Jóvenes de película

1 julio 2008

La fotografía es verdad. Y el cine es verdad veinticuatro veces por segundo

(Jean Luc Godard)

El cine, incluso quizás mejor que otras instancias artísticas, es capaz de expresar las aspiraciones, los anhelos, las expectativas de los hombres de nuestro tiempo; y es capaz también de plasmar y ofrecer las imágenes de los hombres y mujeres de nuestro siglo, con todo el peso de su vivir, de su penar y de su gozar.
 
Desde esta convicción, las primeras preguntas que han dado pie al planteamiento de este nuevo número de Misión Joven fueron precisamente éstas: ¿qué imágenes de jóvenes nos muestra el cine actual?, ¿cómo son los jóvenes del cine?, ¿qué buscan, qué esperan, qué sueñan?, ¿cuáles sus valores, su sentido del vivir, sus ideales, sus anhelos, sus compromisos? Y junto a ellas, el interrogante educativo-pastoral: ¿es, realmente, el cine un medio, una herramienta para la evangelización?, ¿puede ser un cauce adecuado para acceder a la experiencia religiosa?  Este doble grupo de preguntas señala las coordenadas y las claves que orientan los estudios y el dossier que ofrecemos en este número que hemos proyectado como número monográfico.
 
Ante todo, Miguel Rubio perfila un retrato robot cinematográfico de la juventud del siglo XXI, fijándose especialmente en dos parámetros: los referentes existenciales peculiares según el cine y el horizonte axiológico de la juventud actual. Si esta imagen no constituye necesariamente un retrato fidedigno, sí proporciona un conjunto de rasgos y de pistas que reflejan situaciones y estilos de vida reales de muchos adolescentes y jóvenes de la sociedad española actual.
 
Jesús Villegas nos ofrece un verdadero mapa sobre los jóvenes en el cine actual: registra más de cien películas fundamentales del siglo XX, hace un recorrido cinematográfico por algunos de los grandes hitos del siglo XXI (dossier) y analiza especialmente las imágenes que este nuevo siglo está presentando de los jóvenes, subrayando desde el principio que el “joven de película” es el resultado de una complejísima operación de síntesis. Es decir, se trata de una producto en el que, además de la base real representada, están presentes la función narrativa propia del cine y del género concreto escogido, los fines comerciales, la intenciones del autor y -¡cómo no!- también los rasgos del actor o actriz que encarna al personaje.
 
Augusto Fernández, analiza algunas películas representativas en el universo juvenil, fijándose en particular en los valores y contravalores que muestran como presentes en la vida de los jóvenes. En concreto, la atención se dirige a algunos núcleos: fiesta-vida cotidiana, violencia y sus manifestaciones, relaciones jóvenes-adultos, presencia y encuentro educativo. Y, finalmente, Peio Sánchez propone un itinerario educativo destinado a los jóvenes a través del cine, que capacite a purificar el consumo de imágenes, a recuperar la mirada para poder contemplar los iconos de la bondad que aparecen en algunas películas e incluso a ser creadores, asumiendo los nuevos lenguajes para llegar a comunicar y compartir la experiencia espiritual.
 
El viejo maestro Eric Rohmer dedica en una de sus películas un homenaje a una de las novelas más hermosas y quizás también más desconocidas de Julio Verne: El rayo verde, una historia romántica, en la que los personajes, muy jóvenes, buscan algo que les resulta difícil e inaccesible, como es siempre el amor. Uno de los personajes de la película explica de forma didáctica qué es el rayo verde, el último rayo de sol del atardecer, y lo difícil que resulta verlo ordinariamente en una puesta de sol, porque lo impiden la bruma o las nubes bajas. La protagonista de la película de Rohmer, una joven desencantada, frustrada y triste tras la ruptura con su novio, con muy bajo nivel de autoestima, dubitativa e insegura, pero que busca en medio del desencanto y la frustración sin saber lo que busca, escucha la conversación y siente que ése es precisamente el objeto de su búsqueda: el rayo verde del atardecer; y que, como en la novela de Julio Verne, si consigue verlo, comprenderá sus propios sentimientos y los de los demás.
 
En el laberinto en que hoy deambulan los jóvenes, ¡cuántos buscan y esperan también el rayo verde del ocaso del sol! Quizás sea ésta una de las imágenes de los jóvenes que con mayor vigor nos muestra el cine actual. Y es ahí donde puede situarse la acción pastoral para poder guiar, también a través de la herramienta del cine, la experiencia religiosa de tantos jóvenes que buscan y no encuentran.
 

          EUGENIO ALBURQUERQUE

directormj@misionjoven.org