DECLARACIÓN DE AMOR DE JESÚS DE NAZARET

1 noviembre 2004

Me gustas tal y como eres…, me gusta tu pelo engominado, tu piercing en la lengua, tu tatuaje en el hombro…, por gustarme me gustan hasta tus plataformas de 15 cms.
 
Me gusta tu lenguaje juvenil, tus palabras enrevesadas, tu manera de andar, tus métodos –como dices tú– de “entrar a las niñas”. Me dejas perplejo –me estaré volviendo viejo– al comprobar tus movimientos tan estrambóticos en la disco, pero me gusta.
 
Me gustan tus colegas, tus fiestas, tus salidas a la montaña y tus llegadas a las tantas de la madrugada.
 
Me gusta tu modo de hacer las cosas, tus cabreos contigo mismo y con los demás, tu sonrisa –ésa nunca falla– en medio de las dificultades, tus “artilugios oratorios” tan peculiares de convencer a tus padres.
 
Pero sobre todo me gusta mucho, vamos, –como te gusta decir a ti– me hacen los ojos chibiritas cuando me agarras de la mano y me llevas contigo, y a veces me mimas y otras veces “agarras un cabreo del mil” conmigo, pero, y eso me tiene loquito, nunca me sueltas, aunque a veces –qué bestia eres– te pasas apretándome la mano…, me gusta mucho.
 
Lo que no me gusta nada es cuando “pasas” de mí, cuando no te intereso, cuando te olvidas de que estoy a tu lado y te necesito, bueno nos necesitamos los dos.
 
Por eso, querido amigo, te pido con todo mi corazón que siempre me lleves contigo, aunque a veces no nos entendamos y estemos a punto de “llegar a las manos,” no me importa, me gusta cómo eres, te importo y eso dice mucho de ti.
 
Lo que nunca, lo que jamás podré soportar es que utilices para conmigo la indiferencia… Por favor, amigo, no lo hagas, me harías sufrir mucho.

Jesús

 
Para hacer

  1. ¿Qué de todo esto, elaborado por José María Escudero, te podía haber dicho también a ti Jesús? ¿Por qué?
  2. Siguiendo el mismo esquema o la misma forma, escribe una declaración de amor contestando a la de Jesús.

 

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