Ildefonso Jiménez
Coordinador de Pastoral (Parroquia de María Auxiliadora, Salamanca)
BREVE APUNTE ARGUMENTAL
Desde la propia experiencia concreta y creativa se ofrecen un conjunto de propuestas que apuntan a la intervención pastoral en las familias, en particular, en los padres, desde dos puntos principales: la educación escolar y la catequesis de sus hijos, desde la creación de Escuelas de Padres. Parte de un análisis de la realidad actual y de las familias, para proponer a continuación un programa de acciones concretas desde tres esquemas que orientan y presentan todo el programa de acción con las familias.
- Partiendo de la realidad
1.1. Realidad social actual
Asistimos a un derrumbamiento moral por la pérdida de los valores en la sociedad. Da la sensación de que las personas no son, sino que están y esto lleva al bienestar. Hoy nos domina el pensamiento débil: lo que cuentan son las posturas, las opiniones y además las cambiamos para no aburrirnos, como quien se cambia de zapatos. No importa tanto la consistencia de las personas, sino la apariencia, el look, la estética, el aparentar. Y hemos cambiado la metafísica del ser por la del hacer: las cosas son valiosas en cuanto que son útiles. Y erigimos como fin último el placer, el hedonismo, el disfrute, lo fácil: todo es fácil, todo está al alcance.
En nuestra sociedad dominan los valores de la autonomía y el individualismo crecientes: el bienestar, el culto al cuerpo, presentismo, compartimiento en edades, el éxito de los programas de los medios de comunicación, el morbo más cutre y hortera en los programas… Hay una clara pretensión autonomista del joven por la pérdida de peso de las instituciones tradicionales. La panda de amigos es clave en la construcción de valores y normas. Se puede decir cualquier cosa en la radio sin necesidad de justificarlas o fundamentarlas, como simple opinión. Se está pasando de la intolerancia a la indiferencia pasando por lo humanitario. Efectivamente, la tolerancia está en alza, pero habría que plantearse si se trata de respeto al otro como tal o de indiferencia ante el otro. Esta tolerancia es no asumir la propia responsabilidad y para que el otro no me moleste.
En la familia dimiten los padres contentándose con una coexistencia pacífica, pero nunca educadora, con sentimiento de impotencia. En la escuela dimite el profesor-educador, contentándose con la coexistencia o la imposición o la disciplina dictatorial, para enseñar, nunca educar. Por lo tanto, estamos hablando de una tolerancia pasiva. Y esto prohíbe la intolerancia ante ciertas ideas y valores criminológicos. Se trata de la moral del extremo confort: no molesto, no me molesten.
¿Nos hemos parado a pensar que todo esto lo respiran hoy día desde los niños hasta los más adultos y que estamos vacunados de una alta dosis de todo esto? ¿Creéis que hoy día podemos limitarnos a adoctrinar a estos niños y jóvenes que han puesto en nuestras manos, a ser simples transmisores de contenidos o de mensajes que contrarresten?.
1.2. La realidad familiar.
En una sociedad cambiante, también la familia está viviendo una auténtica metamorfosis. A lo largo de muchos años de historia, ésta ha llevado a cabo una labor educativa y transmisora de valores personales y sociales. Los principios, creencias, sistemas de valores, en general muy homogeneizados, han contribuido en el desarrollo de principios educativos más o menos asumidos por la mayoría. No se han seguido criterios planificados y el medio de transmisión fundamental ha sido la comunicación oral. El sistema de incentivos ha estado basado en el premio y el castigo, tomando una gran importancia la disciplina. La industrialización, incorporación de las nuevas tecnologías, así como la incorporación masiva de la mujer al mundo laboral son algunos de los grandes cambios sociales que han llevado a las familias a incorporar a sus hijos en edades muy tempranas a contextos escolares, traspasando con ello la labor educativa a otras instituciones.
El modelo de familia también ha cambiado. Son en muchas ocasiones nuestros alumnos que viven en familias monoparentales, desestructuradas o que viven situaciones de violencia doméstica. Al tiempo escaso o discontinuo de presencia de los padres junto a sus hijos, se une el cansancio, a veces, agotamiento que acumulan tras la jornada laboral. Junto a esta realidad, los centros educativos, van incorporando progresivamente nuevas o actualizadas teorías que entienden de un modo más técnico la evolución y procesos de aprendizaje de niños y jóvenes.
En paralelo a estas realidades, muchos escolares crecen sin modelos de convivencia familiar establecidos. Las normas, cuando existen, suelen ser caprichosas y consecuencia de la urgencia de resolver situaciones que se están complicando, más que de formar personas o prevenir situaciones de riesgo y fracasos personales. Los centros educativos con un proyecto evangélico cristiano tenemos la posibilidad, incluso la responsabilidad de colaborar no sólo en la educación de estos alumnos sino también en la formación de las familias.
Descubrimos que nunca ha habido tanta información dirigida directamente a los niños sin ser filtrada por los adultos que están a su cargo. Frente a la televisión y los videojuegos se echa de menos el tiempo dedicado a pasarlo con los amigos, los vecinos, en el barrio…Hay que reducir un poco el estrés y aumentar la diversión y el buen humor en nuestras familias y en las relaciones con nuestros hijos. “Trate a sus hijos como le gustaría que los tratasen los demás”.
Ser padre o madre es actuar de guía en el hogar, ayudar a los niños a crecer para ser emocionalmente inteligentes. El niño tiene la necesidad de charlar con su padre o su madre antes de irse a acostar (quizás necesite hacer las paces contigo…) o hacer las paces con algún hermano. Leer juntos antes de dormir es una poderosa herramienta educativa. La falta de leer o quedarse retrasados respecto a otros compañeros les provoca ansiedad, frustración y falta de confianza. Charlar con los niños antes de irse a la cama es la ocasión para reconsiderar las cosas y disculparse. Es la mejor hora para saber qué le pasa al hijo y el mejor momento para estar con ellos.
1.3. Centralidad de la persona en la educación, es la respuesta.
Como educadores que somos todos, o debiéramos ser, sabemos que el ingrediente básico de la persona es encontrar sentido a la vida, descubrir el tesoro oculto, la riqueza interior personal. Solo podremos hacer que el siglo XXI sea más humano si ayudamos a nuestros hijos a entrar en ellos mismos. Al entrar se descubren, Y la persona que se descubre, se trasciende.
Y al final, para ver la marcha de nuestros hijos, tenemos que preguntarnos algunas cuestiones más importantes que los conocimientos que tiene o las notas que saca. Tendríamos que preguntarnos:
– Qué autonomía ha logrado.
– Qué capacidad crítica y de valorar tiene.
– Qué altura de responsabilidad
– Qué grados de sentido tiene su vida
– Qué ejercicio hace de su libertad.
Por eso, ante el gran peligro que hoy tenemos de deshumanización, la tarea futura de la Educación tendrá que ser: que los alumnos sean sujetos responsables y artífices de su destino (=autonomía) y defender la dignidad radical de la persona humana. Quizás la mejor y única manera que tendremos de ayudar a nuestros alumnos sea:
– No tanto enseñar contenidos sino seleccionar, discernir y orientar para la vida, porque los contenidos se adquieren hoy de mil maneras.
– Ayudarle a que descubra sus propios valores.
– Que se forme una idea adecuada de sí mismo (autónomo, crítico y responsable).
– Que vaya asumiendo su propia vida y su proyecto (vocación).
– Ayudarle a contrastar la propia personalidad en la acción de la vida y los acontecimientos diarios.
En definitiva: una persona autónoma capaz de resolver los propios problemas. De aquí podemos deducir claramente la necesidad de una promoción Educativo – Pastoral en la escuela que abarque estos tres campos esenciales de la persona:
– Educación de la conciencia
– Educación para el amor: la afectividad.
– Educación para la libertad y la solidaridad (social).
Toda esta tarea es imposible llevarla a cabo sin la unión de fuerzas de los agentes principales de la educación hoy:
– La escuela: educadores, comunidad educativa en equipo y unión efectiva.
– La familia: en sintonía y acción efectiva con los educadores.
– Los alumnos: sintiéndose protagonistas y participando en la acción educativa.
- Programa de acción familiar
2.1. Esquema básico: realidad, intervención, propuesta.
Este primer esquema educativo lleva en definitiva a la referencia de cómo integrar en la persona, en una sola realidad: fe y vida. El punto de partida, con toda lógica, deber ser la realidad que viven las familias y las personas. Es necesario un análisis de la realidad del momento que se vive, en la cultura concreta. Este momento hace referencia también a la encarnación de Jesús: El mismísimo Dios bajó a la realidad humana concreta para actuar y salvar desde ella.
Una vez hecho el análisis de la realidad y haber bajado y “estar” en al realidad se da el segundo paso: intervenir. Se interviene en y desde la realidad concreta. A este momento lo llamamos educación. Se interviene y se educa desde la “vida diaria” llena de momentos y detalles. En nuestro caso concreto hay que intervenir y educar desde cuatro referentes claves: la familia, la escuela, el grupo de amigos y el tiempo libre.
Pero no basta con estar e intervenir, se nos exige “ofrecer”, ofertar, proponer… nuestro estilo educativo familiar concreto. Este sería el tercer momento: la propuesta, con una oferta de estilo educativo concreta.
Y para terminar, no podemos olvidar que este esquema dividido en tres partes no es una línea recta sin principio ni fin sino más bien un ciclo que se retroalimenta circularmente. Es decir, nuestras propuestas deben estar alimentadas desde el análisis de la realidad del punto de partida y con referencia constante a las personas concretas de nuestra intervención.
ANALISIS DE LA REALIDAD (ENCARNACION) – PUNTO DE PARTIDA | |
CONSTATACIONES | SUGERENCIAS |
· Desencanto · Individualismo- indiferencia · Falta de atención a las familias · Lo fácil · Desorientación · Consumismo · Permisividad · M.C.S. impresentables · Separaciones – baja natalidad · Padres enemigos de profesores · Falta de atención parroquial. · Simple oferta sacramental |
· Relaciones y comunicación · Ir a su realidad y “estar” · Confrontación continua con lo que viven. · Espacios grupales –familiares y comunicativos. · Gestos concretos que les digan algo (“Escuelas de Padres”) oferta de talleres y actividades. · Análisis desde su realidad, no desde nosotros. |
INTERVENCIÓN (EDUCACIÓN) | |
CONSTATACIONES | SUGERENCIAS |
Hay que descubrir que los lugares y momentos de intervención hoy día son: ESCUELA – PARROQUIA – FAMILIA – TIEMPO LIBRE – VIDA DIARIA · Relación y atención a los padres en la Escuela. · Crear la catequesis familiar como núcleo religioso fundamental en parroquias. · Centralidad de la familia en la sociedad como núcleo educativo básico para el futuro. · Tiempo libre para convivencia familiar. |
· · Familia, escuela y parroquia como centros de referencia y propuesta en valores. · Presencia activa y amistosa de la familia en la vida cotidiana del niño y del joven. · Crear y favorecer espacios y ambientes ricos en valores. · Intervención desde lo profundo y desde la realidad de la persona. |
PROPUESTA ( EVANGELIZACIÓN ) | |
CONSTATACIONES | SUGERENCIAS |
Se trata de proponer un estilo con un programa educativo concreto. Todo en torno a la propuesta de: · Catequesis Familiar · Escuela de padres. 1. Un estilo: asociar en una misma experiencia a padres e hijos. 2. Una actitud de fondo: la caridad pastoral. 3. Una pedagogía: participación y protagonismo de todos. 4. Un sistema: presencia activa y amistosa: estar con los hijos. |
1. Partir del amor a los hijos 2. Educar desde lo positivo 3. Despertar y aprovechar las energías sanas que lleva dentro · Objetivo: Lograr familias que se sientan atendidas, queridas y respetadas. · Programa original: La Vida. Estar con los hijos, dedicarles tiempo. · Evangelizar y educar. · “Los hijos son para disfrutarlos, no para aguantarlos. · “Escuelas de Padres”. · El hogar es la escuela. |
2.2. Algunas anotaciones
- Realidad
Es el punto de partida.
Es el primer referente y último: Partir siempre de la realidad concreta que viven para “escuchar” sus necesidades y a partir de ellas elaborar el Proyecto Educativo y hacer nuestras propuestas.
Partir de “donde están” y lo que viven.
Es importante “darse cuenta” de la realidad que viven.
Encarnarse en la realidad:”estar”, “acompañar”, “escuchar”, es el primer paso para entrar en contacto y poder ser “significativos” para nuestros educandos.
No basta con “estar”, tienen que darse cuenta y captar que “estamos” con ellos. Sólo así podemos ser referentes en medio de una sociedad envolvente.
Así pues hay que “estar bajando” continuamente a la realidad que es la “fuente” del material y las herramientas que necesita un “educador” o “maestro”.
- Intervención
No podemos quedarnos como meros espectadores de la realidad: Hay que intervenir. Pero esta intervención sólo tiene sentido si se interviene desde la vida diaria. Es decir, no se trata de secuestrar al educando y sacarle de la realidad de la vida diaria sino educar desde la vida diaria acompañando y ayudando a descubrir lo bueno y positivo que ya tiene y vive desde la propia realidad.
El educador-padre no es un instructor, ni vigilante, es un “animador”, un maestro de la vida que con su presencia y ejemplo acompaña procesos de educación ayudando a “descubrir”.
La vida, lo cotidiano son el referente de la Educación para animar la vida del educando, siempre desde una visión y postura positiva y optimista de la vida y de las personas.
- Propuesta
Para llevar a cabo el plan que hemos descubierto al sumergirnos en la realidad no basta con intervenir sino que nuestra intervención debe ir adornada de un estilo y colorido propio y claro que nos identifique.
Nuestra propuesta tiene que estar sustentada en unos pilares que sujeten todo el edificio del proyecto y que pretenden ser los pilares educativos que sostengan la persona concreta de cada educando. Pretende marcar un estilo de vida, un estilo de persona que le lleve a “ser” y “ser feliz”.
Para ello hay que partir de una visión positiva del educando: hay que querer educar desde lo positivo, desde el optimismo y la alegría y estar dispuestos a aprender de ellos aprovechando lo bueno y positivo que llevan dentro.
En definitiva, educar se reduce a “ayudar”, a despertar las energías sanas que llevan dentro. Para conseguirlo hay otros dos pilares claves: “estar” con ellos viviendo y compartiendo su realidad y “favorecer” siempre la participación y el protagonismo del educando en toda la tarea educativa.
2.3. Esquema educativo-integral de la persona.
La Educación debe ser algo integral que abarque a la persona en su totalidad. La persona es un “todo” que necesita madurar y desarrollarse al unísono en todos los aspectos vitales que configuran su fisionomía. La propuesta de este esquema pretende orientar la Educación hacia la integralidad de la persona como centro del Proyecto Educativo en torno a los cuatro aspectos que configuran y dan sentido a todo el Proyecto Educativo-Familiar:
- Aprender a conocer (cultura)
- Aprender a ser (maduración)
- Aprender a hacer (acción)
- Aprender a convivir (convivencia).
Cada uno de estos cuatro apartados viene definido y desarrollado a través de cuatro núcleos que lo definen y expresan con los matices más importantes a tener en cuenta a la hora de elaborar el proyecto integral. El primer apartado, a modo de título, se refiere a la propuesta y proceso educativo concreto desde una perspectiva integrada en la persona; el segundo propone unos núcleos orientadores en valores que dan sentido y alimentan la educación; el tercero presenta el núcleo animador que acompaña el proceso del educando a través de personas y aspectos que marcan y acompañan todo el proceso; y el cuarto apartado hace referencia a realidades concretas y prácticas donde se vive y puede hacerse viable y palpable la oferta del proceso educativo. Todo girando en torno a la persona.
2.4. Esquema educativo-familiar.
Finalmente, aterrizando al ambiente concreto de la Familia, es necesario elaborar un programa que nos lleve a la realidad para ofertar una serie de acciones concretas que hagan efectiva nuestra labor educativo-pastoral con las familias.
- Partimos de la realidad concreta que viven las familias, desde la vida concreta, la vida diaria. Unas familias en proceso, en camino, con unas necesidades concretas y viviendo un momento concreto en la sociedad que les ha tocado vivir.
- Las familias están situadas y viviendo en una ciudad y ambientes concretos, con un estilo y una historia propias. Desde nuestro estilo salesiano ofrecemos un proyecto concreto desde el estilo de don Bosco para educar en positivo.
- En el centro de la propuesta están, como es lógico, las familias. Con dos protagonistas principales que acompañan todo el proceso llevado a cabo con las familias: el equipo de guías de padres y los educadores y colaboradores que trabajan con sus hijos.
- Finalmente hay que especificar toda la propuesta en momentos concretos de intervención que es desde donde se hace visible, palpable y eficaz para las familias nuestra propuesta pastoral cotidiana:
- Catequesis familiar
- Escuela de padres
- Talleres de orientación
- Actividades y varios
- Encuentros.
Cada uno de estos momentos lleva una programación y acompañamiento específico por parte del equipo de “guías de padres” y colaboradores. Sobre todo se trata de hacerlo práctico y viable a través de estas acciones concretas.