¡Hola amigos! Este fin de semana toca botellón, ¿verdad? Bueno, pues os invito a prepararlo con esmero para que no se convierta en un botellón más, idéntico al de tantísimos fines de semana. Vamos a realizar un cóctel sabrosísimo, un cóctel que convierta ese momento tan repetido y rutinario en un acontecimiento único… ¿Qué os parece la idea? ¿Os apuntáis? |
- Amigos: Cuantos más mejor, y no os preocupéis de echar demasiados. No se os subirán a la cabeza y, además, la resaca del día después “la sufrirá” únicamente vuestro corazón.
- Sonrisas: ¡Por un tubo! ¡Que no vais a un funeral, por Dios! Echad litros y litros de sonrisas. Un secreto: este ingrediente es contagioso.
- Agallas: Me explico: fuerza, vitalidad, ganas de vivir… Agallas para decir “basta ya” o “la última,” agallas para volver a casa con la cabeza fría y el corazón ardiendo.
- Sensaciones nuevas: Cada botellón es único e irrepetible, y no por la cantidad que se ingiere, sino por la calidad; por la calidad con la que se vive, por la calidad con la que se ama.
- Lo mejor de sí mismo: No echéis de “garrafón”; echad lo mejor de cada uno, nunca lo que os sobre, siempre lo mejorcito, esa pizca de…, eso que todos tenemos y nos hace especiales ante los demás.
- Un montón de números nuevos: Sí, cada botellón más números de teléfono, más fechas de cumpleaños, más días y momentos para recordar. Si en el botellón echáis lo mismo (los mismos amigos, la misma gente, la misma pandilla…) al final, os aseguro, resultará indigestivo.
- Creatividad: ¡A puñados! Sólo hay un ingrediente que no puede faltar: ¡los amigos! Todo lo demás (el lugar, las formas, la vestimenta…) puede variar. Un botellón carnavalesco, todos disfrazados, o un botellón viendo una bella puesta de sol o hasta un botellón… “No, no me he vuelto loco” ¡un botellón sin alcohol!
- Lecciones extraescolares: ¡No os preocupéis! Aquí nadie os va a poner nota. Eso sí, en cada botellón tenéis la oportunidad de compartir tantas ideas, tantas formas de vida, tantas culturas…. que el botellón puede convertirse en una escuela andante que abre sus puertas cuando todos los demás las cierran.
- Buen rollo: Que “la peña” disfrute sin tener que recurrir a la borrachera, a la violencia o al vandalismo. Que existan buenas vibraciones entre todos y que el botellón pueda convertirse en seña de identidad de la juventud de hoy.
- ¡Tú mismo! Ahora viene lo más difícil: sólo tú puedes completar este cóctel. Si tú fallas, todo lo demás se vendrá “al carajo”. ¡¡Piénsalo!!
José María Escudero