Da gracias, por la vida misma.
Aunque la tuya no sea la más perfecta,
Dios te la dio y el tenerla es ya un milagro
Aprende a valorarla para hacerla llevadera.
No hagas de ella algo vano y vacío.
Da gracias por el aire que respiras.
Es tan natural y vital… y ni cuenta te das
de que sin él con seguridad no vivirías.
Por cada respiro que des recuerda y ten presente
que Dios lo creó pensando en ti.
Da gracias por la luz del sol.
Es la que te permite veamos el día en esplendor.
La que da vida a la hermosura de la creación
y da calor a los seres vivos de la tierra.
Da gracias por la noche.
Dios la hizo para darnos descanso
para que la tierra repose del afán del día,
Y es cuando realmente puedes relajarte y meditar.
Para poder reponer fuerzas para seguir adelante.
Da gracias por el agua que cae del cielo.
Dios la envía para hacer de nuestro suelo
uno fértil y productivo.
Y es la misma agua que, al estar sedientos,
calma nuestra sed.
Da gracias por las pruebas que llegan a ti.
No te lamentes cuando llegan,
más bien tómalas de un modo positivo
Las pruebas purifican tu espíritu.
y te hacen más fuerte para enfrentarte a la vida.
Da gracias por todo lo que eres.
No te quejes de que no siempre es como quieres.
Nada pasa sólo porque sí
Al final verás y entenderás la razón.
Da gracias a Dios por todo:
Por las cosas grandes y también por pequeñeces
Él, muy agradecido, nos recompensará.
Da siempre gracias…
Sentirás alivio y paz si las das de corazón.
Tomás del Valle-Reyes
¡En el bufet del Señor!
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