La juventud de principios de siglo es más conservadora y tiene menos interés por la política que la de los primero años sesenta según un informa que comparaba a los jóvenes actuales con los de hace 35 años. Las dos principales diferencias son que ahora se pasan más años en el hogar paterno y hay escasa preocupación por las cuestiones políticas. Y en general las diferencias entre los jóvenes de los años 60 y los de ahora son «oceánicas», al igual que las que existen entre la sociedad de aquella época y la actual. Y la únicas similitudes son cierta rebeldía e idealismo y el sentido de la extroversión y de la experimentación en los jóvenes de ambas generaciones.
El estudio se realizó en 1998 con un universo de dos intervalos por edad, 16-20 años (jóvenes adolescentes) y 21-29 (jóvenes maduros), con una muestra de 2.500 entrevistas. El sondeo que se hizo entre 1958 y 1965 se efectuó sólo a jóvenes entre 16 y 20 años, horquilla en la que se situaban entonces los años de juventud.
Política: El 59% de los jóvenes adolescentes y el 49% de los adultos no hablan nunca de política: en el caso de las mujeres, los porcentajes son más altos, 64% y 53% para los dos grupos de edad. Sólo el un tercio de los adolescentes y la mitad de los jóvenes adultos dicen preocuparse por la repercusión de la actividad del Gobierno en su vida diaria.
Trabajo: Un rasgo característico de los jóvenes a finales de los 90 es que se incorporan al mercado laboral cada vez más tarde; actualmente, el 68% de los adolescentes son estudiantes, y en la misma situación se encuentra una cuarta parte de los jóvenes de 21 a 24 años y la décima parte de los jóvenes de 25 a 30 años.
En casa: En los años 60, alrededor de los 20 años la mayoría de los jóvenes ya había abandonado el seno de la familia para trabajar. La mayor parte de los entrevistados ahora viven con sus padres; el 78% de los adolescentes no se ha planteado emanciparse o es algo que no les preocupa demasiado. De igual modo responde la mitad de los jóvenes de 21 a 24 años y el 24% de los de 25 a 29 años. El tiempo que tardan los hijos en abandonar el seno familiar no se relaciona directamente con las razones económicas, ya que es en las clases acomodadas donde más se produce esa demora.
Una sorpresa: en la actualidad se mantienen diferencias por sexo, como en lo relativo a las tareas domésticas, lo que no se corresponde con los países del entorno de España.
«Los jóvenes de ahora son más conservadores y cómodos, porque tienen más que conservar».
En pareja: La gran mayoría de los jóvenes prefiere la opción de casarse legalmente o hacerlo después de haber convivido unos años en pareja; la preferencia por vivir en pareja sin casarse la secunda alrededor de dos de cada 10 jóvenes.
La sexualidad se distancia de los antiguos condicionamientos sociales. La iniciación en la vida sexual activa no espera al matrimonio y no se orienta a la procreación; al 55% de los adolescentes y al 52% de los jóvenes adultos les parece «muy bien» que los adolescentes tengan relaciones sexuales sin estar casados.
Religión: se detecta ahora un alto grado de secularización y el hecho de ir a misa o a comulgar no es un indicador de religiosidad como en otros tiempos.
Para hacer
- Este informe de Amando de Miguel, que compara a los jóvenes actuales con los de hace 30 años y cuyos datos resumimos de EFE, fue presentado hace cuatro años (junio del 2000). Lo traemos aquí como recordatorio para muchos educadores: las experiencias en que fueron educados son distintas a las actuales. ¿Cómo afecta eso a la educación que proponemos? ¿Cómo ha cambiado nuestra forma de educar?
- La realidad está cambiando en cada momento. ¿Qué diferencias hay de hace cinco años a ahora?
- Los planes educativos y pastorales también han cambiado. ¿Cómo? ¿Hacia dónde deberían ir hoy?