Una encuesta realizada sobre 4.500 trabajadores de la Comunidad de Madrid, llegaba a la conclusión de que, entre otras fuentes de tensión y preocupación laboral, el 55,7% de los profesionales (más de 11 millones de españoles) señala como uno de los principales factores «el mal ambiente que se respira entre compañeros». Le siguen «la falta de comunicación en el seno de trabajo» (51,5%); «la falta de apoyo por parte de los compañeros» (45,1%) y «las envidias y rivalidades que se dan entre los miembros de un mismo equipo», que afecta al 39,4% de los empleados.
Los expertos dicen que «para poder relacionarnos más armoniosamente, es fundamental vivir más conscientemente, creando espacio entre lo que nos pasa y la respuesta o actitud que tomamos frente a lo que nos pasa». También «es importante comprender que todo el mundo lo hace lo mejor que puede -según su grado de comprensión y conciencia-, igual que tú mismo lo haces lo mejor que puedes». De ahí que «si quieres que los demás te acepten tal como eres, lo mejor que puedes hacer es empezar por aceptar a los demás tal como son». Y concluye: «Cuando emites malestar, negatividad o toxicidad, al primero al que envenenas es a ti mismo».
He aquí un decálogo realizado por expertos en comportamiento organizacional de Otto Walter, Eurotalent e INFOVA (Cfr. Negocios, El País, 15.7.08):
Actitudes en el lugar de trabajo |
|
Actitudes más nocivas… |
…Y más proactivas |
· Ser conflictivo y negativo, quejándose siempre de los demás. · Ser indolente y pasivo, escaqueándose de sus responsabilidades. · Ser arrogante y prepotente, creyéndose superior a los demás. · Ser muy orgulloso y no aceptar ayuda de nadie. · Ser muy susceptible y ponerse fácilmente a la defensiva. · Ser autoritario, imponiendo su voluntad sobre los demás. · Ser falso e hipócrita, mintiendo para parecer mejor de lo que es. · Ser irrespetuoso y muy crítico, menospreciando el trabajo de los demás. · Ser cobarde y no decir lo que de verdad se piensa. · Ser egocéntrico e indiferente y no escuchar las demandas de los demás personales y profesionales. |
· Ser constructivo, viendo el lado positivo de las cosas que pasa. · Tener sentido del humor y amenizar el ambiente en la medida de lo posible. · Ser cercano y accesible, compartiendo experiencias. · Ser humilde, empatizando con las necesidades y deseos de los demás. · Ser sereno y estar tranquilo para poder relacionarse armoniosamente. · Ser auténtico, mostrando coherencia entre lo que se dice y se hace. · Ser responsable de uno mismo, dejando de culpar a la empresa y a los demás. · Ser valiente y asertivo para decir lo que se piensa con respeto. · Ser tolerante para aceptar y respetar posturas e ideas diferentes. · Ser justo en el trato con los demás, sin preferencias subjetivas y partidistas |
Para hacer
También en los ambientes educativos y pastorales se pueden tener en cuenta estas actitudes. ¿Qué predomina en el nuestro?
¿Cómo funcionamos nosotros?
¿Cómo podemos tener unas actitudes más proactivas?