Congreso de lectores

1 abril 2004

El mes de abril es realmente el mes del libro al celebrar el Día Internacional del Libro infantil y juvenil el 2 de abril,  y el Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor el 23 de abril.
Sentido
► Muchos de los que trabajamos en el ámbito de la escuela estamos convencidos del carácter “social” de esta propuesta: acercar al libro, a la lectura… es trabajar contra el fracaso escolar desde una perspectiva muy interesante. La gran herramienta de trabajo en la escuela, la lectura, se convierte muchas veces en auténtico obstáculo para el “saber”. De ahí que, siempre que potenciemos la lectura libre (sin redacciones o trabajos escritos que la acompañan), el gusto de leer por leer, el tocar los libros con cariño, etc, estamos combatiendo el fracaso escolar.
► Otro motivo interesante para quienes trabajamos en la evangelización de la infancia y la juventud es recordarnos que el cristianismo es una religión del Libro. Cualquier actividad que se proponga para un libro cualquiera se puede adaptar para acercar la Biblia o el Nuevo Testamento a unos destinatarios que cada vez lo desconocen más o por lo menos lo leen menos.
► Proponemos realizar “un congreso de lectores”: una actividad realizada en ferias creativas del libro, talleres de animación a la lectura, actividades de biblioteca de barrio… O en otros ambientes, como es el colegio en una hora de tutoría o en las horas de idioma castellano, gallego, catalán, vasco, inglés, francés… No tiene por qué desanimarnos el creer que no hay lectores… nuestra capacidad de sorpresa puede desbordarse en este tema, como en tantos otros en que la estadística no descubre sensibilidades, matizaciones, puntos de vista no estándares…
Finalidad
–         Presentar de una manera original un libro leído: el que más ha gustado.
–         Dar a conocer a los demás libros interesantes.
–         Animarnos a leer o seguir leyendo.
–         Intercambiar libros que tenemos en nuestras casas.
Desarrollo
► La propuesta se presenta con tiempo. Puede quedar abierta (libros, tebeos, revistas…) o concretarla (libros de literatura infantil y juvenil, noticias de nuestra ciudad, libros de aventuras, de formato de tebeo, etc).
► Cada uno buscará en su baúl de los recuerdos o en su estantería ese libro “del que guarda un grato recuerdo”. Se le anima  a que lo desempolve, y lo relea… Además se le propone que prepare una breve presentación del libro en cuestión: los datos básicos y sobre todo su opinión: ¿por qué lo he seleccionado como uno de los mejores libros que he leído?
► Se indica con un cartel el día y la hora del Congreso de lectores. Habrá que inscribirse en dos modalidades: como “ponente” o como “público”. También se puede admitir una ponencia de dos o varios compañeros que han coincidido en ese libro “maravilloso”.
► Con las inscripciones de los ponentes se elabora el orden de actuación.
► Se dice a todos los participantes que la entrada será un libro. Cada uno deberá llevar un libro en sus manos para poder entrar en la sala del Congreso. Lógicamente los ponentes tendrán que llevar ese libro “que crea lectores”.
► Un maestro de ceremonias coordinará el acto. Puede iniciarse con una “autoridad” (el director del centro, del campamento o biblioteca, un autor, un lector de edad superior o muy inferior…). Cualquiera, pero eso sí, con “su” libro en la mano.
La sala podrá ser informal, sillas en círculo, por ejemplo, o más formal con un pequeño estrado con mesa presidencial y atril.
► Cada ponente presenta su libro con estilo y metodología propia. Dependiendo del número de “ponentes”, de su edad y del contexto en que se realiza el Congreso se marcará un tiempo mínimo y máximo de intervención.
► Al final, los asistentes podrán hacer preguntas a todos los ponentes.
► Se puede finalizar el acto con una foto de “chicos-libro”: todos los participantes en el congreso muestran sus caras y sus libros… porque todos han de dar la cara por una lectura creativa, libre y placentera.

Xulio C. Iglesias

 

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