El joven que sigue a Jesucristo
- Se encuentra
– Con alguna experiencia de Dios que le ha llenado de alegría y de sentido.
– Con los inconvenientes de las dudas de fe.
– Con los interrogantes (sobre Dios, el mundo y el desamor entre los hombres) que no encuentran una respuesta satisfactoria.
– Con debilidad para llevar adelante lo que cree.
– Con la presión de quien le apunta con el dedo, y le exige.
– Con el deseo de vivir otras experiencias que no cuadran con su fe.
- Elige
– No dejar de creer a pesar de todo.
– Hacer una opción seria en su vida por Jesucristo y su estilo de vida.
– Luchar contracorriente y defender su forma de entender la vida.
– No quedarse enredado en sus miedos y problemas.
– No ser superficial ni disperso.
– Crecer a su ritmo, con humor, amor y paciencia
– Estar abierto siempre a los demás. Que digan de él: “¡Qué bien se está contigo!”.
– Comprometerse en alguna actividad a favor de los hombres
- Necesita
– Momentos especiales y exclusivos que fortalezcan su opción
– Aprender a valorar lo positivo, equilibrando cabeza, corazón y manos.
– Meditar la Palabra de Dios. Aprender a leer la Biblia.
– Saborear los momentos de gratuidad y lo que no tiene valor aparente.
– Comunicarse todos los días con Dios. Dedicar un tiempo a conversar con Él de tú a Tú, para conocerlo.
– Compartir con otros sus experiencias de fe y de vida, sus interrogantes y conclusiones.
– Vivir lo que cree, procurando ser siempre y en todo la misma persona.
– Buscar una persona de plena confianza y con experiencia que lo acompañe. Abrirse a ella con sinceridad, confrontar sus ideas y orientarse.
J. HERMINIO RODRÍGUEZ
Para hacer 1. Repasar esos tres aspectos y cada una de las líneas que los concretan e ir comunicando en el grupo cómo los vive cada uno. 2. ¿Qué aspecto debería recalcar más cada uno? 3. ¿Falta algún aspecto que consideramos esencial? ¿Cuál y por qué? |