La película que abría la serie Cars (2006), de John Lasseter, nos dio a conocer al protagonista Rayo McQuee, un as de la carretera, y a la grúa Mate, el torpe amigo inseparable. ¿Cómo se puede dar continuidad y mantener el interés del inicio?
«Lo cierto es que cuando llegó el momento de hacer Cars 2 resultó muy útil tener una plantilla. Pero hemos ampliado el espectro al incluir todos esos lugares internacionales. Es cierto que ya teníamos el aspecto de la película, pero había que añadir muchísimas cosas. Incorporar todas esas localizaciones fue el mayor desafío ya que representan el doble de localizaciones que cualquier otra cinta de Pixar. Además, Cars 2 tiene más planos de masas, más efectos especiales y más personajes. Es enorme.
En Cars 2, John hizo mucho hincapié en la investigación. Visitamos cinco países y lugares tan emblemáticos como Tokio, París y Londres. Pasamos mucho tiempo estudiando los coches que se conducían en esos países, y también observando la paleta de colores. De hecho, uno de nuestros directores artísticos se encargó de contar cuántos coches blancos, rojos, grises y verdes veía en cada país. Y tuvo una enorme influencia en la paleta de colores de la película.» (Denise Ream, productor)
Rayo McQueen se ha convertido en un ídolo que ve peligrar su pedestal ante
otros rivales más jóvenes y desvergonzados, como el lenguaraz Francesco, cuando se aproxima el primer Grand Prix Mundial. El nuevo combustible de Miles Axelrod parece asegurar la victoria. El desafío está servido y los incidentes se suceden entre traiciones y espías.
“La parte de la película más divertida para mí es cuando empiezan todas las carreras, cuando hay mucha acción, cuando hay adelantamientos, cuando pasan todas esas curvas unos coches a otros guiñándose los ojos, hablando por radio… Ha sido bastante impactante la acción que hay en la película y la forma de afrontar las carreras que han tenido estos coches y sin duda que ha sido la parte donde más me he divertido viéndola.
Describir a mi personaje no es fácil, supongo que es bastante parecido a lo que soy yo, un coche tranquilo, amigo de sus amigos, intentando siempre competir, luchador, rápido, tenaz… Me he sentido bastante identificado con él, y como digo, con toda la estética y todo, creo que es un coche muy parecido a lo que soy yo.» (Fernando Alonso, piloto de Fórmula 1)
Cerca del protagonista, pero, cada vez más desatendidos, se mueven intranquilos los antiguos amigos, sin saber bien a qué atenerse: los visita, lo admiran, pero no están a la altura y llegan, incluso, a avergonzarlo. ¿Merece la pena seguir con ellos?

Augusto Fernández

Pistas para la reflexión

1. ¿Cómo ha cambiado Rayo McQueen? ¿A qué nuevos retos se enfrenta? ¿Quiénes son los principales rivales, manifiestos y ocultos? ¿Cómo son? ¿Quién mueve los hilos? ¿Qué pretende?
2. ¿Quiénes son los verdaderos amigos? ¿Cómo son? ¿Cómo los trata Rayo McQueen? ¿Por qué cambia de actitud? ¿Cómo lo ayudan?
3. Nuestros amigos, ¿qué tienen que ver con los de Rayo McQueen? ¿En qué se parecen? ¿Cómo los tratamos? ¿Qué nos molesta más de ellos? ¿Y lo que más apreciamos?