Sí, creo que no me he equivocado con el título. Y si alguno duda al respecto, como muestra un botón…, bueno diez; éstos son algunos de los –vamos a llamarlos elementos– que caracterizan a muchos de los jóvenes (y no tan jóvenes):
- TV: Para muchos “el Reino de los Cielos” aquí en la Tierra, el lugar donde hay separaciones sin trauma, donde se consigue el éxito engañando, donde los jóvenes viven una vida “mazo de guay” … Claro, cuando se sale a la calle, la realidad es otra muy diferente
- Móvil: El “celestial aparato” para los padres que, en ocasiones basan toda su educación en tener localizado al niño; el “juguete de moda” para los más jóvenes que se enorgullecen enseñando a sus amigos las decenas de llamadas perdidas.
- Chat: La amistad fácil, sin complicaciones, sin enfados, sin compromisos.
- Barra libre: La forma más estresante de celebrar un cumpleaños. De 9 a 10 invitas a todos tus amigos a un bar. Allí pueden saludarte, felicitarte y beber a sus anchas…; eso sí, todo muy rapidito, que se acaba la hora.
- Disk man: Excursión final de curso de un instituto. Autobús. El profesor, guitarra en mano, se desgañita cantando todo lo que se le ocurre… En los asientos, más del sesenta por ciento de los jóvenes le responden moviendo la cabeza de un lado a otro al ritmo de “su música”.
- “A las 12 en casa”: Fórmula mágica con la que los padres tranquilizan su conciencia. “Mi hijo sale todos los fines de semana, pero vuelve siempre a la hora”. Lo que hacen en ese tiempo “son cosas de chiquillos”.
- Gabinetes: Los problemas llegan y sorprenden a padres y educadores… “Que lo vea un gabinete psicológico… No, no el problema es de cabeza, que asista mejor a un gabinete pedagógico…o, si no, mejor…”
- La fe de los abuelos: Si preguntas a los niños de catequesis quién les ha enseñado a rezar, muchos de ellos te contestan que sus abuelos, otros –desgraciadamente- que nadie. Y si esperas a la salida de la eucaristía a comprobar quién viene a recogerles, verás muchos más bastones que minifaldas.
- Sonrisas fugaces: Hay estudios que dicen que un bebé sonríe diariamente unas 400 veces… pero, ¿sonríen mucho nuestros jóvenes?
- Ilusiones perdidas: Si a los 12 años el niño ya tiene el móvil y la moto, a los 13 fuma su primer cigarrillo, a los 14 se cansa de estudiar, a los 15 prueba “las delicias de una noche loca” y a los 16 tiene “libertad” para sacar dinero del cajero automático…, no debemos sorprendernos si a los 18 nos encontramos con un joven cansado de vivir
Para hacer
- Repasar este decálogo de elementos. ¿Estamos de acuerdo? ¿Falta alguno? ¿Falta algún comentario sobre lo que ya aparecen?
- “Se buscan jóvenes con ganas; para ello se necesitan padres y educadores que no tiren la toalla a la primera de cambio”. ¿Qué sentido puede tener esa frase? ¿Qué pensamos que responderían los padres? ¿Qué penamos que responderían los jóvenes? ¿Qué respondemos nosotros?
- Padres, educadores… ¿qué estamos haciendo con los jóvenes? Ofrecerles una vida fácil no significa darles “libertades” y facilidades para hacer todo cuanto deseen, poniendo la absurda excusa “que no le falte de nada, que no pase por lo que nosotros pasamos”. Necesitamos recuperar la ilusión perdida de muchos jóvenes, el gusto por vivir, por entregarse a los otros, por arriesgar aun a riesgo de equivocarse… ¿Qué hacer y cómo para que ningún joven se canse de la vida?
J. M. Escudero