Echar las redes de la «nueva evangelización»

1 octubre 2001

LA MISIÓN, TAREA DE TODOS

 
El DÓMUND no puede reducirse a «contemplar» misiones y misioneros. Hay que cambiar la mentalidad: la misión es tarea de todos. El compromiso evangelizador es propio de todo miembro del Pueblo de Dios, de todo cristiano. Aquí se sugieren algunas pautas para tomar conciencia de ello.
 
 
 
 
Dijo Jesús a Simón: «Lleva la barca lago a adentro y echad allí las redes para pescar». Simón le contestó: «Maestro, hemos pasado toda la noche trabajando sin pescar nada: pero, puesto que tú lo dices, echaré las redes». Así lo hicieron, y recogieron tal cantidad de pescado, que las redes estaban a punto de romperse […] Pero Jesús dijo a Simón: «No tengas miedo. Desde ahora serás pescador de hombres». Y después de sacar las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús (Lc 5, 4-11).

 
Narración: Unos hombres de Dios
 
Unos hombres de Dios, llenos de ciencia y sabiduría, decidieron ir a los caminos de la vida para acercarse a los hombres del mundo y convertirlos a Dios. Para conseguirlo se prepararon a conciencia. Llenaron sus equipajes con discursos impecables, con dogmas y dictámenes incuestionables, con códigos morales incontestables, con solemnes declaraciones y pensadas programaciones. Y llenos de autoridad fueron al encuentro de los hombres del mundo.
Pero tras muchos esfuerzos y desvelos, no consiguieron encontrarse con nadie. Y con las manos vacías, volvieron a casa sin entender el porqué de su fracaso.
Estando así las cosas, Dios les salió al paso y les pidió que fueran nuevamente a los caminos para encontrarse con los hombres del mundo. Entonces ellos, muy apesadumbrados, le hablaron de su fracaso y de lo inútil que sería volver a intentarlo. Pero él les dijo:
 
— Habéis fracasado por culpa de vuestros equipajes tan pesados y agobiantes. No habéis dejado espacio para que yo pudiera ir en ellos. Id ligeros de equipaje si queréis llegar al corazón de los hombres. Llevad para el camino sólo palabras empapadas de Caridad y obras contagiadas de gratuidad. De esta manera podré estar yo en todo lo que vosotros hagáis y digáis para dar la Felicidad a los seres humanos.
 
Así lo hicieron aquellos hombres de Dios. Ligeros de equipaje y llenos de humildad, volvieron a los caminos de la vida para encontrarse con los hombres del mundo.
Y para sorpresa suya, grandes multitudes les siguieron desde entonces, ansiosas y hambrientas de escuchar aquellas palabras de Dios.
 
 
Pistas de reflexión
 
Teresa de Calcuta (Hijas de la Caridad), Marthin Luther King (contra el racismo), Oscar Romero (denunciar la injusticia), Hélder Cámara (defensor de los pobres), Hermano Roger (movimiento ecuménico de Taizé), Raúl Follereau (Ayuda a leprosos), Albert Schweitzer (médico misionero), Ángel García (Mensajeros de la Paz), Vicente Ferrer (misionero en India), etc.
Son un pequeño ejemplo de personas que se  han dejado «empapar» del Amor de Dios y han obrado en gratuidad, siendo una «Buena Noticia de Dios» (Evangelio), para las multitudes de seres humanos hambrientos, necesitados y desvalidos que se han encontrado con ellos.
 
Han sabido encarnar las palabras liberadoras de Dios en sus circunstancias concretas, haciéndolas creíbles a los hombres y mujeres del mundo de hoy. Éste es el camino de la «nueva evangelización», el mismo que siguió Jesús, y el mismo que siguen miles y miles de personas, no tan conocidas como las anteriores, pero igual de comprometidas con la causa de Jesús: construir el Reino de Dios a su alrededor. Para ello sólo es necesario ir «ligeros de equipaje», dejando a un lado todo aquello que nos impide empaparnos del Amor gratuito de Dios.
 
 

PARA EL DIÁLOGO

 

  • Después de leer estos textos, elaborar el decálogo de la «nueva evangelización», es decir, buscar las 10 actitudes, comportamientos o formas de ser y actuar, que debería tener la Comunidad Cristiana, y cada cristiano en particular, para que su labor evangelizadora fuera fructífera.
  • ¿Cuáles son las palabras empapadas de Caridad, y las obras contagiadas de gratuidad que los hombres y mujeres de nuestro país, o ciudad, o barrio, o familia o entorno próximo, están ansiosas y hambrientas de recibir?
  • ¿De qué hay que «alimentarse» para llenar nuestro equipaje con ese tipo de palabras y obras? ¿De qué hay que «ayunar» para que no se estropeen?