¡Feliz coincidencia!
1960, nacía MISIÓN JOVEN con la cabecera Técnica de apostolado.
1985, nacía CATEQUISTAS con la cabecera Proyecto Catequista.
Las dos revistas juntas, como oferta de reflexión pastoral y catequética de los Salesianos de Don Bosco en las Iglesias de España y Latino América, se aúnan para celebrar el acontecimiento de las Bodas de Oro y de las Bodas de Plata, respectivamente, al mismo ritmo, con el mismo gracias a Dios, a los que impulsaron día a día las publicaciones, a los autores, a los lectores de ayer y de hoy.
En este mes de enero salimos con la misma portada las dos revistas. Un signo de unión, y de raíces comunes. Después, cada revista caminará de nuevo a su ritmo, hasta llegar a la fecha señalada para la celebración festiva y oficial:el 23 de octubre de 2010.
Todo el año tendrá una dimensión celebrativa en la que los lectores y amigos pueden participar:
- Página web: www.25y50.com Entrará en vigor a partir de 1 de enero de 2010. Será la ventana de información y de participación abierta a todos.
- MISIÓN JOVEN se renueva en su presentación externa para favorecer la lectura.
- Se crea, a lo largo de este año una sección, “50 años MJ: memoria y futuro” donde el lector podrá seguir el contexto, la historia y los contenidos de la revista en sus 50 años de presencia en el mundo de la pastoral juvenil.
Esperamos que los lectores y amigos colaboren ayudándonos a aumentar el número de suscripciones y enviándonos sugerencias de mejora.
CONFIRMACIÓN
“Cristiano sé lo que eres”
(San León Magno)
San Juan Bosco recordaba el inicio de su obra juvenil como una simple catequesis. En los orígenes de la obra de Don Bosco está la catequesis, en los orígenes de misión joven está también la catequesis, los grupos de fe (Compañías, en el lenguaje de la época). Por eso para el primer número de este año jubilar nos queremos acercar a la catequesis del sacramento deConfirmación.
Es un tema de gran actualidad. Una gran parte de nuestra pastoral juvenil se ha sustentado en grupos de Confirmación. Cuando entran en crisis los grupos, como hoy se ve en tantos lugares, entra en crisis toda la pastoral juvenil.Roberto Calvo nos plantea, con claridad, el debate que suscita hoy este sacramento. Hay tres elementos en discusión: edad para recibir el sacramento, criterios para negar o conceder la recepción del sacramento, permanencia en la comunidad cristiana después del sacramento.
José Antonio Goñi, en el primer artículo, hace un recorrido histórico del sacramento de la Confirmación, deteniéndose en algunos aspectos: desarrollo del ritual, edad, lugar que ocupa en la Iniciación Cristiana, signo sacramental y ministro.
El segundo artículo lo firma Roberto Calvo acota la reflexión a un tiempo (después del Concilio Vaticano II) y a un contexto (la Iglesia española). Posiblemente al leer el artículo recuerdes algunos momentos vividos: un primer periodo de florecimiento de grupos de confirmación; un segundo momento de problemas y escepticismo; el debate de la edad; la búsqueda y encuadre en la Iniciación Cristiana. El autor presenta un foco iluminador: el sacramento de la confirmación en una Iglesia pentecostal y misionera.
Nos parecía conveniente situar bien el sacramento. Eso justifica el artículo deÁlvaro Ginel, quien habla del sacramento dentro de la Iniciación Cristiana. La Iglesia engendra hijos a la fe, por eso la Iniciación Cristiana exige una identidad nueva, que abre a la persona al corazón del misterio de Jesucristo, y necesita la compañía de la comunidad. La Iniciación cristiana es el proceso catequético, litúrgico, y pedagógico que incluye catecumenado, bautismo, confirmación eucaristía, mistagogía, práctica de vida comunitaria. Alvaro Ginel nos invita a buscar caminos para hoy, a desarrollar un “primer anuncio”, tomarse tiempo para hacerse cristiano, a dejar el protagonismo a la acción de Dios.
El último artículo lo firma Monseñor Javier Salinas. ¿Para qué confirmarse? Para llevar a plenitud el Bautismo y ser testigos de Jesucristo en nuestro mundo. Y después, ¿qué? Con nuestro “sí” al “Sí” del Espíritu se acrecienta en nosotros el sentido pertenencia a la Iglesia, así como la participación en su misión. Propone, Monseñor Salinas, una pastoral juvenil en y desde la comunidad, la atención personal, vivir el evangelio desde el corazón de la vida, avanzar hacia una cultura vocacional.
El sacramento de la confirmación se conoce como “unción del Espíritu”, expresión mistérica que nos hace testigos del Señor resucitado, respuesta al amor de Dios, llamada a una vida de santidad según la vocación con que hemos sido bendecidos.
Queremos hacer también una referencia al sujeto pastoral: una comunidad con capacidad de acogida, escucha y acompañamiento; una comunidad con dinamismo espiritual y vitalidad misionera.
KOLDO GUTIÉRREZ