Estos corazones, algunos de ellos de Ulises, aparecieron en diferentes días en las páginas de «El Mundo» durante los años 1999 y 2000. Los traemos aquí y los colocamos todos juntos porque les une la temática del corazón, pero se puede trabajar con cada uno de ellos por separado.
Desde hace unos años y a partir de Daniel Goleman, se habla mucho de la inteligencia emocional. Estos dibujos pueden servirnos para acercarnos a esa realidad y para recalcar la dimensión del corazón en la vida personal y en las relaciones con los demás.
De todo corazón
- Nos centramos en los dibujos en su conjunto y como si fueran una unidad. ¿Qué vemos?
- ¿Qué nos dicen esos corazones? ¿Qué nos recuerda o sugiere cada uno de ellos?
- Dar nombre a cada corazón.
- ¿Podrían tener estos corazones alguna relación entre ellos? ¿Cuál?
- Tener en cuenta su componente simbólico: elaborar un relato a partir de esos corazones.
- La temática del punto anterior puede ser la Navidad.
Corazón ardiente
- Sugerimos algunas posibilidades de trabajo a partir del dibujo de cada corazón. Téngase en cuenta, para empezar, el título que hemos puesto. ¿Qué otro título pondríamos nosotros?
- Este corazón está construido de ladrillos: dentro guarda muy bien el calor…
- ¿Cómo alimentamos ese fuego? ¿Qué alimenta él?
- También hay humo. ¿Pueden ser malos humos? ¿Acaso contaminantes? ¿Qué o quién los provoca?
- Pero puede ser también el humo propio de una combustión…
Corazón dolorido
- El segundo corazón, ¿es un corazón dolorido, solidario, sin barreras… o qué?
- Porque el contorno es la superficie del mapamundi. ¿Tiene que ver algo con eso de la globalización? ¿Y con la situación de guerra?
- Lo que suceda en la superficie de ese mapamundi del corazón nos afecta a todos. ¿Es así en realidad?
- El corazón sigue latiendo. ¿Dónde resuenan más claramente esos latidos, sobre todo los latidos doloridos?
- Nuestro corazón es tan grande como todo el mundo y llega a todos? ¿En qué se concreta?
Corazón florecido
- ¿Qué nos recuerda eso corazón florecido?
- ¿Es un corazón frágil? Pero también sensible. Y con otros valores. ¿Cuáles?
- Más allá de la razón diseccionadora, ¿qué sentimientos cultivamos y cómo lo hacemos?
- El peligro es convertir el corazón en un florero, con anquilosamiento y mal uso de lo que es el corazón. ¿A qué lo podemos aplicar?
La llave del corazón
- ¿Cuales serían las características de una llave–corazón?
- ¿Qué puertas abre esta llave–corazón que no somos capaces de abrir con otros recursos?
- Este corazón necesita siempre de una mano que lo maneje. ¿A qué o a quién lo podemos aplicar?
- Véase también nuestro texto en forma de corazón de la página de Opinión. Trabajar a partir de él uniendo estas imágenes –en concreto ésta– a lo que allí se dice.
- Dibujar nuestra llave–corazón.
Herminio Otero