sociedad  donde
los pobres,
los que están tristes
los humildes
los que tienen hambre y sed de hacer la voluntad de Dios,
los misericordiosos,
los que tienen un corazón limpio,
los que construyen la paz
forman parte de esa nueva sociedad y constituyen “el Reino de Dios” si se mantienen firmes a pesar de las dificultades.
 
Pero Jesús no se queda sólo en el anuncio de esa nueva “visión” del Reino, sino que lo hace realidad en sus encuentros con personas y situaciones concretas – los ciegos, los extranjeros, los leprosos, los niños, la samaritana, Zaqueo, Pedro, Mateo, los apóstoles desanimados, Magdalena, Lázaro y su familia… – y en su acercamiento a la gente sencilla por medio de las parábolas, convencido de que ese Reino que anuncia es para los sencillos que son capaces de entender a Dios como Padre. ¡Todo un reto a nuestro quehacer educativo!
 
Valores
El cuadro de valores que presiden y animan la vida, la acción y la propuesta de Jesús podemos verlo reflejado en la síntesis que aparece en tantos manuales o propuestas de animación pastoral en forma de prioridades y que se sintetiza en la triple formulación alternativa de
“compartir” sobre el “tener”
“amar” sobre el “gozar”
“servir” sobre el “poder”.
como manifestación de la persona “nueva” (1ª Cor. 15, 45-48) que, “resucitada” en Cristo, vive y actúa “injertada” (Rom. 6) en Él.
 
Es evidente que, después, la identidad  carismática de cada una de nuestra presencias educativas, traducirá esa triple alternativa en formulaciones concretas de un cuadro de valores acorde con la lectura que cada uno de los fundadores han hecho de los rasgos de identidad de la vida y acción de Jesús y con las necesidades concretas de sus destinatarios.
Y ahí pondremos en evidencia el nivel de nuestro enraizamiento y de nuestra fundamentación en Cristo que, al fin y al cabo darán firmeza a la fe que tenemos en nuestro Proyecto Educativo.
 
Pistas para la interiorización
 

  1. Tratamos de repasar la definición que refleja nuestro Proyecto educativo sobre la “misión”, la “visión” y los “valores” institucionales de nuestra presencia.

a) Extraemos los conceptos fundamentales.

b) Tratamos de ver el reflejo práctico que esos conceptos tienen en el quehacer diario de nuestro trabajo educativo.

 

  1. Buscamos en los Evangelios algunos reflejos bíblicos de esa identidad institucional

a) contando con la experiencia, escritos, ejemplos de vida de los fundadores/as,

b) poniendo atención en el estilo educativo que tenemos en nuestra plataforma educativa concreta.

 

  1. Podemos compartir nuestra propia experiencia de educadores en esa perspectiva

a) a partir de los motivos por los que formamos parte de esa Comunidad Educativa,

c) compartiendo situaciones concretas en las que se han puesto de manifiesto esas claves de identidad educativa.

 

  1. Revisamos la identidad de educadores “arraigados” y “edificados” en Cristo a la luz de nuestra experiencia como educadores

a) que viven el sentido “vocacional” de su misión,

b) que “creen” en la visión de futuro de su Proyecto educativo,

c) que hacen y provocan “experiencias” del cuadro de valores institucionales que fundamentan ese Proyecto

 

  1. “Firmes en la fe” podemos

a) establecer estrategias de revisión y mejora continua en el crecimiento de nuestra identidad carismática,

b) redactar juntos nuestro “credo” institucional relacionado con un Proyecto educativo concreto,

c) proyectar nuestra reflexión en la web o en otros sistemas de relación con otros miembros de la Comunidad Educativa.

 

 Ángel Miranda