Claves para orar

1 julio 2002

Buscar a Dios
 

No le reces a Dios mirando al cielo:

¡mira hacia dentro!

No busques a Dios lejos de ti,

sino en ti mismo…

No le pidas a Dios lo que te falta:

¡busca tú mismo! Y Dios lo buscará contigo,

porque ya te lo dio como promesa y como meta

para que tú lo alcances.

No reproches a Dios por tu desgracia:

¡súfrela con él! Y él sufrirá contigo

y, si hay dos para un dolor, se sufre menos…

No le exijas a Dios que te gobierne

a golpe de milagros, desde afuera:

¡Gobiérnate tú mismo!

con responsable libertad, amando,

y Dios te estará guiando

¡desde dentro y sin que sepas cómo!

No le pidas a Dios que te responda cuando le hablas:

¡respóndele tú

porque él te habló primero!

Y si quieres seguir oyendo lo que falta,

escucha lo que ya te dijo.

No le pidas a Dios que te libere

desconociendo la libertad

que ya te dio.

¡Anímate a vivir tu libertad

y sabrás que sólo fue posible

porque tu Dios te quiere libre!

No le pidas a Dios que te ame

mientras tengas miedo de amar

y de saberte amado.

¡Ámalo tú y sabrás

que si hay calor es porque hubo fuego,

y que si tú puedes amar es porque él te amó primero.

                                    San Agustín

 

Escuela de oración

 

  • Para orar, ten en cuenta este bello texto de San Agustín: ahí están las claves de la oración.
  • Ora también a partir de él: él mismo es una oración.
  • Vive lo que dice: céntrate, por ejemplo, en una estrofa cada día de la semana.
  • Concreta siempre la segunda parte de cada estrofa y aplícalo a tu propia vida.

 

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