Esta colección de reflexiones (ideas vitamina) está hecha con el ánimo de incitar el replanteamiento de la publicidad que está viniendo. Gracias a Malcolm Gladwell, Emanuel Rosen, Seth Godin, Michael Goldhaber, Douglas Rushkoff, Bernd Schimdt, Joseph Pine, Humberto Eco, Marçal Moliné, Christopher Locke, J. A. González y a alguno más que seguro se me olvida, por lo que a cada uno corresponde.
- El consumidor es el mensaje. Ya no compramos productos, sino símbolos. En un mundo donde las marcas se apropian de una personalidad, consumir significa construir una imagen. Todo acto de consumo es a la vez un acto de comunicación y, por lo tanto, un intento de llamar la atención del resto.
- Ya no basta conseguir el recuerdo. Ya no basta demostrar las propiedades del producto. Ni comunicar sus usos funcionales. Ya no basta con definir una personalidad. La marca ha dejado de ser una representación mental y se ha convertido en un tejido de relaciones.
- La imagen de una marca no es sólo el logotipo, el anuncio, los patrocinios… La imagen de marca es la síntesis de las conversaciones que se dan en un mercado.
- Las ideas se extienden a través de conversaciones en función de: los que hablan, el contenido y la forma del mensaje y el contexto en el que se dan.
- El contenido del mensaje es clave. A veces el contenido es el propio producto. Otras veces es la personalidad de la marca. Otras es la experiencia del cliente.
- Hoy no basta con satisfacer una necesidad. La idea, el producto tiene que ser tan espectacular que los propios clientes se lo quieran contar a otros. Porque contándolo gana estatus en su grupo social. El valor está en la atención que la idea le permite obtener.
- El valor de una idea está en el número de personas que ponen en su boca el mensaje y el tiempo que permanece vigente.
- Las ideas de mayor éxito son aquellas que se expanden por la relación que existe entre los consumidores, y no por la relación de una empresa con los consumidores.
- La imagen, la personalidad de marca, la hace siempre el receptor. En la era de la Comunicación no se gana desde el emisor, sino en el lugar de destino, en el receptor.
- Si es buena, una idea se extenderá por sí sola. Y las ideas crean mercados.
- Antes se creaba un producto y luego se buscaba un público al que vendérselo. Hoy se ha invertido el proceso. Primero se construye una audiencia y luego se crean productos adecuados.
- La comunicación de hoy tiene que ser sobre todo relevante. Para eso tiene que ser personal, presentada en el contexto adecuado y que aporte valor.
- Las masas se resisten a la comunicación racional. Quieren espectáculo. El objetivo de la publicidad es algo más que emitir unilateralmente las maravillas del producto. Se trata de tener en cuenta las tendencias sociales, generales o grupales, a la hora de elaborar los mensajes.
- Todo producto, comunicación o campaña de marketing debe ser facilitador de atención para el consumidor. Debe permitirle obtener la atención de sus redes (amigos, compañeros de trabajo…)
- Hoy todos queremos ser el centro de atención. Atención y estatus están muy relacionados. Internet nos dala posibilidad de tener una gran audiencia. En una Economía de la Atención lo peor es ser irrelevante.
- El usuario es el contenido. Los medios de comunicación han dejado de ser unidireccionales. Gracias a la interactividad, la audiencia es hoy creadora de contenidos.
- La gente lo que quiere es comunicarse. Comunicarse con personas. Internet son básicamente personas que quieren comunicarse.
- Las empresas no se comunican como personas: sacrificarían su autenticidad por una mayor cuota de mercado.
- Hoy estamos más conectados. Queremos estar conectados. El mundo cambia tan rápido que saber es tan importante como tener. Tenemos hambre por estar al día porque eso significa tener más oportunidades.
- Los mercados cambian mucho más rápido que el marketing. Gracias a Internet la gente intercambia conocimiento, los mercados aprenden, aprenden más rápido que las empresas. Las empresas deben establecer mejores relaciones con los mercados porque ahí es donde están las ideas.
Daniel Calabuig y David Boronat