De todo corazón

1 diciembre 2001

Estos corazones, algunos de ellos de Ulises, aparecieron en diferentes días en las páginas de «El Mundo» durante los años 1999 y 2000. Los traemos aquí y los colocamos todos juntos porque les une la temática del corazón, pero se puede trabajar con cada uno de ellos por separado.
Desde hace unos años y a partir de Daniel Goleman, se habla mucho de la inteligencia emocional. Estos dibujos pueden servirnos para acercarnos a esa realidad y para recalcar la dimensión del corazón en la vida personal y en las relaciones con los demás.
 
           De todo corazón

  1. Nos centramos en los dibujos en su conjunto y como si fueran una unidad. ¿Qué vemos?
  2. ¿Qué nos dicen esos corazones? ¿Qué nos recuerda o sugiere cada uno de ellos?
  3. Dar nombre a cada corazón.
  4. ¿Podrían tener estos corazones alguna relación entre ellos? ¿Cuál?
  5. Tener en cuenta su componente simbólico: elaborar un relato a partir de esos corazones.
  6. La temática del punto anterior puede ser la Navidad.

 
           Corazón ardiente

  1. Sugerimos algunas posibilidades de trabajo a partir del dibujo de cada corazón. Téngase en cuenta, para empezar, el título que hemos puesto. ¿Qué otro título pondríamos nosotros?
  2. Este corazón está construido de ladrillos: dentro guarda muy bien el calor…
  3. ¿Cómo alimentamos ese fuego? ¿Qué alimenta él?
  4. También hay humo. ¿Pueden ser malos humos? ¿Acaso contaminantes? ¿Qué o quién los provoca?
  5. Pero puede ser también el humo propio de una combustión…

 
           Corazón dolorido

  1. El segundo corazón, ¿es un corazón dolorido, solidario, sin barreras… o qué?
  2. Porque el contorno es la superficie del mapamundi. ¿Tiene que ver algo con eso de la globalización? ¿Y con la situación de guerra?
  3. Lo que suceda en la superficie de ese mapamundi del corazón nos afecta a todos. ¿Es así en realidad?
  4. El corazón sigue latiendo. ¿Dónde resuenan más claramente esos latidos, sobre todo los latidos doloridos?
  5. Nuestro corazón es tan grande como todo el mundo y llega a todos? ¿En qué se concreta?

 
           Corazón florecido

  1. ¿Qué nos recuerda eso corazón florecido?
  2. ¿Es un corazón frágil? Pero también sensible. Y con otros valores. ¿Cuáles?
  3. Más allá de la razón diseccionadora, ¿qué sentimientos cultivamos y cómo lo hacemos?
  4. El peligro es convertir el corazón en un florero, con anquilosamiento y mal uso de lo que es el corazón. ¿A qué lo podemos aplicar?

 
           La llave del corazón

  1. ¿Cuales serían las características de una llave–corazón?
  2. ¿Qué puertas abre esta llave–corazón que no somos capaces de abrir con otros recursos?
  3. Este corazón necesita siempre de una mano que lo maneje. ¿A qué o a quién lo podemos aplicar?
  4. Véase también nuestro texto en forma de corazón de la página de Opinión. Trabajar a partir de él uniendo estas imágenes –en concreto ésta– a lo que allí se dice.
  5. Dibujar nuestra llave–corazón.

            Herminio Otero