El juego del Botellón

1 julio 2006

José María Escudero
 

  1. Anotaciones metodológicas

 
Destinatarios
Personas: Adolescentes y jóvenes.
Lugares: Colegios, centros juveniles, asociaciones…
Acción: Tutorías, reuniones de grupo, convivencias…
 
Objetivos
– Favorecer el diálogo y la reflexión en torno a un tema que toca tan de cerca a los jóvenes.
– Examinar los pros y los contras y tomar medidas entre todos para pasar de “la cultura de la borrachera” a la cultura de la amistad y del “buen rollo.”
 
Duración
100 minutos aproximadamente (si sólo se dispone de una hora, se puede aplazar el tercer y cuarto momento para otra sesión).
 
Materiales
– Carta del Botellón a los jóvenes (Doc 1).
– Cartas (Doc 2).
– Credo del Botellón (Doc 3).
– Otras actividades (Doc 4).
– Cartulinas (para hacer las cartas).
– Una botella de cristal transparente.
– Una vela y un  mechero.
– Tres o cuatro cajas de tizas de colores variados.
– Varios platos de plástico.
– Un embudo.
 
Participantes
15 participantes como máximo. Si hay más, el animador deberá llevar otro juego de cartas, o bien jugar en parejas.
  

  1. Desarrollo

 
         Preparativos
El animador lleva hechas a la sesión las cartas (Doc 2) todas del mismo tamaño y color (si lo estima conveniente, conociendo a sus jóvenes, puede cambiar con total libertad alguno de los mensajes que aparecen en el interior de las cartas). También deberá llevar tantas copias del Credo del Botellón (Doc 3) como participantes haya.
 
        Primer momento
Disposición del lugar: Se juntan varias mesas y sillas en forma de círculo (según el número de participantes).
 
Acción: El animador empieza poniendo la botella de cristal transparente en medio del círculo. Asimismo motiva la actividad leyendo la carta del Botellón a los jóvenes (Doc 1). A continuación se pasa a una breve puesta en común.
Duración: 15 minutos.
 
         Segundo momento
Disposición del lugar: De la misma forma que en el primer momento.
– Acción: El animador baraja las cartas y reparte una a cada jugador. Si son 15 los participantes, reparte 13 cartas positivas (las que fomentan un botellón saludable: 2ª y 3ª fila), una carta negativa (aspectos a eliminar del botellón:1ª fila) y finalmente la carta del botellón ( rostro sonriente: la que está situada en el medio). Ver Doc 2.
El proceder del juego es de la siguiente manera: el que ha recibido la carta del botellón tiene que salvar a todos los compañeros posibles (cartas positivas) guiñándoles un ojo. Cuando un jugador recibe el guiño pone la carta sobre la mesa diciendo: Botellón y el mensaje que contiene su carta.
Mientras, el que ha recibido la carta negativa tiene que estar muy atento para “pillar” al que porta la carta del botellón. Y cuando le vea guiñar un ojo a un compañero o, por equivocación, se le guiñe a él, pone también su carta sobre la mesa y dice: Botellón, el nombre del que está guiñando el ojo y el mensaje que contiene su carta.
En ese momento todos los que han sido salvados por la carta-botellón se consideran botellones saludables y, aquellos que todavía tengan su carta oculta, como botellones negativos. Al finalizar el juego se contabiliza el número de unos y otros y se sabrá, de manera simbólica si el grupo tiene más botellones positivos o, por el contrario, más botellones negativos.
El animador, cada vez que se inicia una tanda va sustituyendo la carta negativa (fila de arriba) por otra de las mismas características. El juego acaba, bien cuando se jueguen tantas tandas como cartas negativas hay (en este caso siete) o bien cuando el animador lo estime oportuno.
 
         Variantes del juego
– El que lleva la carta negativa puede mostrarla al principio del juego. Esto hace que el que porte la carta-botellón sepa a quién no tiene que guiñar el ojo y con el que tiene que andar con cuidado de que no le pille. No obstante esta variante resta emoción al juego.
– El que lleva la carta-botellón puede, si así lo dice el animador, nombrar a un cómplice. Lo hará guiñando dos veces seguidas el mismo ojo al compañero que quiera. Éste podrá ayudar a su compañero a salvar jugadores.
 
– Duración: ente 20 y 30 minutos.

         Tercer momento
Disposición del lugar: de la misma forma que en los anteriores momentos.
Acción: se trataría de “hacer el botellón” con la botella que ha presidido el juego desde el comienzo.
El animador entrega a cada joven dos tizas de diferente color, y dos platos de plástico. Mientras se va comentando la partida de cartas, cada uno debe ir raspando cada tiza sobre la superficie de cada plato, hasta deshacerlas por completo. Cuando todos los jóvenes hayan concluido, se pasa el botellón (igual que se hace los fines de semana) por todos los integrantes del juego. Cada uno de ellos va, con un pequeño trozo de papel doblado, metiendo una porción de tiza deshecha (se puede utilizar un embudo) en la botella. A continuación pasa el botellón a otro compañero que hace lo mismo. Así sucesivamente hasta rellenar por completo la botella (hay que mover con mucho cuidado la botella para que no se mezclen los colores)  Al finalizar, y a modo de tapón, se enciende una vela y se van arrojando las gotas de cera hasta cerrar bien el botellón. De esta manera quedará un gran botellón, con un coktail lleno de sugerentes colores y hermosas texturas.
El botellón se coloca en la clase, o en el lugar donde, normalmente, se reúne el grupo, en un sitio visible, que recuerde a los jóvenes cómo poniendo cada uno un poco de su parte (utilizando las cartas correctas) se puede hacer del botellón, de “la cultura del botellón,” un fenómeno positivo y una gran seña de identidad de la juventud de hoy.
 
Duración: 25 minutos.
 
(Si la realización de este juego se hace en una sola sesión, este es el momento de dejar un tiempo de descanso a los jóvenes)
 
         Cuarto momento
Disposición del lugar: si es posible se acude a una capilla, si no en torno a un crucifijo o una imagen religiosa.
Acción: se empieza cantando alguna canción juvenil religiosa que conozcan la mayoría de los participantes. A continuación el animador entrega una copia delCredo del Botellón (Doc 3) a cada joven y les pide que lo lean durante unos minutos en silencio. Después se puede recitar a dos coros. Finalmente se escoge uno de los credos y firman cada uno de los participantes como compromiso que se quiere llevar a cabo.
Duración: 25 minutos.
 
(Viendo el animador el interés suscitado por los jóvenes puede alargar en este o en otro momento la dinámica proponiendo otras actividades. Ver otras actividades en Doc 4).
 
Documento 1
CARTA DEL BOTELLÓN A LOS JÓVENES
 
Queridos jóvenes:
Seguramente os extrañe recibir esta carta, mas necesitaba, y urgentemente, desahogarme con alguien. ¡Mi vida corre peligro! Cada día que pasa se me oscurece más el corazón. Desde la mayoría de los estamentos de la sociedad quieren acabar conmigo. Dicen que molesto, que ensucio, que violento y que causo demasiados desagravios y problemas. Solamente hay una manera de que yo siga estando con vosotros y vosotros conmigo. Por favor, prestad mucha atención a lo que os tengo que contar, en vuestras manos está la solución y mi propia vida.
Si queréis seguir quedando conmigo todos los fines de semana, deberéis fomentar entre todos el buen rollo. Me explico, yo os ofrezco un montón de posibilidades, de posibilidades que debéis aprovechar: la posibilidad de conocer a otros jóvenes ensanchando el círculo de la pandilla y, a su vez, el de vuestro corazón; la posibilidad de romper con el individualismo tan protagonista en nuestra sociedad; la posibilidad de no dejar que el aburrimiento se apodere de un mundo de risas mecánicas y salchichas a la plancha, en el que el desencanto parece ser la carta de presentación para entrar en sociedad; la posibilidad de acabar con una sociedad consumista y competitiva, donde los que tienen más pisotean y no dejan espacios a los que no tienen; la posibilidad de crear lazos de amistad, de diálogo, de solidaridad; la posibilidad de expresaros libremente y, sobre todo y lo más importante, la enorme posibilidad de Vivir, de sentirse vivo y de disfrutar de la vida…
Ahora bien, si esto no os importa y tampoco yo os importo en absoluto, seguid reduciéndome a un problema de número de copas a ingerir. Desperdiciar vuestras vidas emborrachándoos, ensuciando, violentándoos, armando bronca, creando grupos cerrados y, lo que es peor, dando con los huesos, muchos de vosotros, al volante de un coche o acabando postrado y para toda la vida en  una silla de ruedas…
En fin, de vosotros queridos jóvenes depende mi vida. Sueño con que un día tapemos la boca a todos aquellos que nos consideran socialmente una lastra a combatir  y políticamente unos seres  incorrectos. Y ese día puede estar cerca. Llegará, no os quepa la menor duda, el día en que cada uno de vosotros salga a mi encuentro con la cabeza fría y el corazón caliente y regrese de vuelta al hogar, a la misma temperatura…
Nada más, espero que hayáis entendido estas líneas y seáis valientes a la hora de llevarlas a la práctica.
Un abrazo de vuestro amigo
Botellón
 
PD: Me gustaría que esta carta llegara  a muchos jóvenes como vosotros. Si queréis ayudarme, “rascaros un poco el bolsillo,” hacer unas cuantas copias cada uno, e irlas pegando por papeleras, farolas, comercios y demás lugares que encontréis en torno  a las calles, plazas y parques donde solemos quedar cada fin de semana.

Documento 2: CARTAS

 
Documento 3
CREDO DEL BOTELLÓN

  • Creo en el Botellón que multiplica los amigos, en el Botellón que reúne en armonía a cientos de jóvenes de todas culturas e ideologías.

No creo en el Botellón de los grupos cerrados, que no toleran que “la peña” aumente y que rechaza a seres humanos por motivos tan ridículos y egoístas como el color de la piel, las opiniones, el nivel económico o la marca de ropa.
 

  • Creo en el Botellón pacífico, repleto de besos, abrazos y buen rollo, en el Botellón del “colegueo dialéctico,” donde las opiniones de unos y otros enriquecen al grupo.

No creo en el Botellón de las peleas, de “lo soluciono todo a base de puños,” en el Botellón de los campos sembrados de suciedad, vandalismo y malos rollos.
 

  • Creo en el Botellón inteligente, en el Botellón que sabe decir “la última” o “basta ya.”

No creo en el Botellón borrego, en el Botellón de… “me entiendes ¿no? no es plan quedar mal delante de los colegas…”
 

  • Creo en el Botellón que, por arte de magia o más bien por arte de amistad o de amor, saca a relucir cada fin de semana sus mejores galas: cientos de sonrisas, enorme diversión y un pedazo de ambiente “como Dios manda.”

No creo en el Botellón del aburrimiento, de la amargura, o en el Botellón del placer inmediato y de la evasión cobarde de problemas.
 

  • Creo en el Botellón del buen rollo, cuyo contenido no sube a la cabeza, sino más bien al corazón. Creo en el Botellón del compañerismo, que no deja tirado nunca a un compañero cuando una noche se ha pasado de la cuenta. Y finalmente creo, “educadores va para vosotros,” en la educación del Botellón y no creo (os lo aseguro, no conseguiremos nada) en la educación represiva contra el botellón.

 
Documento 4
OTRAS ACTIVIDADES
 
Carta al Botellón
“Querido Don Botellón…” qué pediríais al Señor Botellón, por qué le daríais las gracias o por qué le daríais un buen tirón de orejas. Qué es lo que más os gusta de él y qué es lo que más os asusta. Qué cosas tendría que cambiar para crear “buen rollo” entre todos…
 
Decálogo para hacer un buen Botellón
Diez normas, diez principios para lograr un botellón “como Dios manda.” Diez ingredientes para lograr un coktail explosivo, de vitalidad, amistad y “colegueo sano.”
 
Credo del Botellón saludable
“Creo en el Botellón que multiplica los amigos, que enciende las sonrisas. Creo en el Botellón que reúne en armonía a cientos de personas de todas culturas e ideologías…” Y vosotros ¿en qué Botellón creéis?
 
Oración al “Señor del Botellón”
Aquí tenéis la oportunidad de elevar vuestras plegarias al “Dios del Botellón.” ¿O qué pensabais? también Jesús cuando pisó por nuestras calles organizaba sus propias fiestas. Le gustaba, y mucho, crear buen rollo y que sus amigos disfrutaran.
 
A juicio el Botellón
Dos grupos: los defensores y los detractores. Y dentro de esos dos grupos sus propios abogados, testigos, jurado popular… ¡Todo un juicio! en el que vuestros argumentos expositivos serán decisivos para demostrar la inocencia o la culpabilidad del Botellón. Y al final, el veredicto: libertad sin cargos, unos meses en “la sombra,” o tal vez ¿libertad bajo fianza?