Movida alternativa

1 junio 2006

Alfonso Francia
Delegado de Comunicación Social (Salesianos-Sevilla)
 

  1. La noche joven interpela y estimula

 
No hace falta lupa ni expertos para saber sobre las noches de los jóvenes. De algunos jóvenes. El demonio es viejo, no joven. Y los demonios de los jóvenes somos sobre todo los adultos. Y a veces, también, los ángeles guardianes.
La noche no empieza ahora. Ni las noches de ocio. Ni las noches locas. La “socialización de la movida” sí es reciente, y cada vez más generalizada. Algunos políticos –más demagogos que educadores- decidieron apostar inequívocamente –¡equivocadamente! por los solo “derechos de los jóvenes a divertirse”, sin recordarles –y sin recordarse ellos mismos las obligaciones con la familia, con la sociedad, con su vida y su futuro…-. Ahora buscan bomberos para apagar el incendio que provocaron.
¡Cómo son los jóvenes de ahora!, dicen algunos. Pues, ¡anda que las autoridades de ahora, los padres de ahora, los medios de comunicación, los grupos culturales, los educadores…! De tal palo, tal astilla.
Los jóvenes deben  tener tiempo libre, tiempo de ocio y medios para vivirlo con la mayor dignidad y alegría sin ser juguetes del consumismo.
Si los salesianos figuramos en el ranking de los educadores del tiempo libre, extraña a muchos que a estas alturas no se haya organizado o entrenado a los jóvenes para que organicen el tiempo libre en las noches movidas. Porque son ellos los que imponen el ritmo del baile a los educadores.
 

  1. ¿A pierna suelta… o a contrapié?

 
Mientras los adultos duermen a pierna suelta, los jóvenes se sueltan el pelo y a patear las calles, a bailar a todos los ritmos, a sembrar la noche de encuentros de sana amistad o, como bandadas de murciélagos, a llenar las plazas de pecados sociales: violencia, ruidos, destrozos, suciedad, libertinajes… “¡La noche es joven, dicen, y la cama es mía durante el día! Llamadme para comer. Tengo unos papis que son un encanto, muy modernos: me entienden, me respetan, me pagan las movidas, el alcohol y el móvil. También la droga pero de eso no se enteran. En recompensa, yo les dejo entrar y salir a su antojo, de noche y de día, cuanto más mejor…”
Nos vamos especializando en chapuzas y parcheos. Los padres viven resignados. Los educadores, impotentes. Las autoridades tienen un discurso conmovedor. Y buscan sitios para las noches “iluminadas» de los jóvenes en el fin de semana. Cualquier plaza o zona de bares no es buena, molestan. Hay que aislarlos. Parece interesarles más encontrar zonas para cierto ocio que encontrar horizontes para los jóvenes que viven en la noche negra de un futuro con pocas esperanzas.
 

  1. La Comunidad educativa de Triana analiza, diagnostica y organiza

 
La Comunidad Educativa hace el análisis de la realidad juvenil. Ve situaciones, causas, consecuencias, posibilidades, recursos…No sólo de los jóvenes, de los centros educativos o colectivos sociales. También de la administración, a la que sin duda habrá que ayudar, espolear y zamarrear cuando llega el caso. Es muy de donBosco, unirse con quien sea para salvar a los jóvenes. Para prevenir, realizar, proyectar, aprovechar las mejores energías de los jóvenes, socializar los recursos públicos y los privados. El principal recurso es la pasión educativo-pastoral. El amor es ingenioso y encontrará cauces.
La noche joven, decía el Defensor del Pueblo andaluz, don José Chamizo, antiguo alumno salesiano, no debe ser satanizada. Hay que procurar que sean los jóvenes mismos los que se organicen civilizadamente. Es un horizonte que la movida como ámbito educativo debe tener siempre presente.
Paco Vázquez, salesiano, director de Triana, que mira a los jóvenes desde el balcón de sus ya largos 60 años y desde el tú a tú de la clase, del patio o la movida alternativa, es un inquieto buscador de fórmulas para llegar a los jóvenes.
Ya en Cádiz, anteriormente, organizaba el ocio de los jóvenes hasta las 12 de la noche. Pero ¿y después?, se preguntaba.  La noche es más noche a partir de esa hora. Los jóvenes la convierten en escuela, patio y templo donde aprenden, se divierten y viven sus ritos.
La numerosa feligresía comulga con alcohol y droga, escucha, comenta y sigue la homilía de los sacerdotes del consumismo. El sacrificio cruento de las violencias forma parte a veces del rito de la noche. Los pecados del incivismo quedan por calles y plazas como una inmensa papelera municipal.
Llegado a la dirección del colegio de Triana (Sevilla), Paco inició igualmente la movida alternativa.
El problema del ocio de los jóvenes aquí  es mucho mayor y se agranda por semanas. Así, pues, ¡manos a la obra! Todos los viernes sin falta, de 10 de la noche a 4 de la mañana, las instalaciones del colegio están abiertas. Unos 500  jóvenes (a partir de los 17 años), de Sevilla, saben que en “Salesianos Triana” tienen una noche alternativa al alcohol, a la droga, a las amistades peligrosas, a estar tirados por la calle.
Se comenzó con discotecas y la música más actual en el polideportivo. Pronto se constató que era demasiado tiempo, inevitablemente ruidoso y molesto para los vecinos. Los jóvenes preferían los juegos y el deporte.
La discoteca quedó como una actividad más hasta medianoche. Los juegos, las máquinas, el futbolín, el deporte y el buen clima, atraían a  jóvenes mayores del colegio, a muchos del barrio y a otros de barriadas y de pueblos vecinos. Hasta equipos de emigrantes han desfilado por la movida.  El aliciente del deporte atraía casi siempre a más de 15 equipos de fútbol que participaban en los campeonatos.
Si el alma de la movida es Paco, otros dos salesianos jóvenes asisten sistemáticamente también. Y se turnan padres, profesores, animadores y miembros de la Familia Salesiana para convivir, organizar, compartir y atender al pequeño pero bien apreciado bar (un montadito más bebida no alcohólica por un euro). Dos agentes de servicio de seguridad cuidan el orden y la convivencia.
La movida de Triana no es solo para prevenir males mayores sino también para ofrecer un ambiente de encuentro juvenil, sano, alegre y educativo.
No tiene pretensiones catequéticas ni es un lugar de mensajes explícitos como suele entenderse, pero a nadie se le oculta el testimonio de personas y entidades, que están desinteresadamente “para ellos” y que incluso desembolsan de su bolsillo.
En verano se suspende la movida pero el colegio se abre de 9 a 12 para habilitarlo como terraza, estilo sevillano, donde van los que quieren, sin otro objetivo que estar y encontrarse.
 

  1. La movida interesa a autoridades y medios de comunicación

 
Las autoridades locales, Ayuntamiento y delegaciones de medio ambiente, de juventud, de cultura y deportes, son conocedores y aplauden la iniciativa salesiana. Incluso han promovido reuniones y mesas redondas en los medios para mostrar su apoyo moral y, según han prometido, también económico. Los cuatro años de movida alternativa en Sevilla avalan la seriedad del proyecto. Y saben, porque se les ha dicho con aplomo, que con  ayudas o sin ayudas, los salesianos seguirán decididos a potenciar esta y otras iniciativas para el ocio de la noche de los jóvenes.
Esta excelente iniciativa social, educativa, hará surgir sin duda otras, y estimulará a instituciones y autoridades a responder al problema joven en general y al de la noche en particular.
Entidades también como el Betis, el Sevilla, la Caja San Fernando colaboran con trofeos, entradas para los partidos, etc.
Esta realidad educativa de la Movida prestigia y da fuerza moral para denunciar, como hace a tiempo y a destiempo Paco y los salesianos, a los responsables de este problema y a los que pueden aportar soluciones, o paliar al menos el problema cada vez más preocupante.
 

  1. ¿Generalizar la experiencia de la movida?

 
La movida es una actividad educativo-pastoral, quizás la más novedosa, con grandes posibilidades. Ya existen lugares donde se realizan experiencias similares. No se deben minimizar las dificultades: supone mucha implicación de personas, locales y medios. Mucha vocación, paciencia,  constancia y capacidad para afrontar los riesgos. Supondrá con el tiempo reestructurar los ritmos de la semana de centros y educadores.
No se trata de institucionalizar un solo estilo de movida alternativa. Cada lugar presenta características y posibilidades propias. En algún lugar de nuestra geografía o de América, puede presentarse como un auténtico oratorio festivo nocturno.
Es evidente que cuanto más se reflexione y confronte, se abran nuevas y se dé el máximo protagonismo a los jóvenes, se amplían los horizontes de modalidades y de contenidos educativo-pastorales.
El contexto social vería con simpatía –cada vez más- este tipo de iniciativas de entidades privadas. Los medios de comunicación social, sobre todo los locales y regionales, se han hecho y harían mayor eco: prensa, radio, tele…(hasta las cuñas publicitarias en el interior de los autobuses han llegado a anunciar la movida “Salesianos-Triana”). Para algunos medios es periodístico; para las autoridades es propagandístico; para la comunidad educativa de Salesianos-Triana, es vocación. Para la sociedad, es urgente.