Educar jugando

1 octubre 2002

Antonio Rodríguez López.
Tres ambientes para desarrollar experiencias deportivas en clave educativa.
Antonio Rodríguez López, Maestro especialista en Educación Física y Licenciado en Filosofía, nos ofrece un abanico de ambientes educativos en los que poder sacar jugo al deporte como plataforma educativa. No es cuestión simplemente de jugar y competir. Aquí el subrayado recae en lo «educativo». Y veremos que no todo lo es.
 
 
No es oro todo lo que reluce
 
¿Es posible hablar de educación y deporte?, ¿ es sólo una frase retórica o se puede aplicar en la práctica?, ¿es en sí el deporte algo educativo o necesita añadidos para que sea tal?, ¿desde qué plataformas se puede hacer deporte educativo?, ¿qué educamos a través del deporte?.
 
Estos y otros son los interrogantes que todos los que nos dedicamos a la educación deportiva nos hemos hecho alguna vez, dependiendo de la seriedad con la que nos tomemos nuestra actividad deportiva.
 
Los ambientes a los que van destinadas estas experiencias que aquí vamos a intentar ir narrando son colegios, ayuntamientos, asociaciones, parroquias, polideportivos, escuelas predeportivas y deportivas, ONG,… que quieren educar a través del deporte. Es evidente que el ambiente concreto ayuda o no, pero no es menos evidente que debemos resaltar la importancia del agente educativo en todo el proceso de educación a través del deporte, o lo que es lo mismo, de la actuación en nuestro caso del entrenador, el profesor, el monitor.
 
¿A qué nos referimos cuando hablamos de deporte educativo? Ya se ha hablado extensamente en este número de aquello que se entiende por tal.
 
Añadir algo quizá sea superfluo; pero no quiero dejar pasar la oportunidad de decir que cuando hablamos de educación y deporte nos estamos refiriendo a la educación en valores y ésta a través del deporte. Esta educación es algo fácil pero a la vez tiene serias dificultades, ¿qué paradoja , verdad?. Trataré de explicarme.
 
 
Fácil. Es complicado encontrar alguna actividad que esté tan cargada positivamente de valores. Valores importantes, profundos, serios, humanizantes y humanizadores como son:
■ el sacrificio
■ la constancia
■ la cooperación
■ el pensar en los demás poniéndome en su lugar
■ la alegría, la fiesta
■la superación de los momentos bajos -ya sea mal momento por lesión o por una derrota importante-
■ la salud.
 
Hay aún una razón más obvia que explica la facilidad de educar a través del deporte. El deporte gusta de forma inmediata a los muchachos y jóvenes sin necesidad de adornarlo excesivamente. Basta soltar un balón en un patio repleto de muchachos para tener organizada una hora de diversión. De esta forma es un gancho inmejorable para captar niños y jóvenes que viven en riesgo social de drogas o delincuencia, o para continuar la labor educativa de un colegio también fuera de las aulas.
 
▄ Difícil. El deporte es euforia en las victorias y depresión en las derrotas. Nuestra amiga la televisión nos golpea con imágenes de jóvenes anclados a lo más alto de una farola ondeando la bandera de su equipo, mientras a la vez se nos muestra la cara triste de la decepción.
 
Socialmente el deporte está vinculado a los grupos extremos que rompen escaparates, que hacen pintadas… A esos que cuando vamos a un estadio no paran de animar y de beber, que entonan cánticos nada espirituales aunque sí cargados de expresividad y de amor a los colores del enemigo. Y, evidentemente, todo ello sin meterse con el árbitro y por supuesto tampoco con las madres de los jugadores del equipo rival.
 
Quizá nos consolaría saber que este espectáculo tan bochornoso sólo se ve en campos de primera o de ACB; ¡ojalá!. A poco que nos movamos en este mundillo es fácil corroborar que esto no es así. Pero, ¿cómo es posible que ese padre prudente, honrado, trabajador, cristiano, católico y además practicante, le esté diciendo “hijo de puta” o “te voy a matar cabrón” a ese pobre joven de dieciocho años que es estudiante y arbitra los fines de semana para sacarse unas pelillas en su tiempo libre?, ¿Ocurren estas cosas? Evidentemente que ocurren. Esto es cierto y corroborado por muchos colegios durante los fines de semana. Si nos acercáramos a nuestro amigo, el apasionado espectador al que más arriba nos referíamos, nos diría que no hay que mezclar las cosas que si no he visto que ese tío nos está robando el partido.
 
Este es uno de los graves problemas con el que nos enfrentamos a la hora de educar a través de deporte: la competitividad. Por un lado es necesaria para que haya deporte pero mal entendida provoca que una labor que intenta ser educativa queda simplemente en entretenimiento para ganar o pura vanidad corporal.
 
A continuación voy a narrar tres experiencias que yo mismo he vivido en mi intención de educar a través del deporte. Alguna de ellas es más cercana porque la he vivido en primera persona. Otras, en cambio son fruto de la conversación con personas que tienen un vivo interés por hacer del deporte algo educativo. Del diálogo sobre diversas formas de hacer, sobre los problemas con los que nos encontrábamos, o las limitaciones de nuestra administración pública.
 
Me voy a referir a tres ambientes, que aunque diferentes, persiguen un objetivo común, esto es, hacer del deporte una actividad transmisora de valores y potenciarlo como plataforma de encuentro.
 
Estos tres ambientes son el colegio, una asociación vinculada a una parroquia y una ONG que trabaja con fondos públicos.
 
□ primer ambiente: el colegio
 
Trabajar el deporte desde el colegio implica tocar muchas teclas y todas ellas importantes. Debemos tener en cuenta cómo son las instalaciones con las que contamos, los medios y materiales que tenemos y que podemos conseguir, los entrenadores dispuestos a colaborar, los alumnos que van a participar, la campaña de captación desde las clases, las tutorías, los momentos conjuntos, la implicación del personal docente y por último el talante del encargado de los deportes del colegio.
 
La captación debe hacerse sobre terreno ya abonado, es decir, de nada sirve prometer el oro y el moro porque si los chicos no lo han vivido no nos creerá casi nadie. Por tanto lo primero que hay que hacer, si en nuestro colegio no existe nada, es empezar con pocos equipos pero con tan buen ambiente que demos envidia a los recelosos. Esto necesariamente implica una relación cercana con los chicos/as. Acabamos de decir la primera cosa y casi la más importante para que esto eche a andar: que haya una buena relación personal en los entrenamientos entre compañeros y con el entrenador.
 
Como en toda relación personal los detalles son lo más importante. Un detalle es no llegar tarde a los entrenamientos, exigir la asistencia y justificar faltas y retrasos, no criticar en público, ser exigente en lo que cada uno puede dar, fomentar el compañerismo, celebrar los cumpleaños, alegrarnos con los éxitos ajenos, y, por supuesto, celebrar las victorias y sacar provecho de las derrotas.
 
La oferta deportiva puede ser tan amplia como nos lo permitan las instalaciones. De todas formas la creatividad es importante a la hora de aprovechar espacios. Si cada equipo para entrenar no puede tener dos porterías es preferible entrenar con dos conos a modo de portería que suprimir entrenamientos.
 
El aspecto económico es uno de los factores más importantes para el buen funcionamiento de la asociación deportiva o club o escuela deportiva de nuestro colegio. La gestión económica implica: mantenimiento de las instalaciones, equipaciones de entrenamiento y oficiales, material a utilizar en los entrenamientos como balones, conos, porterías, canastas, material de atletismo, gratificaciones a colaboradores…
 
En muchos colegios existen problemas a la hora de utilizar el material de deportes. Mi opinión es que ese material debe ser de uso común, no sólo para todas las secciones del colegio, sino también para las actividades deportivas extraescolares. El problema puede surgir desde el departamento de Educación Física del colegio pero entiendo que son precisamente los profesores de esta asignatura los primeros interesados en echar a andar la actividad deportiva del Centro.
 
La razón principal para este uso común es que, en la medida que todos somos responsables, todos nos beneficiamos del material común.
En esta gestión de material deportivo cada parte integrante debe aportar su granito de arena a la utilización del material y no sólo su uso. Es decir, el departamento de Educación Física tendrá que gestionar y presupuestar su material para las clases y aportará material para actividades deportivas. Por su parte la actividad extraescolar del colegio aportará el material que consiga con el dinero de cuotas de socios y subvenciones que existen para clubes elementales o escuelas deportivas. Estas subvenciones son para actividades y para mantenimiento de instalaciones. No quisiera dejar pasar por alto que sobre todo en las grandes ciudades estas actividades deportivas se van dejando cada vez más en manos de empresas ajenas al colegio que se dedican a gestionar las actividades deportivas del mismo. Yo creo que con esta modalidad se pierde conexión con el colegio. La experiencia va diciendo que en la medida que el profesor de Educación Física potencia un determinado deporte en esa misma medida ese deporte empieza a tener hueco en la actividad deportiva extraescolar.
 
Uno de los problemas con los que nos podemos encontrar a la hora de organizar actividades es la búsqueda de entrenadores. La remuneración a éstos puede venir por dos vías: o a través de las cuotas de los chicos o por medio de subvenciones que algunas Autonomías dan a los Ayuntamientos y éstos distribuyen en gratificaciones para entrenadores de deporte escolar.
 
Es claro que es difícil generar grandes movimientos económicos, pero entiendo que tampoco es lo que se busca porque no estamos hablando ni de entrenadores, ni de equipos profesionales. Es bueno para todos dar algo pero también sabiendo donde estamos.
 
Otro tema muy importante es la formación de los entrenadores. Esta formación debe ser oficial y oficiosa. La oficial debe dotar a los entrenadores de nuestro colegio de los requisitos exigidos para poder tener acceso a esas gratificaciones que las Autonomías conceden a los monitores de deporte escolar. La oficiosa hará hincapié en el carácter propio del centro y en sus líneas pedagógicas.
 
A veces se confía un grupo de chavales pequeños a otro joven que es de otro equipo superior y que es muy bueno en ese deporte. No es el mejor criterio ya que las técnicas y tácticas para los equipos de estas edades no son muy complejas y sí es más importante resaltar en el monitor el que sea una persona madura, responsable, cercana… Si además juega fenomenal al deporte en cuestión, mejor pero creo que no es lo prioritario.
 
El papel del encargado del deporte debe consistir en echar a andar la actividad, buscar las personas idóneas para entrenar, velar para que la educación prime sobre el deporte y mantener el contacto periódico con los monitores deportivos. Este contacto puede ser más o menos formal. Al principio de curso es bueno dar la bienvenida a todos los monitores en una reunión conjunta. Más adelante podemos ir haciendo reuniones por deportes o por categorías para ver los problemas reales del deporte o la categoría. A veces estas reuniones no son tan necesarias porque el seguimiento se puede realizar sin necesidad de las mismas, pero conviene no ser ingenuos y conocer de primera mano los problema deportivos y extradeportivos que van surgiendo en el grupo humano que es un equipo.
 
Las fiestas de Navidad y el final de temporada son buenos momentos para juntarnos felicitarnos y revisar. A veces los monitores deportivos viven sin conocerse entre ellos. Es labor del encargado del deporte que exista un buen clima entre la comunidad educativa del deporte.
 
Todo lo que podamos hacer por fomentar el sentido de pertenencia a nuestra actividad es poco: hacer excursiones, encuentros amistosos con otros colegios, rifas o sorteos, carnet de socio… son detalles que enganchan a los chicos/as con la actividad y la hacen más suya.
 
□ Segundo ambiente: asociación vinculada a parroquia
 
De aquí se puede aprovechar mucho de lo que arriba se ha dicho. A veces hay asociaciones de parroquias que están convencidas de la importancia que tienen las actividades extracatequéticas o de tiempo libre para la buena marcha de la catequesis o de la parroquia.
 
Una de las mejores actividades son las deportivas. Hay localidades donde existen liguillas de fútbol interparroquiales. Siempre se puede hacer algún equipo y apuntarnos a alguna de las ligas locales. Y todavía hay otra que es más compleja como sería organizar nuestro propio campeonato deportivo abierto a otras parroquias o asociaciones.
 
Recuerdo, hace ya tiempo, una parroquia donde hicimos un equipo de fútbol con un grupo de chicos que se habían confirmado pero que aquello de los grupos de postconfirmación no era lo suyo, en palabras de ellos estaban hartos del rollo de la catequesis. Lanzamos la oferta de crear un equipo. Dio un resultado extraordinario aunque no precisamente deportivo, sino de relación, de enlace con la parroquia y de un posterior compromiso en el tiempo libre de la misma.
 
Quizás lo más decisivo de aquella experiencia fue el hecho de que en la mente de todos no estaba ganar ningún título, sino simplemente juntarnos para jugar, hacer amigos y por supuesto pasarlo bien. Evidentemente intentábamos ganar ya que para eso se juega.
 
En estas liguillas que podemos organizar hay que cuidar los modos en los que se lleva a cabo. Las peleas no deben aparecer y se debe ser rígido puesto que no se dispone de federación alguna que castigue, y, si no se tiene cuidado, se nos puede ir de las manos. Uno de los objetivos importantes debe ser el encuentro de los que han estado en la parroquia y ya no están.
 
Ciertas reglas se deben adaptar a nuestro interés. Si pretendemos fomentar la participación, intentaremos que el número de cambios sea ilimitado, que el tiempo de descanso se adapte a nuestras necesidades… En definitiva, de lo que se trata es de juntarnos como parroquia o como grupo de amigos para hacer deporte.
 
□ Tercer ambiente: ong sostenida con fondos públicos
 
La experiencia que narro a continuación está tomada , en su mayoría, de la ONG Deporte y Vida, y del trabajo que ésta desarrolla en Madrid.
 
Deporte y vida participa en el plan nacional de drogodependencias del Ministerio de Interior y tiene programas concretados con el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.
 
El perfil de monitor que interviene en estas actividades, en su mayoría, es algo más cualificado que en los otros ambientes pues se requiere ser o licenciado en Educación Física, o diplomados de Educación Física con experiencia de trabajo en diferentes campos del deporte, y en proyectos de integración social.
 
Los lugares donde se desarrollan estos programas son C.A.I.D –centro de atención a drogodependientes de la Comunidad de Madrid- y C.A.D. –centro de atención a drogodependientes del Ayuntamiento de Madrid.
 
El perfil de los participantes es muy variado. En los CAID la mayoría de los participantes han sido drogodependientes de una edad madura, 23-37 años con una amplia etapa de adicción al consumo de heroína y luego convertidos en policonsumidores, presentan graves daños en su salud y en su desarrollo físico, sobretodo a nivel muscular. Muchos de ellos son portadores del SIDA, y con experiencia de prisión por robos. El desarraigo familiar es muy frecuente, así como su falta de titulación académica debido al abandono de las aulas en edades tempranas.
 
Los objetivos de las intervenciones con la actividad física y deportiva forman parte del plan de reinserción del drogodependiente, que intenta recuperarlo como persona.
Estos objetivos se pueden resumir en:

  • La recuperación de un estado físico de salud que le permita ir asumiendo diferentes compromisos.
  • La adquisición de hábitos de higiene y salud.
  • El contacto con el grupo dentro de un ambiente cordial.
  • Ofrecer opciones de pasar el tiempo libre

 
 
En los CAD, el proyecto desarrollado es de prevención, y va dirigido a adolescentes entre 14 y 18 años, que han empezado a tener contacto con la droga o el alcohol y que, por lo general, han abandonado el colegio y su familia no se hace responsable.
 
Los objetivos los sintetizamos en la prevención y en la calidad de relación entre el grupo de jóvenes.
 
¿Qué es lo que hacemos?. Depende de cada situación. Sabemos que el deporte es un gancho que suele atraer. Nosotros lo vamos a utilizar con doble finalidad. En un primer momento hay ocasiones donde se sale a un parque y atraemos la atención de los jóvenes con: diábolos, raquetas, balones… poco a poco nos vamos haciendo un hueco en un parque público hasta lograr un grupillo de jóvenes. Este primer encuentro es clave. Tienen que acercarse a nosotros movidos por la curiosidad de vernos pasándolo genial. Desde pasar un balón a los mirones hasta ¿te apetece jugar?, etc. Son frases que en su adecuado tono nos van a alejar o acercar al joven.
 
La segunda opción es trabajar el deporte en una instalación como puede ser un polideportivo y organizar actividades para los jóvenes que los educadores de calle nos van proporcionando. Estas actividades deberán ser lúdicas, participativas, muy poco técnicas y sobretodo muy divertidas, donde lo anormal sea no participar.
 
De estas experiencias han salido equipos, por ejemplo, de fútbol, que después de quedar para jugar durante varias semanas en un parque con un monitor deportivo, se plantea la pregunta ¿podríamos hacer un equipo?. En este momento empieza la búsqueda de patrocinador, momentos de entrenamiento, partidos oficiales, etc. En definitiva el grupo de jóvenes que estaba en un parque fumando y pasando porros se ha convertido en un equipo oficial. Conviene no ser ni ingenuos, ni triunfalistas ya que, posiblemente la mayoría fumará o seguirán pasando droga, pero por lo menos hacen algo nuevo y bueno para ellos como es el deporte con todo lo que ello implica.
 
En otro programa de la Comunidad de Madrid, La Noche más joven, el perfil de los asistentes es muy variado, dependiendo de la zona en donde estén situadas las instalaciones en las que se desarrollan las actividades.
 
Los objetivos de este programa es ofrecer alternativas de ocio saludable a los jóvenes, compartiendo este tipo de experiencias basadas fundamentalmente en el deporte y la música. La característica específica de este programa es que se desarrolla en horario nocturno.
 
Lo que se ofrece es baile y concurso de pinchadiscos y sobre todo deporte. Campeonatos de todo tipo: basket, tres por tres, fúbol-sala, ping-pong, badminton, padel, habilidades físicas… Esto suele tener bastante buena aceptación, pero como casi siempre depende de dos factores: la propaganda y la relación personal en el momento de la actividad.
 
Podríamos seguir contando experiencias, que es de lo que se trataba, pero creo que con estas breves pinceladas se ha podido observar que sí es verdad eso de que deporte y educación van muy unidos.