El laberinto de la soledad

1 noviembre 2008

Este dibujo de Mingote, “autor de un asombro diario en ABC”, procede de la nueva versión de su ya antiguo libro Hombre solo y tiene ya más de 30 años. El autor de este libro, cuyo tema es “el hombre solo o sólo el hombre”, dice que “es por estos dibujos por los que prefiero ser juzgado”. La imagen puede servirnos, entre otras cosas, para ver cuáles han sido nuestros logros y qué coste hemos pagado por ellos, y descubrir qué queremos en la vida y cuál es lo realmente importante.
La imagen

  • Ver la imagen y partir de las primeras impresiones y comentarios que surjan. Todo se puede sacar a partir de esas primeras intervenciones, reconduciéndolas después hacia el objetivo que tengamos.

–         ¿Qué pasa ahí? ¿Por qué?
–         ¿Qué me recuerda?
–         ¿Qué sentimientos me provoca?
El laberinto

  • El conjunto es una serie de edificios entrelazados y relacionados, pero no son lugares para vivir sino escaleras para subir… ¿O bajar?

–         ¿Quién lo construyó?
–         ¿Qué puede simbolizar?

  • No se ve el origen de las escaleras.

–         ¿Desde dónde vienen?
–         ¿Dónde asientan sus cimientos?

  • Vemos que las salidas no conducen a la salida y las escaleras conducen… a otras escaleras. He aquí un símbolo perfecto del laberinto posmoderno, que se puede ejemplificar ahora en tres elementos representativos: los centros comerciales, los grandes centros de diversión y la autopista.

–         ¿En qué se parece la imagen a estas realidades?
El personaje

  • Hay un personaje:

–         ¿Qué le pasa? ¿Cómo está?
–         ¿A quién o a qué puede representar?

  • El personaje ha ascendido (¿Deprisa? ¿Con mucho esfuerzo?).

–         ¿Sabía dónde iba?
–         ¿Con qué se ha encontrado?

  • El personaje ha llegado a lo más alto.

–          ¿Cómo? ¿Por qué?
–         ¿Le ha merecido la pena? ¿Por qué?

  • Podemos decir que buscaba algo concreto pero se ha encontrado con otra cosa.

–         ¿Qué buscaba?
–         ¿Con qué se ha encontrado?

  • Ahora, que está en lo más alto, descubre lo que se pasa.

–         ¿Qué le pasa?
–         ¿Qué podría hacer?
–         ¿Qué tiene ganas de hacer?
–         ¿Qué debería hacer? ¿Qué va a hacer?
El conjunto

  • Al final de la sesión, comparamos con nosotros mismos o con otras realidades lo que ha ido saliendo:

–         ¿En que se parece a mí mismo lo que ahí sucede?
–         ¿A qué situación se parece de algo que me ha pasado en la vida?
–         ¿Qué refleja de los jóvenes? ¿O de los amigos?
–         ¿Qué refleja de la sociedad actual? ¿O de la política? ¿O de la religión? ¿O de la economía?
–         ¿Qué titulo le pondríamos? ¿Por qué?

  • Concretamos lo vivido y descubierto en distintas expresiones:

–         Elaboramos un breve poema que resuma lo que ahí sucede.
–         Preparamos una oración: la que haría ese personaje.
–         O escribimos un cuento/relato que sintetice todo.

Herminio Otero