Decálogo del silencio

1 enero 2000

  1. Ama el silencio que lo invade todo,

porque en él se cierne el Espíritu de Dios amor.
 

  1. Abísmate en el silencio. Muévete en él.

Alcanza el ignoto mundo de la eternidad feliz.
 

  1. No temas el silencio cuando está cargado de Dios.

Gústalo una y otra vez hasta que sea hecho en silencio
silencio del mismo Dios.
 

  1. Vive el silencio de amor, rezuma silencio,

expresa silencio: es la palabra más sabia,
profunda, acertada y universal que sabrás pronunciar.
 

  1. Entra en el silencio de Dios

y descubre en el más profundo centro
que estás siendo, amando, sirviendo.
 

  1. El silencio es el diálogo delicado de los que aman.

Brota como exigencia del amor que les invade.
Sin él, todo sería muy poco.
 

  1. Vive en silencio alcanzando el amor de Dios,

la comunión de gracia y el servicio a la caridad fraterna.
 

  1. Deja que el silencio te virginice más y más.

Camina en alas del silencio transido de divinidad
hasta que todo tu proyecto sea fecundo.
 

  1. Silencio interior y exterior: victoria sobre la tiranía

de las pasiones. Has aprendido a ser persona pneumatizada.
 

  1. Silencio… Silencio… Silencio…

¡Sabiduría de los pobres de Dios!
Mª ESPERANZA VITALES OTÍN
 
Para hacer

  1. El silencio nos ayuda a madurar, nos hace ser. Pero ahora le tememos: no aguantamos estar unos momentos en silencio, nos pone nerviosos… ¿Qué nos aporta este decálogo?
  2. ¿Nos es fácil vivir en silencio? ¿Nos cuesta? ¿Por qué?
  3. Téngase en cuenta que este decálogo fue escrito por la fundadora de las «Misioneras de Nuestra Señora del Pilar». Se nota en las expresiones que usa y en el planteamiento que tiene. Para el trabajo con los jóvenes necesita un concreción y formulación distinta. Hacerla.
  4. Elaborar el propio decálogo del silencio: reformular estas propuestas concretando situaciones personales para madurar en silencio.

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