Doce reglas de oro para vivir y orar

1 julio 2001

  1. Por estar alegre y feliz,

da gracias a Dios.
 

  1. En la mañana,

haz oración fervorosa.
 

  1. En el trabajo,

pon una buena intención.
 

  1. Si sufres,

lucha y no te dejes abatir.
 

  1. Si te sientes ofendido,

perdona de corazón.
 

  1. Ante un error de los demás,

sé indulgente.
 

  1. Si eres culpable,

busca el arrepentimiento.
 

  1. Ante un fracaso,

vuelve a empezar.
 

  1. Sé humilde

ante una buena acción.
 

  1. Alivia el dolor

de quien sufre.
 

  1. Y al llegar la noche,

olvida todo lo negativo.
 

  1. Agradece a Dios

por un día más.
 
El tiempo de verano puede ser una buena ocasión para poner en práctica estas propuestas para vivir y orar. Y lo haremos sin olvidar que la oración ha de ir unida a la vida, y que la vida puede ser más vida si sabemos descubrir su dimensión más profunda mediante esa mirada particular que es la oración. Hágase, pues.

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