EL MONJE QUE VENDIO SU FERRRARI

1 abril 2004

Título: El monje que vendió su ferrari. Una fábula espiritual. Autor: Robin S. Sharma. Ediciones De bolsillo. 210 páginas.
Resumen: Sugerente y emotiva historia de Julián, un superabogado cuya vida estresante, desequilibrada y obsesionada por el éxito y el dinero, acaba provocándole un infarto. De esa crisis sale y «vuelve a nacer a una nueva vida». Contiene sencillas y eficaces lecciones para mejorar nuestra forma de vida.
Destinatarios: Jóvenes y adultos que quieran mejorar su calidad de vida.
Objetivo: No se trata de ser más ricos en la vida sino más felices.
Temas: la vida, el sentido de la vida, la disciplina, el tiempo, la crisis, la felicidad, etc.
GUIÓN DE TRABAJO
Libro plagado de invitaciones, de sugerencias, de propuestas. Algunas son lógicas, otras no tanto, pero… escucha, sé receptivo, experimenta por ti mismo y, si funciona, sigue practicando.

  1. Al final de cada capítulo, a partir del 7, aparece un resumen. ¿Te animas a realizar tu propio resumen? Par ello, subraya las frases sugerentes que encuentres.
  2. Julián aparentemente es un triunfador: un abogado de éxito, mucho dinero, ropa lujosa, buenos restaurantes…, pero su matrimonio fracasa, no se habla con su padre, insatisfacción, un infarto… ¿A qué suena todo esto? Al final vende todo y se va a la India. Jesús al joven rico le hizo una propuesta parecida pero éste no aceptó.
  3. ¿Qué te parece el concepto chino de crisis (página 64) como peligro y como oportunidad? La maestra Malika lo entendió muy bien ¿Y tú? ¿Lo vives de alguna manera?
  4. ¿Te ha gustado el cuento de la página 70? ¿Tiene algo que ver con tu vida? ¿Cuál es el secreto de la felicidad? Averigua qué es lo que te gusta hacer y dirige todas tus energías en esa dirección. Vocación, misión en la vida (p. 73): aclara esos conceptos. ¡Aclárate! ¡Tómate tu tiempo para reflexionar, descubre tu verdadera razón de vivir y luego ten el valor para afrontarla (p. 76).
  5. El corazón de la rosa (pp. 76 y 77): contemplar una rosa, centrar tu atención en ella. Tiene mucho que ver con el zen. ¿Por qué no lo experimentas? Hazlo y luego saca conclusiones. Otra técnica: visualizar (p. 84). Pruébalo: ¿Cómo te quieres imaginar? ¿En qué te gustaría cambiar? ¿Te ayuda?
  6. ¡Qué importante es para un barco perdido en la niebla ver la luz de un faro! El propósito de la vida: ¿lo tienes claro? ¿Te animas a hacer un proyecto de vida por escrito? ¿Con quién lo vas a revisar y contrastar periódicamente?
  7. ¿Cuál es tu dharma? Cinco pasos para hacer realidad el propósito de tu vida. Experiméntalos:
  8. Formarse una clara imagen del resultado
  9. Someterse a presiones positivas
  10. Nunca te marques una meta sin fijar un plazo (Escríbelo en tu cuaderno de sueños)
  11. Sigue la regla mágica del 21 (cumplir durante 21 días la actividad prevista para conseguir convertirla en hábito)
  12. Disfrutar del proceso.
  13. Profundiza sobre los miedos (pp. 117ss).
  14. Otra propuesta: los diez rituales de la vida radiante. Relee la página 123 y ss. Apunta los 10 rituales. Profundiza, saborea, pruébalos.
  15. Capítulo 10: el poder de la disciplina. Un valor fundamental pero que últimamente se cotiza muy poco. Si liberas tu fuerza de voluntad, te conviertes en dueño de tu mundo personal. ¿Cómo andas de autodisciplina y de fuerza de voluntad? ¿Conoces al alguien que haya conseguido sus propósitos en la vida pero sin disciplina, sin autodominio, sin esfuerzo constante y sin fuerza de voluntad?
  16. Satori (p. 165) = despertar instantáneo. ¿Has tenido esa experiencia? ¿Vas a tomar alguna decisión? Deja de obrar como si te quedasen 500 años de vida. Fomenta una mentalidad de lecho de muerte: recuerda que hoy puede ser el último día de tu vida y que, por lo tanto debes aprovecharlo al máximo. ¿En qué cambiaría tu vida si supieras que hoy es el último día de tu vida? ¿Eres capaz de vivir con esa actitud todos los días de tu vida?
  17. El yogui Raman contó a Julián que de pequeño, cuando se acostaba, su padre iba a su choza cubierta de rosas y le preguntaba qué buenas obras había hecho durante el día. Si el niño decía que no había hecho ninguna, su padre le exigía que se levantara e hiciera algún acto altruista. De lo contrario no le dejaba acostarse. ¿Y si hicieran lo mismo con nosotros? ¿Qué buena obra hiciste ayer? ¿Y hoy?

Iosu Osta

 

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