Cuando no se sabe cómo reaccionar en una situación comprometedora, la solución más simple es sacar la excusa de que uno es tímido. Así reaccionan muchos, pero especialmente los más jóvenes, probablemente porque tienen menos experiencia de la vida real. Pero, ¿cuántos son realmente tímidos? ¿Y cuántos emplean la expresión «es que… yo soy tímido», simplemente como excusa?
 
1          Al tener que relacionarte con una persona extraña:
A          Te sientes a disgusto.
C          Sacas a relucir todas tus cualidades.
B          Te salen enseguida los colores a la cara.
 
2          Un muchacho o muchacha, a quien no conoces, te sonríe en la calle:
A          Te haces el distraído.
C          Le correspondes muy a gusto con tu sonrisa.
B          Te sientes observado y no sabes qué hacer.
 
3          ¿Te sucede a menudo sentirte acalorado, con las manos sudadas y la boca seca?
A          Solo en algunas ocasiones especiales.
C          Prácticamente nunca.
B          Mucho más a menudo de lo que se pueda imaginar.
 
4          Debes dar tu opinión personal sobre un asunto que te apasiona:
A          Intentas explicarte lo mejor que puedes.
C          Presentas tus argumentos con convicción.
B          Dices pocas palabras, y tartamudeando.
 
5          ¿Puede ser considerada la timidez como una virtud?
A          En algunos casos, sí.
C          ¿Por qué no?
B          ¡De ningún modo!
 
6          El producto de la huerta que prefieres es:
A          La zanahoria.
B          La patata.
C          El tomate.
 
7          ¿Cuál de estas situaciones te provoca ansiedad?
B          Encontrarte entre centenares de personas desconocidas.
A          Equivocarte, cuando no deberías hacerlo.
C          Estar durante horas enteras sin hacer nada.
 
8          Sentirte a tus anchas quiere decir:
B          Estar relajado.
C          Estar en disposición de afrontar cualquier situación.
A          Encontrarse bien con uno mismo y con los demás.
 
9          ¿Te consideras una persona habladora?
A          En algunas ocasiones.
B          No, más bien reservado.
C          Sí, como un desbordado río de palabras.
 
 
CORRECCIÓN E INTERPRETACIÓN
 

¡ Mayoría de A: Tímido según los casos

Eres tímido según y cuándo; mejor dicho, cuando te conviene. En realidad, solo cuando te sientes como un pez fuera del agua, manifiestas los síntomas de la timidez para justificarte. En tu caso es mejor hablar de inseguridad y de cautela: te haces el tímido cuando no te quieres exponer a meterte en juego. Sé tú mismo, también cuando no sabes cómo va a terminar una situación.
 

¡ Mayoría de B: Rojo tomate maduro

            Cuando se quiere definir la timidez, basta pensar en ti. Te pones rojo enseguida, cualquier situación concreta te produce ansiedad y casi nunca te sientes a tus anchas. Actuando así, nunca consigues manifestar completamente tus valores y cualidades. Cuando estás a punto de confundirte y bloquearte, intenta pensar en todo lo que podrías ser, si no te dejaras vencer por la timidez; entonces saldrá a la luz tu verdadero «yo».
 

¡ Mayoría de C: De tímido, ¡nada!

            ¿Tímido tú? No habría peor forma de definirte. Consigues estar siempre en el lugar preciso y en el momento preciso. Cuando dices que eres tímido, sabes que estás mintiendo descaradamente; más aún, a veces, eres un frescales. Es bueno saber ser uno mismo, pero procura no manifestar actitudes exageradas, porque la discreción es siempre apreciada por todos.
 

M.T. BROT, Dimensioni Nuove, 9(2000), 25