BIENVENIDO A CASA

1 abril 2012

Rosendo Soler, Delegado Nacional de Pastoral Juvenil
Álvaro Ginel, Director de la revista Catequistas
Koldo Gutiérrez, Director de la revista Misión Joven
 

  1. Bicentenario del nacimiento de Don Bosco

San Juan Bosco nació el 16 de agosto de 1815. En 2015, dentro de tres años, toda la Iglesia, y la Familia Salesiana en particular, celebrará el bicentenario del nacimiento de Don Bosco, padre y maestro de los jóvenes.
Podemos vivir este acontecimiento, y su preparación, como una oportunidad para sintonizar con su ‘alma pastoral’ y poder, de esta manera, focalizar mejor la pastoral que hacemos con jóvenes.
Don Bosco es patrimonio de toda la Iglesia, habiendo recibido la familia salesiana como herencia su misma misión apostólica. En esta lógica, el bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco, puede ser una ocasión para volver a reflexionar en la Iglesia sobre los jóvenes. Y, también, puede ser una oportunidad, en concreto, en la familia salesiana para redescubrir las fuentes donde mana el carisma salesiano.
 
Don Bosco retorna
El 9 de junio del año 1929 muchos jóvenes acompañaban los restos mortales de Don Bosco, recientemente proclamado beato, por las calles de Turín, desde las colinas de Valsalice donde había reposado su cuerpo hasta el Oratorio de Valdocco. Los muchachos formaban una bulliciosa comitiva, convirtiendo las calles de Turín en un alegre oratorio festivo. Aquel día, según narran los cronistas de la época, por las calles de la ciudad se cantaba “Don Bosco retorna”.
El sacerdote, el educador, el amigo de jóvenes, volvía a los patios de Valdocco, a la basílica de María Auxiliadora, a los talleres, al Oratorio. Pero regresaba especialmente a los corazones de jóvenes de todo el mundo que admiraban a aquel sacerdote que en una ocasión había dicho: “Tengo prometido a Dios que hasta mi último aliento será para mis pobres jóvenes”.
Regresaba, volvía, el inspirador de un sistema educativo caracterizado por una atractiva espiritualidad apostólica. Regresaba quien, siguiendo las enseñanzas espirituales de San Francisco de Sales, había propuesto a los jóvenes caminos de alegría y santidad. Muchos jóvenes influidos por Don Bosco, entre ellos Domingo Savio, demostraron que la santidad es suelo y horizonte del trabajo pastoral.
 
Volver a Don Bosco
En 1988, centenario de la muerte de Don Bosco, Juan Pablo II dirigía a la familia salesiana estas palabras: “Don Bosco retorna, dice un canto tradicional de la familia salesiana. Manifiesta el deseo y la esperanza de una vuelta de Don Bosco y de una vuelta a Don Bosco, para ser educadores capaces de una fidelidad antigua, pero atentos como él a las mil necesidades de los jóvenes de hoy, a fin de hallar en su herencia las premisas para responder también a sus dificultades y a sus expectativas”.
“Don Bosco vuelve” pide “volver a Don Bosco”. El Rector Mayor de los salesianos, Don Pacual Chávez, en este sentido, ha propuesto a la familia salesiana un camino para volver a Don Bosco. Este proceso busca un mayor conocimiento del santo de Ibecchi, acompañado de un amor filial más intenso y de una imitación más fiel. El itinerario que propone el Rector Mayor, partiendo de la historia, irá avanzando por la pedagogía, la espiritualidad y la pasión misionera del santo turinés.
En este proceso es donde se sitúa el recorrido que una reliquia significativa de Don Bosco está haciendo por muchas partes del mundo. Este año, de mayo a noviembre, una urna con estas reliquias recorrerá numerosos lugares de la geografía española y portuguesa. Bienvenido a casa.
 

  1. Visita de las reliquias de Don Bosco en tiempo de Nueva Evangelización

Pretendemos, con estas breves páginas, motivar pastoralmente la visita de las reliquias de Don Bosco en este tiempo de nueva evangelización.
 
Sentido religioso de las reliquias
La teología católica expresa con claridad que la santidad cristiana consiste en la unión con Dios revelado en Jesucristo, verbo encarnado y redentor nuestro, único mediador entre Dios y los hombres, fuente de toda gracia y santificación, por el Espíritu.
Dicho esto, nos preguntamos cuál es el papel que desempeñan los santos, con su fraternal solicitud, en la vida de los cristianos.
“Los bienaventurados están más unidos a Cristo, consolidan más eficazmente a toda la Iglesia en la santidad, ennoblecen el culto que Ella misma ofrece a Dios en la tierra y contribuyen de múltiples maneras a su más dilatada edificación” (LG 49).
Por eso el recuerdo de un santo, en este caso el recuerdo de San Juan Bosco al paso de una parte de sus reliquias por nuestra geografía, tiene por finalidad ser cauce para acercarnos a Cristo, en comunión con la Iglesia, dar un culto agradable a Dios y poder ser así, para nosotros, un estímulo a la santidad, según la vocación que cada uno ha recibido.
En este sentido, nuestro amor y nuestra súplica a Dios, por mediación de los santos, está justificado porque “todo nuestro testimonio de amor a los santos tiende y termina por su naturaleza en Cristo, que es la corona de todos los santos, y a través de él en Dios, que es admirable en sus santos y glorificado en ellos” (LG 50).
 
En la Nueva Evangelización
Las reliquias de Don Bosco recorrerán nuestra geografía en este tiempo de nueva evangelización. La Iglesia, con esta expresión, quiere hacer ver la actual urgencia de la evangelización en este mundo en cambio.
¿Cuál es el núcleo de la evangelización? No es otro que ayudar a la experiencia personal de Dios Padre, por Jesucristo, en el Espíritu, dentro de la Iglesia. La nueva evangelización propone importantes temas pastorales, pero atendiendo al núcleo de la evangelización, debemos destacar estos tres grades temas: Dios, Jesucristo e Iglesia.
 
Dios
La pregunta por Dios está hoy en el centro de la misión eclesial. Muchas personas, muchas de ellas jóvenes, buscan a Dios, aunque en ocasiones no lo busquen en la Iglesia. Responder a este reto exige capacidad de diálogo (pensemos en lo que se llama ‘atrio de los gentiles’), de anuncio y testimonio de vida. Cada día vemos con mayor claridad que nadie da lo que no tiene, que sin experiencia de Dios no es posible hablar de Dios de una manera creíble.
El texto de los Lineamenta para el próximo Sínodo afirma también que “la necesidad de hablar de Dios conlleva, como consecuencia, la posibilidad y la necesidad de un análogo discurso sobre el hombre. La evangelización, de suyo, lo exige directamente. Existe un vínculo fuerte entre la iniciación a la fe y la educación”.
 
Jesucristo
Jesucristo es el núcleo del mensaje cristiano. Podemos decir, por lo tanto, que Jesucristo es también corazón de la Pastoral Juvenil.
Muchos jóvenes, especialmente adolescentes, por diversas circunstancias tienen muchas dificultades para encontrarse con Jesucristo. Por eso el mejor servicio que podemos hacer a los jóvenes, quienes nos dedicamos a la pastoral juvenil, es acompañarles, como comunidad cristiana, al encuentro salvador con Jesucristo.
La fe de la Iglesia nos recuerda y celebra que Jesucristo tiene un valor singular y único. Él es el Verbo de Dios, hecho hombre para la salvación de todos. En Cristo, Dios se revela como amor misericordioso, que se hace donación de sí mismo por la efusión del Espíritu Santo.
 
Iglesia
Hacer visible la eclesialidad de la fe es un gran reto en pastoral juvenil. Vienen a nuestra memoria las palabras que el Papa Benedicto dirigía, en la reciente JMJ, en ‘Cuatro Vientos’, a los jóvenes allí presentes: “Permitidme también que os recuerde que seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguir a Jesús en solitario. Quien cede a la tentación de ir ‘por su cuenta’ o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo, o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él”.
La peculiariedad del momento de la historia que vivimos deja ver la necesidad de implantar y arraigar la Iglesia en el corazón de los creyentes, en el corazón de tantos jóvenes. No podemos olvidar que la Iglesia vive de, con y desde aquel amor mismo con el que Cristo nos ama.
 

  1. Una ocasión para intensificar el trabajo pastoral

Nuestra reflexión, en este momento, se sitúa en un horizonte propositivo. Nos preguntamos cómo podemos aprovechar pastoralmente el paso de las reliquias de Don Bosco. Desde nuestro punto de vista esta ocasión puede ser un momento de gracia, y una oportunidad pastoral, no solo para la familia salesiana sino también para la Iglesia local.
 
La iglesia y los jóvenes
Para hablar sobre los agentes de pastoral juvenil, algunas veces, se utiliza la imagen del puente. El agente de pastoral juvenil ayuda, con la transmisión e iniciación en la fe, a que los jóvenes vivan su fe en la Iglesia y, también, busca rejuvenecer el rostro de la Iglesia, haciendo posible que esta se acerque a los jóvenes.
Don Bosco, con su ejemplo y con sus intuiciones, nos puede animar al trabajo pastoralmente con los jóvenes. Por todo esto, podemos aprovechar esta circunstancia para reflexionar una vez más sobre los jóvenes y, en particular, sobre la pastoral juvenil. La Conferencia Episcopal Española ha anunciado un  Congreso Nacional de Pastoral Juvenil. Es una buena ocasión para, a la luz de la nueva evangelización, focalizar mejor la evangelización en la pastoral que hacemos con jóvenes.
 
Proponer, suscitar y acompañar la experiencia creyente
La experiencia de la fe no está siendo fácil para los jóvenes. El paisaje de la creencia en los jóvenes se va degradando con rapidez y la socialización religiosa en la familia se está agotando. Ya no se puede hablar de mera reconstrucción de lo religioso heredado, porque en el caso de muchos jóvenes no hay nada religioso que hayan podido heredar. O se han heredado elementos religiosos sin solidez intelectual, sin consistencia experiencial y afectiva. Y esto supone que en el ámbito de lo vitalmente importante la dimensión religiosa sencillamente no existe en muchos jóvenes. Muchos no solamente tienen una gran ignorancia sobre la fe y la cultura religiosa, sino que incluso no sienten necesidad de saber nada.
Cualquier oportunidad es buena ocasión, y el paso de las reliquias de Don Bosco puede serlo, para proponer, suscitar y acompañar la experiencia de la fe a aquellos jóvenes que se hagan presentes.
 
Desde el carisma salesiano: renovar personal y comunitariamente el compromiso con la evangelización
También este paso de las reliquias es una ocasión para estrechar lazos entre los distintos grupos de la familia salesiana que reconocen a Don Bosco como el instrumento del que Dios se ha servido para iniciar el carisma salesiano en la iglesia.
A lo largo de estas páginas hemos destacado, una y otra vez, la importancia que tiene la evangelización para este tiempo. “La tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia… Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar” (EN, 13).
El paso de las reliquias de Don Bosco puede ser una buena ocasión, en la familia salesiana, para renovar personal y comunitariamente nuestro compromiso por la evangelización, uniendo nuestro caminar al caminar de la Iglesia universal.
 
Emergencia educativa
El magisterio del Papa Benedicto, entretejido por la fe y la razón, da gran importancia a la educación. El santo Padre habla de una emergencia educativa que parte de una antropología cristiana y busca una educación integral abierta a la transcendencia.
“La misión, primaria en la Iglesia, de evangelizar, en la que las instituciones educativas juegan un papel crucial, está en consonancia con la aspiración fundamental de la nación de desarrollar una sociedad verdaderamente digna de la dignidad de la persona humana… Por esto es importante recordar que la verdad de la fe y la de la razón nunca se contradicen” (Lineamenta).
Juan Pablo II, en la carta Ivenum patris, en 1988, dio a Don Bosco el título de “padre y maestro de los jóvenes”. Muchos educadores se sienten cercanos a sus intuiciones. El paso de las reliquias de Don Bosco puede ser ocasión para que padres, educadores y pastores vuelvan a dar importancia a la educación cristiana, en este tiempo de emergencia educativa. Está claro que se necesitan educadores que sepan ser testigos creíbles de aquellas realidades y de aquellos valores que quieren transmitir.
 
La santidad suelo y horizonte de la pastoral juvenil
El paso de las reliquias puede ayudar a recuperar la convicción de San Juan Bosco para proponer la santidad como horizonte de la propuesta pastoral. Domingo Savio, escuchando un sermón de Don Bosco invitando a la santidad, entendió que aquellas palabras iban dirigidas a él. Esta propuesta hizo que Domingo se pusiera en camino de crecimiento personal y espiritual. Un camino recorrido con sencillez y profundidad para un chico de 13 años: vida de fe, oración, vida sacramental, alegría, compromisos de cada día, apostolado.
Decía ya algunos años Juan Pablo II que “hay que recuperar el verdadero concepto de santidad, en cuanto elemento de la vida de todo creyente”.
Son muy luminosas, en este mismo sentido, las palabras del Papa Benedicto invitando a los jóvenes a la santidad: “Lo que Dios desea más de cada uno de vosotros es que seáis santos… Él (Dios) os ama mucho más de lo jamás podríais imaginar y quiere lo mejor para vosotros. Y, sin duda, lo mejor para vosotros es que crezcáis en santidad… Cuando os invito a ser santos, os pido que no os conforméis con ser de segunda fila. Os pido que no persigáis una meta limitada y que ignoréis las demás… la verdadera felicidad se encuentra en Dios… Todo el trabajo que realizáis se sitúa en un contexto de crecimiento en la amistad con Dios y todo ello debe surgir de esta amistad. Aprendéis a ser no sólo buenos estudiantes, sino buenos ciudadanos, buenas personas”.
 

  1. Algunas oraciones para la ocasión

Bendito seas, Señor,
por habernos dado a Don Bosco
como padre y maestro,
y haberlo colmado de dones extraordinarios
de naturaleza y de gracia:
él fue perfectamente humano
entre sus contemporáneos
y totalmente entregado a ti
en la docilidad al Espíritu Santo.
Te rogamos nos concedas
Seguir sus enseñanzas e imitar sus ejemplos,
a fin de ser prolongación de su presencia
en la entrega a los hombres y a ti,
mediante el servicio fiel a los jóvenes
realizado con fortaleza, valentía y perseverancia,
y con el calor de un corazón sensible y generoso.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
 
……
 
Oh Padre misericordioso,
de tu corazón Don Bosco sacó fuerza para amar;
danos a nosotros la capacidad de amar
con tu mismo amor divino.
Ayúdanos a entender que
“amar a los jóvenes quiere decir
aceptarlos como son,
dedicarles tiempo y desvelos,
compartir sus gustos y sus inquietudes,
demostrarles confianza y creer en sus capacidades,
disculpar su falta de madurez,
perdonarles calladamente
y abrirlos a la verdad y al bien”.
Solo así podremos educarlos
y ser ante ellos
signos de tu amor y de tu salvación. Amén.
 
……
 
Gracias, Señor, por san Juan Bosco.
En él reconocemos que tu amor se ha hecho cercano
porque nos amó con el amor que tú nos tienes.
Gracias, Señor, por san Juan Bosco.
Él nos enseña a ser amigos de Dios
y a caminar por la senda del bien.
Él nos ha mostrado una ayuda preciosa
en la devoción a María Auxiliadora.
Él nos propone una vida cristiana
centrada en los sacramentos de la Eucaristía
y de la Penitencia.
Él nos propone una santidad sencilla
y al alcance de las manos
con el deber bien cumplido y la sana alegría.
Gracias, Señor, por san Juan Bosco.
Él nos visita hoy y nos repite y recuerda
las palabras que llevaron a domingo Savio
a la cima de la santidad.
Hoy nos recuerda:
Dios quiere que seamos santos.
Es posible ser santos
y ser jóvenes de hoy.
Que tu visita, Don Bosco,
nos lance con fuerza a las metas alcanzables
que nos propones
porque conoces la grandeza
de nuestros corazones.
 
………
 
Oración dialogada
 
V./ Señor, reconocemos que has sido bueno con nosotros al enviarnos a san Juan Bosco
como amigo de los jóvenes.
R./ Señor, te damos gracias por Don Bosco.
V./ Señor, en los gestos y palabras de Don Bosco, vemos un signo de la predilección que sientes por la juventud.
R./ Señor, te damos gracias por Don Bosco.
V./ Señor, en los desvelos de Don Bosco por hacer de nosotros honrados ciudadanos y buenos cristianos advertimos tu cercanía.
R./ Señor, te damos gracias por Don Bosco.
V./ Señor, en este Don Bosco que no piensa más que en el bien de los jóvenes, nos sentimos privilegiados y amados.
R./ Señor, te damos gracias por Don Bosco.
V./ Señor, en la pasión de Don Bosco por ganar nuestros corazones para presentártelos a ti.
R./ Señor, te damos gracias por Don Bosco.
V./ Señor, en este sencillo acontecimiento al acoger la reliquia de Don Bosco, algo nos despierta de la rutina y nos hace mirar al cielo.
R./ Señor, te damos gracias por Don Bosco.
V./ Señor, en esta visita de las reliquias de Don Bosco con ocasión del segundo centenario de su nacimiento queremos reconocer que un día estuvo cerca de nosotros un hombre enviado por ti, cuyo nombre era Juan Bosco, que nos quiso con amor paternal y, con la ayuda de María Auxiliadora, nos puso en camino hacia ti.
R./ Señor, te damos gracias por Don Bosco.
(Tomadas del librito Oraciones a Don Bosco, Editorial CCS, Madrid 2012. Recopilación de oraciones a Don Bosco con motivo de la visita de la urna.)
 

  1. Conclusión

Las reliquias de San Juan Bosco recorrerán diversos lugares de España y Portugal entre mayo y noviembre de este año 2012. Puede ser un momento de gracia y una oportunidad pastoral. Estas páginas quieren ayudar a situar pastoralmente este acontecimiento. “Don Bosco retorna”: bienvenido a casa.