Nota informativa

El Niño Jesús ha sido secuestrado. Si bien en un principio se pensó que alguno de los parientes más cercanos podría estar con el Niño en las inmediaciones de Belén y el asunto no pasaría a mayores, el tiempo transcurrido sin tener noticias y el fallido dispositivo de búsqueda han confirmado los peores presagios. Y si todavía, entre los más allegados al pequeño, existía alguna esperanza, el mensaje que ha llegado de los secuestradores ha sembrado el pánico y la desolación en Belén y en el mundo entero…

 Nota de los captores

Este será el primer y último mensaje que le enviamos. Preste mucha atención, de usted depende recuperar a Jesús con vida:

• El Niño Jesús está en perfectas condiciones. Si quiere escuchar su voz, silencie su vida de tanto ruido y algarabía como le rodea durante estos días de Navidad. Escoja algún momento para comunicarse con Él y compruebe que estamos en lo cierto.
• El precio a desembolsar por el rescate lo establecerá usted mismo. No admitimos dinero, alimentos, viajes ni, mucho menos, regalos, costumbre tan extendida durante estos días… Para que se haga una idea de lo que nosotros exigimos para que Jesús vuelva a su lado, hágase esta pregunta: “¿Qué es lo mejor que puedo ofrecer al Niño?”
• El rescate será personal e intransferible. Nada de mediadores: ni el párroco que tanto interés tiene ni el catequista que prepara las celebraciones navideñas ni el profesor que es un santo varón… No, no, el Niño Jesús quiere que acuda usted a su encuentro.
• No nos presione con marchas para pedir su liberación. Llevan años intentándolo y ni el lugar de concentración es el adecuado (centro comercial, tienda de regalos, restaurante, sala de fiesta…) ni el motivo es sincero (usan al Niño Jesús como pretexto para comer, beber, gastar y pasarlo en grande).
• El lugar, el día y la hora de la entrega lo dejamos en sus manos. Estamos esperando (llevamos años) su confirmación para agilizar el dispositivo de liberación.

 Nota de los familiares

(Por familiar entendemos toda aquella persona que se considere hijo o hija de Dios).
[¡Le toca a usted mover ficha!]

José María Escudero

Par hacer
Escribimos la nota que escribirían los familiares (que somos nosotros). Podemos centrarnos en:

1. ¿Cómo están las cosas y por qué<’
2. Lo que podríamos hacer y cómo habría que hacerlo.
3. Lo que vamos a hacer y cómo lo haremos.