Se levantó entonces un joven y dijo a Jesús:
–Mister, ¿qué debo hacer para jugar con los mejores, para convertirme en un futbolista de élite, para llegar a ser un “galáctico”?
Jesús le contestó:
–¿Cuál es el principio básico para que un futbolista triunfe?
El joven, sin dudarlo, respondió:
–Amarás y confiarás plenamente en Tu Entrenador y en tu equipo, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente.
El Señor le dijo:
–Has respondido correctamente. Haz eso y llegarás a la cumbre.
Mas el joven, que por la cara que ponía no las tenía todas consigo, se dirigió de nuevo a Jesús con estas palabras:
–Es que debes saber que mi equipo es de los flojos, nunca hemos ganado nada importante, nadie se fija en nosotros. Además ya llevamos dos temporadas que contamos los partidos por derrotas.
Jesús, intentando levantarle el ánimo le dijo:
–Hace unos años cuando la liga de fútbol palestina estaba en alza, el Jerusalén FC, debido a la política de fichajes de su presidente, se había convertido en el equipo de moda del momento y tenía aficionados por todas las partes del mundo. El presidente del club, para lograr tal objetivo, había desembolsado grandes cantidades de dinero contratando a los mejores jugadores del mundo…
A pocos kms el Sporting Samaría, cuyas arcas del club estaban semivacías, se valía de chiquillos de la provincia para sacar el equipo adelante. Todas las temporadas tenían que pasar un auténtico vía crucis para no perder la categoría…
Pues bien la suerte de un boleto de lotería quiso que el club samaritano obtuviese una gran cantidad de dinero. Ya te puedes imaginar, a los aficionados samaritanos se les hacía la boca agua pensando en un nuevo campo de fútbol para acoger a los mejores futbolistas del mundo: brasileños, europeos, argentinos… Sin embargo el presidente del club, sorprendiendo a propios y extraños destinó todo el dinero en la contratación de un entrenador… Te preguntarás qué sucedió… Pues en la siguiente temporada, en la última jornada, con un equipo plagado de jovencísimos canteranos y, además, ante el eterno rival, el Jerusalén FC, los samaritanos lograron la Liga y el pase a jugar con los mejores equipos del mundo…
Y ahora –le preguntó Jesús–, ¿qué equipo de los dos, piensas que actuó de mejor forma?
El joven contestó:
–Los que conformaron su equipo con jóvenes que pusieron toda su confianza en el Técnico.
Jesús le dijo:
–Pues vete y haz tu lo mismo. Empieza por buscar al Gran Entrenador y deja que Él y su equipo te conviertan en “un Galáctico”.
José María Escudero
Para hacer
¿Qué nos dice esta parábola?
¿Cómo nos llevamos con nuestro Entrenador?
¿Qué preguntaríamos nosotros a Jesús? ¿Qué creemos que nos respondería? ¿Y si lo hiciera en forma de parábola? Escribirla incluyendo nuestra pregunta.