Ésta es mi primera “Página 3” (presentación o editorial); es obligada una breve presentación. Mi nombre es Luis Fernando Gutiérrez, soy salesiano sacerdote. Tomo el relevo en la dirección de la revista de manos de Eugenio Alburquerque. Si estuviéramos en una “carrera de relevos”, tendría que reconocer que me toca seguir la estela de un maestro, de un gran “relevista”. Tomo el testigo con ilusión y espero que con buen paso. Desde aquí, con sencillez y afecto, quisiera agradecer a Eugenio su buen hacer por la Pastoral Juvenil a través de Misión Joven. Eugenio lleva unido a Misión Joven treinta de los ya casi cincuenta años de la revista. Diez de estos años como director. Gracias Eugenio. Por tu sabiduría, experiencia y pasión por la pastoral juvenil quisiera decirte que estas páginas tienen un hueco para ti.
Me dispongo ahora a presentar este número del mes de Octubre, un mes en el que hemos puesto nuevamente en funcionamiento muchas de nuestras acciones pastorales. El tema del mes lleva como título “Educar en la responsabilidad”. Es ésta una gran preocupación para padres, educadores, pastores, agentes de pastoral y para todos los que tienen responsabilidades educativas directas.
El 28 de Mayo de este año 2009 el Papa Benedicto dirigía unas palabras a la Conferencia Episcopal Italiana. Estaban reunidos los obispos italianos con la intención de profundizar el compromiso misionero de la Iglesia en Italia después del Concilio, poniendo en el centro de la reflexión la tarea de la educación. Una tarea que el Papa considera urgente. La expresión “emergencia educativa” es utilizada por el Papa en muchos de sus discursos.
De aquella reunión estas palabras del Santo Padre: “La dificultad de formar cristianos auténticos se mezcla, hasta confundirse, con la dificultad de hacer que crezcan hombres y mujeres responsables y maduros, en los que la conciencia de la verdad y del bien, y la adhesión libre a ellos, estén en el centro del proyecto educativo, capaz de dar forma a un itinerario de crecimiento global debidamente preparado y acompañado. Por esto, junto con un adecuado proyecto que indique la finalidad de la educación a la luz del modelo acabado que se quiere seguir, hacen falta educadores autorizados a los que las nuevas generaciones puedan mirar con confianza”.
Son palabras luminosas. Formar cristianos auténticos es formar hombres y mujeres responsables y maduros. El Santo Padre constata la dificultad de educar en la responsabilidad. Deja claro que el valor de la responsabilidad se fundamenta en la verdad, el bien, la libertad; conceptos que la posmodernidad subjetiviza y, en muchas ocasiones, relativiza. Da una importancia primordial a los educadores. Son capaces de educar en la responsabilidad educadores que se han ganado la autoridad y que generan confianza. Educadores guiados por un Proyecto adecuado y que lo van desarrollando en un itinerario progresivo de crecimiento global.
Los artículos que presentamos son tres. El primero lo firma Eugenio Alburquerque y es un artículo de fundamentación. El autor parte del núcleo central de la antropología cristiana. Nos entendemos en un esquema de Llamada-Respuesta, de gracia y responsabilidad. Dios nos llama y nosotros, en nuestra libertad, respondemos. El autor pone en relación tres conceptos Palabra-Respuesta-Responsabilidad. En este diálogo hay dos grandes protagonistas: Dios y el hombre. Es el diálogo de la creación, es el diálogo de la llamada a la vida, es el diálogo de la vocación. Jesucristo es la palabra definitiva de Dios para el mundo, para el hombre. Desde la perspectiva cristiana, la responsabilidad está en el centro de una verdadera ética del seguimiento de Jesús. Responsable es quien sabe responder a Dios que me ama, responderme a mí mismo y a los demás.
El segundo artículo se sitúa en claves más sociológicas. Este artículo lo firma Angel Miranda conocido en nuestra revista por su preocupación y apuesta por la educación. Hablamos de la irresponsabilidad de los jóvenes. Pero corremos el peligro de ser unos adultos irresponsables hablando de la irresponsabilidad. Esto nos debería dar que pensar. El autor propone tres preguntas “Responsabilidad: ¿Por qué? ¿Sobre qué? ¿Ante quién?”.
El tercer artículo lo firma Luis Fernando Vílchez un reconocido psicólogo. Todas las personas estamos invitados a “construir nuestra responsabilidad”. El autor ve un proceso para esta construcción de la responsabilidad. Por una parte no vincular responsabilidad a culpabilidad. Por otra parte situar la responsabilidad en un marco teórico ajustado. Y por último propone unos elementos imprescindibles para esa construcción de la responsabilidad (libertad, perdón, atrevimiento, criterios para el discernimiento ético). La ayuda privilegiada para esta construcción de la responsabilidad es el acompañamiento inteligente.
Que comencemos responsablemente el nuevo curso pastoral.
KOLDO GUTIÉRREZ