Jesús Rojano Martínez
La música dirigida a adolescentes ha ido pasando en los últimos años de ser una simple anécdota marginal y curiosa a convertirse en guinda del pastel. Las discográficas saben que hay mercado y negocio seguro dirigiéndose a los y las teenagers. Hoy no sólo se hace música para ser consumida por ellos/as, sino que se lanzan y promocionan continuamente cantantes, sobre todo chicas, que son también adolescentes. La mayoría aprovechan sus “diez minutos de gloria”, porque son productos de “usar y tirar”, aunque que en ciertos casos consiguen rehacer su estilo y permanecen, como creo que será, por ejemplo, el caso de la cantante norteamericana Britney Spears, que inició su meteórica carrera con el cartelito de adolescente provocativa y descarada (últimamente se dedica a provocaciones quizá peores, como respaldar a George Bush en la reciente campaña presidencial norteamericana, pero esa ya es otra historia…).
Vamos a hacer un recorrido no sistemático por la música que ha dirigido a los adolescentes en estos últimos años y echar un vistazo a sus letras. Hemos prescindido de cantantes o grupos que deberían estar, para centrarnos sólo en canciones en castellano y de las que se promocionan en los circuitos más convencionalmente comerciales (los 40 principales, por ejemplo). Aunque algunos adolescentes escuchan música alternativa (como rock más heavy, o punk, o del tipo de Ska-P…) -que es todo un mundo, por cierto-, hemos preferido ceñirnos a lo más comercial, que es lo que llega a un público adolescente mayoritario.
¿Cómo los describen? ¿A qué se les anima…? ¿Qué mensaje se les envían…? Estas y parecidas preguntas son las que debe tener en mente el lector al ir recorriendo este rápido repaso, que vamos a dividir en dos partes: Ayer (o sea, los años 80 y primeros 90) y Hoy. Como se suele decir ahora, muchos reconocerán en las canciones de la primera parte algo así como una parte importante de su formación sentimental.
- Ayer mismo…
1.1. Hombres-G
Corría 1984 y surgió de pronto un grupo que hacía una música fresca y desenfadada. Les colgaron –y ellos explotaron- la etiqueta de pijos. Su éxito fue dirigirse descaradamente a los adolescentes. Sus letras, desenfadas e intrascendentes, hablaban de amoríos, bebida, juergas, gamberradas light… Eran los Hombres-G. Hoy, a finales de 2004, acaban de sacar al mercado un nuevo disco, veinte años después. Es como si les asistiera un cierto derecho a seguir viviendo del género que ellos iniciaron en nuestro país. Gracias a ellos nos enteramos de cosas tan importantes como que una tal Marta tenía un marcapasos algo revoltoso (obsérvese los guiños de la canción a las películas de terror gore de sangre y vísceras que comenzaban entonces a ponerse de moda entre adolescentes):
Marta tiene un marcapasos
Marta tiene un marcapasos
que le anima el corazón,
no tiene que darle cuerda,
es automático.
Puedes oír sus pataditas,
está vivo creo yo,
Marta tiene un pasajero en su corazón.
Siento un golpe en el pecho,
yo sólo quería besarle,
ha salido un marcapasos
entre vísceras y sangre.
Mírale qué ojitos tiene,
es idéntico a su padre.,
Juega con todos los niños,
les arranca el corazón,
se los come con tomate, qué simpático…
No hay criatura más hermosa
que el pequeño marcapasos
Marta está ya como loca de manicomio.
En otro de sus temas más conocidos se presentaba el desengaño amoroso, el lloro desconsolado (recuérdese también el Perdido en mi habitación de MECANO, de tres años antes) en la habitación y la posible y necesaria venganza. Obsérvese cómo, entre bromas, se ofrece al adolescente la fórmula de tener coche, chica y ropa de marca como señal de éxito:
Devuélveme a mi chica
Estoy llorando en mi habitación
todo se nubla a mi alrededor.
Ella se fue con un niño pijo
en un Ford Fiesta blanco
y un jersey amarillo.
Por el parque los veo pasar
cuando se besan lo paso fatal.
Voy a vengarme de ese marica
voy a llenarle el cuello
de polvos pica-pica.
Sufre, mamón
devuélveme a mi chica
o te retorcerás
entre polvos pica-pica.
Le he quemado su jersey
se ha comprado cinco o seis.
Voy a destrozarle el coche
lo tengo preparado
voy esta noche.
Normalmente este grupo ofrecía a los adolescentes un mensaje vitalista, un vitalismo basado en “pasárselo bien a toda costa”. Obsérvese en esta canción la fórmula segura: acostarse con cualquier chica (además, da lo mismo una que otra: atención al detalle de la agenda) y pillarse “un pedo”. ¿Más claro..?
Voy a pasármelo bien
Hoy me he levantado dando un salto mortal,
he echado un par de huevos a mi sartén,
dando volteretas he llegado al baño
me he duchado y he despilfarrado el gel
porque hoy… algo me dice…
que voy a pasármelo bien…
Sé que tengo muchos enemigos,
pero esta noche no podrán contar conmigo
porque voy a convertirme en hombre-lobo,
me he jurado a mí mismo que hoy no dormiré solo
porque hoy… de hoy no pasa…
y voy a pasármelo bien…
Voy a cogerme un pedo de los que hacen afición,
me iré arrastrando a casa con la sonrisa puesta,
mañana ya si puedo dormiré la siesta
pero esta noche no (esta noche no).
Esta noche, algo me dice…
que voy a pasármelo bien…
Bueno, vamos a ver qué encontramos
en esta agendilla de teléfonos, nunca se sabe…
Marta, María del Mar, Ana, ¿Elena… estará?
Pero voy a pasármelo bien…
Todos los que hablamos de música y de valores decíamos que les odiábamos, pero todos escuchábamos sus canciones… ¿o no?
1.2. Modestia aparte
Este otro grupo no sólo se dirigía a adolescentes, sino que el estilo del solista los imitaba, también en su voz desagradable, que parecía la de un adolescente que está cambiando la voz. En fin, todo “son cosas de la edad…” Hay que destacar el estilo descaradamente halagador de la letra hacia el chico de 15 años, que es poco menos que un héroe (Tú, chaval, no te dejes cambiar por la gente…). Es un modo de pasar de puntillas sobre los problemas de esta edad sin mojarse…
Cosas de la edad
Eras un niño cuando en este jardín
lloriqueabas en las tardes de abril.
Sobre la hierba, tu espalda cansada,
y tus ideales muy lejos de aquí.
Y qué más da, y qué más da, si son cosas de la edad.
Y qué más da, y qué más da, si son cosas de la edad.
Ahora has crecido, eres un lobo de mar
que todavía no ha aprendido a remar,
un ser un extraño con quince años,
un chico, un hombre, un tipo genial.
Porque la gente se quiere inventar
cien mil razones para hacerte cambiar.
Tío elegante: ¡sigue adelante!
Mente en el siglo veinte, corazón medieval.
1.3. Terapia nacional
Aquí tenemos la versión de lo mismo para chicas de 15 años. De nuevo se plantea un tema serio, el del propio futuro, el de la identidad personal -¿Qué quieres ser?-, pero el tratamiento, superficial y sin dar ninguna pista de solución, es desesperante. En pocas canciones como esta y la anterior se percibe con tanta nitidez que los letristas toman a los chicos y chicas de 15 años por tontos…
¿Qué quieres ser?
Tú eres una niña joven en tus primeras salidas,
que entras en las discotecas con tu grupito de amigas.
Tus pies se deslizan en un baile agarrada
al chico que tú piensas durará toda la vida.
Un póster te recuerda lo que quieres ser;
el osito de peluche lo que fuiste ayer.
¿Qué quieres ser? ¿Qué quieres ser?
Con tus quince años toda una mujer?
¿Qué quieres ser? ¿Qué quieres ser
si aún habita en ti la niña de ayer?
La cerveza que bebiste porque te creías mayor,
en la mano tu cigarro y en tu boca una canción,
la película de ese actor que tu mirada cautivó,
mientras él se enamoraba de una estrella de rock.
Un póster te recuerda lo que quieres ser;
el osito de peluche lo que fuiste ayer.
- Olé-Olé
Otro grupo de los 80 emblemático. Su tema “No controles” sirve de lema de una generación y explota hábilmente la rebeldía adolescente contra los adultos (padres, profesores, etc.). Sobra todo comentario. Y eso que faltaban 20 años para la ley antibotellón…
No controles
No controles mi forma de vestir
porque es total y a todo el mundo gusta…
No controles mis sentidos,
no controles mis vestidos…. ¡Noooo!
1.5 OBK
Este grupo tecno, a comienzos ya de los 90, recurre al romanticismo acaramelado de los amores adolescentes. Intenta retratar el torbellino afectivo de esas edad, pero de modo también muy superficial. Al final, incluso el narrador “oye voces”. En fin…:
Si pudiera demostrar
lo que siento de verdad,
promesas sin realizar.
No me digas nunca más
que es sencillo olvidar
no puedo, no sé mentir.
Historias de amor,
ojos que miran con ilusión,
pasiones vividas entre los dos
imposibles de borrar.
Historias de amor…
Hoy me he vuelto a despertar
son tus besos algo más
te llevo dentro de mí.
Tengo mucho que decir
oigo voces sin razón
no sé vivir sin ti.
1.6. Alejandro Sanz
Pues sí, otro que comenzó dirigiéndose directamente al público adolescente, aunque luego ha evolucionado mucho, afortunadamente para todos. Presentamos una de sus primeras canciones, de mediados de los 80, que busca tocar el corazón sensible adolescente, narrando el accidente y muerte de una chica y cómo lo vive su amor. El sentimentalismo de esta edad –que en principio no tiene por qué considerarse un defecto- es, sin duda, otra gran baza para los que hacen canciones para ellos:
Se le apagó la luz
Yo no siento nada
pero presiento que a chorro se escapa
la magia de mi alma gastada
ella en la calle tirada
algunas sirenas lejanas
resuenan en la noche olvidadas.
Veloz caballo de acero
tu gasolina mi sangre y su cuerpo
se mezclaron en el suelo.
El gris de la carretera dibujando su melena
Entre la vida y la muerte se piensa tan diferente.
Y la luz se le apagó.
Se le apagó la luz, tembló
y no llega la camilla, luché buscando una salida
para ir a escuchar su corazón
con las manos confundidas no me mantengo en pie
no llego hasta la niña de mi vida.
¿Por qué no habla? No entiendo,
hace un momento me iba diciendo
no corras tanto que tengo miedo.
La ambulancia volaba
entre la vida y la muerte, pensaba
que echaba tanto de menos su casa.
Amarga risa en la cama
imagina que es una diana
con todas esas agujas clavadas.
Bromea sobre su suerte, le hace sentirse más fuerte
entre la vida y la muerte se piensa tan diferente.
Y la luz se le apagó, y su voz se le apagó.
Se le apagó la luz, tembló, se cerraron las cortinas
y escuchó pasar la vida y el suave latir de un corazón
la indirecta comprendida, una torpe despedida
de la niña de su vida ….
Esta otra canción, hoy más olvidada, abunda en el modo de sentir y amar de la adolescencia (incluso emplea la palabra tabú, adolescente). Resulta curiosa de leer hoy, porque se nota mucho lo que han cambiado los tiempos:
Pisando fuerte
Ya ves mi edad es tan difícil de llevar
mezcla de pasión ingenuidad, difícil controlar.
Tu sigues tan fantástica y yo sé
Que tengo mucho que aprender, pero tú también.
Yo sigo pretendiendo desnudar
a media luz tu intimidad
y vestir tu piel.
Sabes aprovecharte de la luz que desprendo al mirarte.
Mi habitación en silencio está,
templado el aire y yo, que pienso en soledad.
locamente enamorado, locamente enamorado
No sé que es lo que me pasa
pero sólo puedo pensar en ti.
Locamente enamorado, locamente enamorado sí
Todo irá bien, ya verás, me digo porque quiero estar convencido.
Son tan fuertes tus miradas, elegantes y estudiadas.
Yo soy sólo un adolescente pero entraré en tu mente
pisando fuerte, pisando fuerte.
Compartiendo las miradas con las luces apagadas.
Empiezo a sentirme yo mismo a sentirme más seguro
pisando fuerte, pisando fuerte.
Es tan bonito esto de soñar tan violenta la verdad,
ya no puedo más,
pero ya me conoces y aunque todo se hunda
yo seguiré aquí en pie, en pie.
Habría muchos más. A propósito del Alejandro Sanz de aquellos años podríamos comentar el fenómeno de los ( y sobre todo las) fans, con todas sus connotaciones sociológicas, pero sólo nos contentaremos con esta alusión. Es un fenómeno que se ha prolongado en el tiempo. Recuérdese, por ejemplo, la visita de los ingleses Back Street Boys en 1997 a España y las incontables filas de chicas de 13 y 14 años que acudieron a sus conciertos.
- En la actualidad: ¿mas de los mismo?
Si hay alguna diferencia entre la música para y sobre adolescentes de los años 80 y la que se hace hoy día –y reconozco que es una opinión bastante personal- es que hoy día se ha adolescentizado todo el público. Lo que gusta a los adolescentes, es lo que gusta hoy a la mayoría del gran público. No creo que los primeros hayan madurado en sus gustos, sino al revés. Considero que los cantantes que cito a continuación hacen música para adolescentes, por los temas y el modo de tratarlos. Pero esa música gusta a todo el mundo.
Operaciones triunfo varias…
El comienzo del siglo XXI nos ha traído el estilo de los David Bisbal, David Bustamente, etc. El montaje impresionante mediático en torno a estos cantantes fabricados en laboratorio nos dice por dónde van a ir previsiblemente las cosas. Las letras hablan por sí solas, por ejemplo esta:
David Bisbal: Oye el boom
Oye el boom, boom, boom de mi corazón,
ven y dime tú, no me digas no.
Ay, que me derrito por caer,
rodando cuesta abajo,
al abismo de tu piel.
Ay, que me estoy muriendo poco a poco,
mirarte y no tenerte
me está volviendo loco
¿Dónde estás?
Tan sólo dame un poco más
de la miel que me envenena de pasión
Oye el boom, boom, boom de mi corazón,
ven y dime tú, no me digas no,
porque ya no aguanto más,
por ti me estoy muriendo.
Oye el boom, boom de mi corazón
bajaré la luna por tu balcón
sólo ven y dame más de lo que llevas dentro.
Estando así las cosas, tampoco debería extrañar que se promocione a niñas de 9 años que canten las excelencias de esta sociedad algo adolescente y consumista y ganen eurofestivales para niños. Por si el lector cree que exagero, aquí tiene parte de la letra con que María Isabel, una niña onubense, ganó en Estocolmo, el 20 de noviembre de 2004, el festival llamado “Eurojunior”. La adolescencia, nos dicen los sociólogos, se adelanta a los 9 o 10 años y se alarga hasta los veintitantos… En fin, ¿qué pasará por la cabeza del autor de letras como la que sigue…? Sin comentarios:
Antes muerta que sencilla (María Isabel)
Antes muerta que sencilla, ay que sencilla, ay que sencilla,
antes muerta que sencilla, ay que sencilla, ay que sencilla…
Y es la verdad porque somos así,
nos gusta ir a la moda, que nos gusta presumir,
qué más nos da qué digas tú de mí,
de Londres, de Milano, San Francisco o de París.
Y hemos venido a bailar, para reír y disfrutar,
después de tanto y tanto trabajar,
que a veces las mujeres necesitan
una poquita, una poquita, una poquita, una poquita libertad.
Muchos potajes de los de antes,
por eso yo me muevo así con mucho arte,
y si algún novio se me pone por delante
¡¡¡le bailo un rato y una gotitas de channel nº 4,
que es más barato!!!,
que a quién le importa lo que digan por ahí…
Antes muerta que sencilla…
2.2. Malotes, pero comerciales Estopa y Melendi
Hace unos cinco años saltó de golpe a la fama Estopa, dúo catalán que retoma la tradición de la música de rumba (quién no recuerda a los Chichos, los Chunguitos, etc.), pero con estiloy ritmo totalmente renovado. Sus letras hablan de la calle, de la droga, de la cárcel, de amores… y desde el principio calaron mucho en el público adolescente (aunque desde luego, no sólo en él). Es la otra cara de la juventud actual, la que nunca triunfará en la tele. Leyendo con atención la letra que sigue, que impresiona bastante en cuanto que refleja el estilo de vida al límite, supongo que el lector puede extrañarse del fácil éxito comercial de este grupo. Puede que sea un aviso para navegantes…
Cacho a cacho (ESTOPA)
Salimos de la cárcel, metemos la primera,
e el loro deep purple, chirrían las cuatros ruedas,
vmos marcando el paso, vamos rompiendo el hielo.
No hacemos ni puto caso de las señales del cielo.
Que no tenemos pasta, pues dormimos un rato,
poque el dormir no gasta, sale mucho má barato.
Nos comemos la noche, cacho a cacho, gramo a gramo.
Enroscamos el coche, y ya a mañana no llegamos.
La vida en un minuto, no pasa tan deprisa,
por si acaso disfruto, corre que me da la risa.
Acelera un poco mas, porque me quedo tonto y vamos mu lento.
Y acelera un poco más, corre más que el veneno que llevo dentro
Y acelera un poco mas, ahoga en tu laguna el pedal del freno.
Y acelera un poco mas, como… -déjame que piense- como el pensamiento.
Viajamos en volandas, de cuerpo plastificado,
dormimos la garganta, porque aun no se ha despertado.
Bajamos la mirada, la luz del sol nos quema.
Pero no pasa nada, porque aún nos queda tema.
¿Ves?, no me des conversación, no me seas vacilón.
La solución mira p’alante y a la carretera.
Pon atención que llevas el volante, y eso es lo más importante.
Mira pa´lante, mira pa´lante…
Sufrimos consecuencias, que todos esperamos.
No tenemos paciencia, y nos desencajamos.
Nuestra piel es de hierro, los ojos son de cuero,
la risa la del perro, tensa como el acero.
La vida en un minuto, no pasa tan deprisa
Por si acaso disfruto, corre que me da la risa.
Recientemente, un cantante llamado Melendi, que recuerda bastante la temática y estilo de Estopa ha saltado también a la fama. Una canción suya era la melodía de la Vuelta Ciclista a España 2004. Su éxito entre adolescentes ha sido también muy grande. Aquí presentamos una de sus canciones, que no hace falta explicar de qué trata:
Sin noticias de Holanda (MELENDI)
Se oyen sirenas de fondo, en la calle que está de moda,
la madera tras un yonko, que está corriendo en pelota,
y grita desesperado: “La chuta o no hay ropa”.
Y todos corriendo detrás de aquel pobre diablo
que tan sólo hace visible su ansiedad.
Y tras la muchedumbre se oyó un comentario
que junto al olor de aquel chigre me hizo recordar…
que hoy el cartero me ha dicho, que no hay carta para mí,
poniéndome en entredicho que la fuera a recibir.
Porque la carta de Holanda entra muy mal en el país.
Huelen demasiado a planta, y hay mucho vicio aquí.
Y tras varias deliberaciones,
y dándole muchas vueltas, como le di,
“pa” qué voy a fumar hierba de otras naciones
pudiendo plantar la mía en este país (…)
2.3 Andy y Lucas: más de amores incomprendidos
La vena romántica, los desamores y sentimentalismo sigue vendiendo entre los adolescentes del siglo XXI. Por ejemplo, este dúo gaditano ha conseguido también un éxito muy rápido, y sobre todo entre chicos/as quinceañeros. Después de todo, al final sigue siendo verdad que la necesidad afectiva es la más fuerte de la adolescencia (¿Sólo de la adolescencia?). Es curioso que, en este sentido, las letras con más éxito son las que más sufrimiento y desamor muestran, como la siguiente. Después de todo, ya era así en el romanticismo del XIX…
Tanto la quería
¿Por qué eres tan hermosa y a la vez tan difícil?
¿Por qué la vida pasa y pasa y te quiero a mi vera,
si me trataste como un juguete sucio y abandonado,
si no comprendes que el amar es algo más que besarnos?
Envidio a todo aquel que el amor ha encontrado,
que lo mío no es ir de flor en flor, que de eso ya me he cansado.
Sólo quería adornar la noches con tu cara morena
y decirte que hay corazones que no huyen de la tormenta.
A veces la miro y lloro y lloro,
pensando que pudo y no fue al final,
ver a las nubes tapar las estrellas,
estrellas que sólo te quieren mirar.
Porque eres la cuna que mece sin nada,
porque eres la lluvia que no hace mojar,
sin ti yo veía tardes de historias,
historias que nunca quise ver acabar.
Tanto la quería, tanto que yo
por ella moría, eso bien lo sabe Dios.
Ella es la reina de mi inspiración,
por la que yo sufro la musa de mi amor.
Busco en el recuerdo y no encuentro mi pasado,
las campanas y más campanas que mi alma ha escuchado.
Tú sabes bien que a la última frontera te hubiera llevado,
que los senderos de la vida hay que cogerlos con dos manos.
2.4. Alex Ubago
Acabamos con otro estilo, el de Álex Ubago, quizá porque en sus letras se detectan más valores aprovechables. Por ejemplo, en la siguiente canción, que parte también de la temática del desengaño amoroso y de la soledad, se perciben ciertas diferencias con todas las letras que hemos ido examinando:
No te rindas
Agosto va pasando,
sediento, tranquilo,
y en su mente algo le dice:
los días que has vivido,
quedaron de lado para ver como decides.
No te pares a buscar caminos que no tienen final,
escucha siempre a tu corazón, y él te guiará.
Y que más le da, si quiere volar
pero cortan sus alas al despegar,
no te caigas no desistas,
vuela alto no te rindas.
Y que más le da, si quiere soñar
pero cierran sus ojos al despertar,
no permitas que tu vida
pierda el fuego que tenía.
Ahora que se ha ido,
se siente perdido,
no es sencillo echar de menos.
Su vida ha dado un giro,
ya nada es lo mismo,
pero nadie dijo miedo.
Y no te sientas solo en ese infierno que viste de ciudad
aquí te estaremos esperando, no mires hacia atrás.
Y no te pares a buscar caminos que no tienen final,
aquí te estaremos esperando, no mires hacia atrás.
Y que más le da, si quiere volar
pero cortan sus alas al despegar,
no te caigas no desistas
vuela alto no te rindas.
Y que más le da, si quiere soñar,
pero cierran sus ojos al despertar,
no permitas que tu vida
pierda el fuego que tenía.
Hasta aquí estos ejemplos de ayer y de hoy que hemos ido reuniendo. No están todos, ni mucho menos. Podríamos hablar también de El Canto del Loco, de David Bustamente, de Britney Spears o de las rusas Tatoo…El caso es que los árboles no nos impidan descubrir el bosque, que seamos capaces de ayudar a los adolescentes a criticar los mensajes que reciban desde la música de consumo y, sobre todo, saber escuchar sus inquietudes y llamadas de atención. Que sepan hacer, a través de la música, lo que ya les recomendaba hace años un famoso libro de Susanna Tamaro, y que mencionaba la última de las canciones examinadas: “Escucha siempre a tu corazón, y él te guiará. Y no te pares a buscar caminos que no tienen final”.