Alraso: una experiencia de trabajo con emigrantes

1 julio 2007

Miguel Gambín
 
Alraso se inició como proyecto compartido por unos jóvenes adultos que habían trabajado durante años en el Centro Juvenil Áncora de la Obra Salesiana de Cartagena. Al dejar el relevo a los más jóvenes, se plantearon continuar su trabajo solidario en otra plataforma distinta a la acostumbrada del Centro Juvenil en el que habían dedicado muchos esfuerzos durante varios años.
El caso es que al inicio tuvo una orientación muy distinta a la actual. El primer objetivo de Alraso fue el trabajo con los reclusos de la prisión de Cartagena. Por esta razón se adquirió un piso que sería destinado a la acogida y apoyo de jóvenes que habían cumplido condena, y no tenían un punto de referencia en el que apoyarse para reintegrarse en la sociedad.
Pero esta actividad duró poco, ya que la cárcel de Cartagena fue cerrada entretanto, por lo que hubo de replantearse la orientación del trabajo. Dado que el fenómeno de la emigración tomaba proporciones cada vez mayores, se pensó que ésta sería una actividad que respondía a los planteamientos iniciales, y a las necesidades de la sociedad.
 

  1. Inicios y desarrollo

 
Se comenzó el año 2002, ofreciendo unas horas de clase de español a quien lo solicitara. Estas clases se organizaron en el Colegio Salesiano los domingos a mediodía, por ser éste el día en que todos estaban libres de obligaciones laborales.
Quienes impartían los cursos  eran en gran medida profesores del colegio, ya que una parte del núcleo de voluntarios de Alraso trabajaba en esta época como profesores en Primaria y Educación Infantil.  El grupo inicial fue aumentando paulatinamente.
El aumento del alumnado ha sido progresivo, y en este momento hay cerca de un centenar de inscritos, aunque no todos participan en todas las actividades.
Al mismo tiempo, se contrató el año 2006 una secretaria técnica que asegura las gestiones administrativas de la Asociación, y la acogida y prestación de servicios varios a los usuarios. Esto se pudo realizar gracias a las subvenciones que Alraso ha ido recibiendo de diferentes fuentes de financiación, tanto salesianas como de las administraciones locales y de la Federación.
El año 2006 se incorporaron varios alumnos y alumnas de Bachillerato como voluntarios, dando un nuevo tono al trabajo de Alraso, y permitiendo acoger a nuevos grupos de voluntarios.
 
2. Actividades
 
Actividades de formación
– Las clases de español, que tienen lugar los domingos en las aulas del colegio salesiano.
– Formación profesional para emigrantes. Desde hace unos meses existe un convenio de colaboración entre el Centro de Formación Profesional Salesiano y  el Ayuntamiento de Cartagena, merced al cual los emigrantes, aún aquellos que no tienen papeles de residencia, pueden recibir la formación en el Colegio. Hasta ahora se ha concluido un curso de fontanería de una duración de 100 horas. Otros dos cursos están en marcha en este momento, y un cuarto está previsto para el mes de Junio.
 
– Aparte las clases de español, también se ha ofrecido el asesoramiento en temas administrativos, tales como las tramitaciones de permiso de residencia, asesoramiento laboral, orientación para alquiler de viviendas; empadronamientos y salud.
 
°          Actividades lúdicas y sociales
Otro sector importante han sido las actividades lúdicas encaminadas, por un lado, a favorecer el encuentro y las ocasiones de fiesta entre los usuarios, y, por otro, a integrarlos en la sociedad a través de las actividades de la Federación y del Centro Juvenil Áncora.
Desde este punto de vista se han organizado encuentros festivos con ocasión de las fiestas del Ramadán, Navidad, inicio y fin de los cursos. También se ha participado en encuentros juveniles de la Federación, tanto en Alcoy como en Cabezo de Torres. Y, naturalmente, en fiestas salesianas de la comunidad Educativa de Salesianos Cartagena. A este respecto, los jóvenes de Alraso han estado presentes en las últimas fiestas de don Bosco y María Auxiliadora; en actividades lúdicas con el Centro Juvenil Áncora.
Dentro de estas actividades festivas destacamos algunas en las que el grupo se ha trasladado a centros de ocio  como playas, y parques de la zona. Ha sido interesante observar el efecto de un grupo de 50-60 personas, mayormente subsaharianos, dando ambiente en una playa o un parque de la ciudad. Lo más hermoso ha sido la integración espontánea de los espectadores, especialmente jóvenes y niños,  a bailes y juegos animados por los chicos de Alraso.
 
La revista Baobab
            Financiada gracias a la colaboración del ayuntamiento de Cartagena. Esta revista se ha editado en cinco lenguas, y pretende ser un vínculo de unión entre los usuarios, y una ventana abierta a culturas lejanas, así como un instrumento de interculturalidad.
 
3. Valoración
 
La experiencia tiene una vida más bien corta, pero no tanto como para no poder establecer un balance aunque sea provisional.
 
°          Puntos débiles con relación a los voluntarios
–         Escasez.: A pesar de los nuevos integrantes, hay un déficit permanente de voluntarios para las actividades de alfabetización.
–         Falta de regularidad: Lo cual es comprensible, si tenemos en cuenta el horario en que se desarrollan las actividades. No siempre es fácil estar libre el domingo a mediodía, merced a los numerosos compromisos sociales que se tienen ese día de la semana.
–         Improvisación y falta de formación: Esto se ha intentado paliar, pero todo el mundo anda falto de tiempo, y no resulta sencillo encontrar un tiempo en que todos puedan coincidir.
–         Falta de estabilidad: Un buen número son alumnos del colegio, y al terminar los estudios de Bachillerato algunos cambiarán de orientación, y de lugar de residencia, con lo cual habrá que comenzar de nuevo.
–         Sobrecarga de trabajos en los voluntarios más estables: En esto no somos originales: ya se sabe que en todas partes ocurre que la gente comprometida lo está raramente en una sola actividad. Los voluntarios que dan su tiempo a Alraso están también implicados en otros foros, lo que provoca una multiplicidad de tareas y una sobrecarga de actividades.
 
°          Puntos débiles con relación a los usuarios
Falta de estabilidad. El grupo cambia continuamente. Es difícil tener el mismo grupo de personas de un día a otro. Esto dificulta enormemente la regularidad del aprendizaje.
En ocasiones, el número es excesivo para el número de voluntarios disponible. Esto se acentúa algunos días en los que llegan de improviso numerosos nuevos usuarios, y coincide con la falta de algún voluntario por diferentes motivos.
 
°          Puntos fuertes
–         El haberse constituido como un servicio estable, cada vez mejor conocido en Cartagena. Hay que decir que el hecho de encontrarse al amparo de la Federación Don Bosco, y especialmente, del Centro Juvenil Áncora es una garantía de calidad, ya que este centro Juvenil goza de una gran credibilidad en los medios de la Administración local de Cartagena. La labor de Áncora, de la Federación Don Bosco y la Familia Salesiana en general, es ampliamente conocida y reconocida, después de un trabajo mantenido desde hace largas décadas.
–         El situarse dentro de una Comunidad Educativa en la que se aúnan los esfuerzos de jóvenes, adultos, niños, que demuestran una actitud positiva a un colectivo con el que la sociedad no suele tender puentes.  Esto facilita el contacto en las grandes fiestas, y en este momento los chicos de Alraso son parte del ambiente de las fiestas salesianas.
El efecto solidario que despierta en los alumnos, a los que se ofrece información sobre este servicio, y la posibilidad de implicarse personalmente en él. Ésta es una vertiente  de gran importancia, que abre nuevos horizontes educativos a quienes trabajan en la escuela, especialmente en las últimas etapas de la Secundaria. Losalumnos que se han ofrecido a realizar este servicio han vivido una experiencia muy grata de interculturalidad y de solidaridad.
El ser ya un punto de encuentro entre la sociedad de acogida y los usuarios, los cuales conocen a gente con la que no se suelen relacionar normalmente, dado su escaso conocimiento de la lengua. Al mismo tiempo, las fiestas lúdicas que se realizan en parques, jardines, plazas y playas ponen una nota de colorido étnico que se da raramente, y contribuye a ver a los emigrantes desde una perspectiva distinta a la del grupo de obreros que se reúne para recoger verduras en el campo. El hecho que el público termina por participar en juegos y bailes es la mejor demostración que la fórmula funciona. Esos son ya puentes tendidos entre culturas distintas.
 
4. Perspectivas de futuro
 
Ampliar la base de voluntarios y socios. Como hemos dicho, este es el talón de Aquiles de la Asociación, y la salida no es fácil. La gente comprometida está ya muy solicitada. Cierto que el contar con los alumnos del Bachillerato y la ESO ofrece posibilidades ciertas, aunque mitigadas por la inestabilidad propia de este colectivo. Lo ideal sería que de un grupo numeroso de voluntarios jóvenes se llegara a formar una base cada vez más amplia con aquellos que por diversas razones se quedan en la zona, y llevan a cabo su formación sin alejarse de su lugar actual de residencia.
–         La asociación Alraso sigue navegando con dificultades, numerosas, pero con la certeza de estar realizando un servicio útil a la sociedad, y especialmente, a aquellos que debieron un día dejar su lugar de origen para buscar nuevos horizontes. Como decía un joven Nigeriano al terminar una comida de fraternidad, “Don Bosco le había ayudado a sentirse como en casa  en España”