FA DO SIb DO FA re SIb DO
FA SIb
Cada dos minutos cambio de opinión
DO FA
si me roza el corazón
la SIb DO
con el filo de sus labios.
FA la SIb
Cada dos minutos desesperación
DO FA
se acomoda en mi colchón
la SIb DO
y casi no deja espacio.
Cada dos minutos cambio de estación,
primavera en un rincón,
se atrinchera, y verano.
Cada dos minutos muere de calor
y cegado por el sol SIb DO
busca un otoño mojado… ¡mojado!
FA DO
Cada dos minutos trato de olvidar
SIb DO
todos los momentos que pasamos,
FA re
cada dos minutos una eternidad,
SIb DO (SIb DO re SIb DO re)
cada dos minutos sin tocar tus manos (Bis)
Cada dos minutos pierdo la razón,
me abandona la ilusión,
me tropiezo y me caigo.
Cada dos minutos recuperación
me despierta en el salón
y me levanto despacio… ¡despacio!
Cada dos minutos trato de olvidar
todos los momentos que pasamos
cada dos minutos una eternidad
cada dos minutos sin tocar tus manos (x2)
Cada dos minutos trato de olvidar
todos los momentos que pasamos juntos,
cada dos minutos una eternidad
sin tocar tus manos cada dos minutos
Despistados, Vivir al revés (Warner Music, 2007)
PARA HACER
¿Cambias de opinión con frecuencia tú…? ¿Por qué? ¿Crees que es bueno o malo?
“Cada dos minutos cambio de opinión si me roza el corazón…” ¿Qué influye más en tus opiniones e ideas? ¿La cabeza, el corazón…? ¿En qué se nota? ¿Y en vuestro grupo? ¿Tomáis decisiones bien pensadas o viscerales? ¿Expresáis con claridad lo que sentís y vuestras emociones…? Repasad un tiempo concreto, por ejemplo el último curso, las últimas reuniones que habéis tenido…
Estamos en septiembre. Empieza un nuevo curso en el colegio o estudios, en el trabajo pastoral, en tu Centro, grupo o parroquia… Poneos de acuerdo en qué decisiones no las cambiaréis cada dos minutos este año, sino que las mantendréis cueste lo que cueste. ¿Por qué esas y no otras…? ¿Y en qué aspectos, en cambio, debéis ser flexibles?
Comparad el estribillo de la canción con esta frase de Pablo y sacad conclusiones: “La palabra que os dirigimos no es sí y no. Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, a quien os predicamos Silvano, Timoteo y yo, no fue sí y no; en él no hubo más que sí” (2 Cor 1, 18). ¿Acaso eran san Pablo y Jesús dogmáticos y cabezones por no cambiar de opinión cada dos minutos…? Puntuaos en el grupo de 0 a 10 según vuestro grado de constancia y coherencia, e intercambiad opiniones con el es resto del grupo sobre los resultados…
¡En el bufet del Señor!
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